El líder nacional del PP, Pablo Casado, ha telefoneado este miércoles al presidente Pedro Sánchez para ofrecerle el apoyo del Partido Popular en las decisiones que adopte el Gobierno ante la crisis de Ucrania, dentro de sus "obligaciones en el marco de la OTAN". La llamada se ha prolongado durante 25 minutos, señalan fuentes oficiales de La Moncloa.
Casado ha aprovechado la conversación para pedir al presidente del Gobierno que comparezca en el Congreso de los Diputados para informar sobre la crisis diplomática provocada por los planes de Rusia para invadir Ucrania.
El PP tiene previsto registrar formalmente en las próximas horas la petición de comparecencia del presidente Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados.
Según han informado fuentes del PP, Casado ha transmitido a Pedro Sánchez "la importancia de la unidad de acción dentro del Gobierno, tal y como está sucediendo en el resto de países europeos". También le ha ofrecido la experiencia del Partido Popular en el plano internacional.
Al menos por el momento, Pedro Sánchez no tiene intención de comparecer ante el Congreso para informar sobre la crisis de Ucrania y sólo lo hará "si las circunstancias lo hicieran necesario", según ha comunicado el propio presidente del Gobierno al líder la oposición.
Hasta entonces, será el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, el encargado de informar a los grupos parlamentarios sobre la posición del Gobierno y los avances que se produzcan en la crisis diplomática, como hizo el martes en una comparecencia extraordinaria en el Congreso.
Fuentes oficiales de La Moncloa indican que, durante su conversación telefónonica de 25 minutos, Pedro Sánchez ha agradecido a Pablo Casado el apoyo del PP en esta cuestión y le ha explicado que la posición del Gobierno se basa en "garantizar el principio de legalidad internacional, que pasa por respetar la integridad territorial de las naciones, como es el caso de Ucrania".
"Dañar la imagen de España"
Para ello, Sánchez ha trasladado al líder del PP que las herramientas necesarias son "la unidad en el seno la Unión Europea, así como la coordinación de la UE con la OTAN para garantizar un diálogo exigente con Rusia. La prioridad pasa por la disuasión y la desescalada a través de la diplomacia", señalan desde La Moncloa.
Pero la conversación telefónica no ha sido del todo amable, ya que ha servido para poner en evidencia de nuevo las discrpancias entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición en asuntos como la gestión de los fondos europeos, cuyo "reparto arbitrario" ha llevado a los tribunales la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Según indican desde el PP, Casado ha vuelto a pedir a Pedro Sánchez que una Agencia independentiente gestione el reparto de los fondos europeos del plan Next Generation y ha defendido la fórmula de la mochila austriaca -respaldada por el Banco de España- como alternativa a la reforma laboral pactada por la vicepresidenta Yolanda Díaz con las patronales y los sindicatos.
Por su parte, desde La Moncloa recalcan que Sánchez ha pedido al presidente del PP que "deje de poner en duda la gestión de los fondos europeos" y de "dañar la imagen de España" en el exterior con estas críticas.
Podemos contra Robles
El presidente del Gobierno también ha pedido pedido a Casado que el PP facilite, con su voto favorable o abstención, la aprobación de la reforma laboral que será debatida el próximo martes en el Pleno del Congreso de los Diputados.
Ante las reticencias de ERC, Bildu y el PNV a apoyar el texto, el Gobierno intenta cerrar un acuerdo contra reloj con Ciudadanos (Cs) para que la reforma laboral salga adelante en las Cortes con mínimos retoques.
Pablo Casado ha decidido de este modo tomar la iniciativa, tras esperar en vano la llamada del presidente para fijar una posición conjunta de los dos partidos mayoritarios, ante una cuestión que ha provocado fisuras en el Gobierno de coalición.
Sus socios de Podemos han agitado la pancarta del No a la guerra, para frenar los planes de la OTAN de intervención en la zona, han acusado a Pedro Sánchez de "alimentar el ambiente prebélico" y han centrado sus críticas en la ministra de Defensa, Margarita Robles, por enviar tres buques de la Armada al Mar Negro y varios cazas a Bulgaria, dentro de la estrategia de la Alianza Atlántica.
Biden margina a Sánchez
La Moncloa ha evitado hasta ahora que sea el presidente quien informe a las Cortes sobre la crisis de Ucrania. En su lugar lo hizo el martes el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, durante cuya comparecencia los socios del Gobierno (desde Podemos a ERC y Bildu) criticaron que el Ejecutivo se pliegue a los intereses de la OTAN y de EEUU.
Durante su comparecencia, Albares apostó por el "diálogo" para resolver la crisis diplomática de Ucrania, pero advirtió que también es necesario mostar firmeza ante Rusia, que "ha invadido una parte de un país [la península de Crimea desde 2014] y ahora acumula 120.000 soldados más en la frontera".
"Es un diálogo frágil, tenue y amenazado, pero hasta el final apostaremos por él", señaló el jefe de la diplomacia española.
Las discrepancias en el seno del Gobierno respecto a esta cuestión no han pasado desapercibidas en el plano internacional: el presidente de EEUU, Joe Biden, excluyó a Pedro Sánchez de la videoconferencia que celebró el lunes con los principales líderes europeos para abordar la crisis de Ucrania. El presidente de Polonia fue invitado a participar en esta cumbre telemática, pero no el presidente del Gobierno español.
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