Argelia ha suspendido este miércoles con carácter inmediato el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación que une al país con España desde hace 20 años. La ruptura del pacto se produce pocas horas después de que Pedro Sánchez haya ratificado la postura de España sobre el Sáhara Occidental. Una decisión que Argelia considera "injustificable" y "una violación de las obligaciones legales, morales y políticas de España".
"Las autoridades españolas han emprendido una campaña para justificar la posición que han adoptado sobre el Sáhara Occidental, una violación de sus obligaciones legales, morales y políticas como poder administrador del territorio que pesan sobre el Reino de España", declaró la presidencia de la República.
Argelia considera "injustificable" el cambio de posición de España que el 18 de marzo respaldó la propuesta marroquí de autonomía sobre la excolonia española, frente a su tradicional posición de defender los acuerdos de Naciones Unidas para celebrar un referéndum.
Argel indica en un comunicado que la actitud de España es "contraria a la legalidad internacional que le impone su condición de potencia administradora y a los esfuerzos de las Naciones Unidas y del nuevo enviado del Secretario General y contribuyen directamente a la degradación de la situación en el Sáhara Occidental y en la región".
Por ello, decide suspender el citado Tratado "que hasta ahora enmarcaba el desarrollo de las relaciones entre los dos países".
"(...) el actual Gobierno español ha dado todo su apoyo a la forma ilegal e ilegítima de autonomía interna preconizada por la potencia ocupante, y ha trabajado para promover un hecho colonial consumado utilizando argumentos espurios", aseguran desde el entorno de la presidencia argelina a Efe.
Argel se ha mostrado "muy sorprendido" por el apoyo de España al proyecto de autonomía de Marruecos para el Sáhara, y en marzo retiró a su embajador en Madrid.
¿Qué es el Tratado de Amistad?
Con la finalización del tratado se paraliza el pacto por el que ambos países acordaron no recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza para atentar contra la integridad territorial o la independencia política de cualquiera de las partes.
El artículo 4 del Tratado lo refleja así:
"En sus relaciones bilaterales, las Altas Partes Contratantes se abstendrán, de acuerdo con la Carta de Naciones Unidas, de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de la otra Parte, o de cualquier otro acto incompatible con los fines y objetivos de las Naciones Unidas.
En consecuencia, no podrá invocarse ninguna consideración que justifique el recurso a la amenaza de la fuerza o al uso directo o indirecto de la misma".
Al suspender el tratado disposiciones como esta quedan completamente en el aire. Así como las que tienen que ver con las relaciones bilaterales entre los dos países. En este sentido, el artículo 1 del Capítulo I del citado tratado señala que: "Los Jefes de Gobierno de ambos países se reunirán una vez al año, de forma alternativa, en España y en Argelia". Con la ruptura del acuerdo, esas reuniones de Alto Nivel desaparecen de la agenda internacional del Ejecutivo.
También quedan en suspenso los acuerdos de cooperación económica y financiera entre ambos países y la cooperación en el ámbito de la Defensa. Además de todo lo relativo a la política migratoria, la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y el tráfico de estupefacientes.
Noticias relacionadas
- El Gobierno, sorprendido por la llamada a consultas del embajador de Argelia: “Les habíamos informado”
- El disidente argelino que deportó Marlaska cumple 3 semanas en aislamiento "desnutrido y aturdido"
- La Audiencia de Zaragoza corrige al juez instructor y archiva el 'caso Ghali' para la exministra Laya
- Marlaska desoyó 2 cartas de Amnistía Internacional y un informe de ACNUR al expulsar a Benhalima