Militares y colaboradores de España ya están en el último vuelo de Kabul rumbo a nuestro país. España concluye este viernes su misión en Afganistán. El personal que permanecía coordinando el operativo de retirada y evacuación de colaboradores llegará hoy a la base aérea de Torrejón de Ardoz a las 16:45 horas, según han informado fuentes gubernamentales, tras hacer escala en Dubai.
En total, durante toda la misión, España ha evacuado a 2.206 personas. "Estamos orgullosos de esta misión", ha reconocido la ministra de Defensa, Margarita Robles, consciente de que muchos afganos se han quedado atrás. Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que "España no dejará solo al pueblo afgano" y que se buscarán "vías de ayuda para evacuar al mayor número de personas".
El primer avión A400M ha aterrizado en Dubái a las 06:45 horas y el segundo a las 07:20 horas. Con estos dos vuelos concluye la evacuación de española de colaboradores afganos y sus familias.
En estos últimos vuelos de los A400M de Kabul a Dubái han viajado 81 españoles que aún permanecían en Afganistán, entre personal de la Embajada y militares del Ejército de Tierra y del Ejército del Aire, 4 militares portugueses y 85 colaboradores afganos de España, Portugal y de la OTAN. Desde allí, posteriormente, y ya en un vuelo de Air Europa, llegarán a la Base de Torrejón esta tarde.
2.206 evacuados
De esas 2.206 personas que ha logrado evacuar Defensa, 1.671 son del contingente español, 333 de la Unión Europea, 131 de EEUU, 50 de la OTAN y 21 de Portuga.
Las dotaciones de los aviones, es decir, el personal del Ala-31 del Ejército de Aire, y probablemente algunos del Escuadrón de Apoyo al Despegue Aéreo (EADA), descansarán un día en Dubái y regresarán a Zaragoza el domingo 29 en los tres aviones A400M desplegados por las Fuerzas Armadas en la operación de evacuación.
En total se han producido 17 rotaciones del A400M (Dubái-Kabul-Dubái), 10 vuelos de Air Europa (Dubái-Torrejón) y un primer vuelo de A400M (Dubái-Torrejón, desde el inicio del operativo de evacuación desde personas desde Afganistán.
"Nos vamos juntos"
"De aquí no se va nadie, y cuando sea, nos vamos todos juntos". Este es el mensaje que Defensa ha repetido de forma continuada los últimos días. El Gobierno de España ha continuado con su emepeño de salvar "hasta la última vida" de los colaboradores afganos y de sus familias, que son 1.900 en apenas 10 días. "Estaremos hasta el último minuto que podamos estar", han apuntado fuentes gubernamentales a EL ESPAÑOL. Y así ha sido.
Hasta ahora, nadie en los ministerios implicados quería dar esta información. Temían no sólo poner en riesgo la misión, sino provocar reacciones entre las personas que todavía confían en subir a los A400M del Ejército español. Pero la realidad es que Estados Unidos es quien decide todo. "Son ellos los que gestionan el aeropuerto, lo controlan y lo aseguran". Pero a las tropas americanas les faltará, al final de todo, por evacuarse a sí mismas: miles de militares, cientos de vehículos, toneladas de material.
Eso podría significar dos o tres días de trabajos y salidas continuas de vuelos desde un Kabul tomado por la violencia y el caos. Y más tras los ataques con bomba del jueves. Y aún más tras la insistencia de la insurgencia talibán de que "el día 31 es el último día" en que quieren ver occidentales en su capital o en su aeropuerto internacional.
De ahí que, por mucho que insistiera Boris Johnson en convocar una reunión del G7 para pedirle más tiempo a Joe Biden, ninguno de los líderes de los siete países más poderosos del mundo se quejara a la salida. Cuando el presidente estadounidense dijo "no".
Y de ahí que Alemania ya haya anunciado el fin de las operaciones para este viernes -sólo 24 horas después de anunciar un acuerdo con los talibanes para seguir sacando afganos con visado-. O que Países Bajos y Bélgica hayan hecho las maletas y dado por clausurada toda su presencia en Afganistán este mismo jueves. Pero ese "nos iremos juntos" significa que los que quedan van mano a mano hasta el final.
"Esto no es quién da la vez", explica otra fuente española que mantiene línea directa con la misión del escaso centenar de militares, policías y diplomáticos en Kabul. "La situación en el aeropuerto es dramática y, después del atentado, las tropas españolas se han implicado con las aliadas". Es decir, doble trabajo -o triple... o vaya usted a saber cuánto más multiplicado- para asegurar la zona, evitar avalanchas, evacuar heridos. Lo que tocara.
"Están todos bien"
Ningún soldado español, ni miembros de los GEO o de las UIP la Policía Nacional o los cuatro diplomáticos que permanecen trabajando sobre el terreno se vieron involucrados en el atentado de este jueves junto a la puerta Abbey del aeropuerto de Kabul. "Están todos bien", fue el primer mensaje urgente que se recibió en los despachos del Ministerio de Defensa, el de Asuntos Exteriores y el del Interior.
El ataque se convirtió pronto en una doble explosión, y poco más tarde, fuentes del Gobierno estadounidense confirmaron una tercera explosión. A la hora de cerrar esta edición, las informaciones, confusas, apuntaban a la sospecha de otro ataque inminente.
¿Quién está detrás? Estados Unidos dice, oficialmente, que sospecha del ISIS-K, y los terroristas yihadistas hasta lo han reivindicado... pero si las casualidades no existen en política, en la guerra mucho menos. El autodenominado estado islámico es famoso por reivindicarlo todo. Y es cierto que Joe Biden advirtió de que hay islamistas vinculados al ISIS "enemigos" de los talibanes, dispuestos a desestabilizar su régimen.
Pero también es real que la nomenklatura talibán había advertido sólo un día antes de que podría haber ataques en las instalaciones aéreas de la capital. Y que los occidentales tenían que "irse".
El siguiente vídeo del exterior del aeropuerto tras la explosión contiene imágenes muy duras y puede herir la sensibilidad.
¿Fueron las explosiones un "último aviso"? Fuentes cercanas al Gobierno español creen que tanto da, pero no se creen la condena del régimen, emitida en un tuit por Suhail Shaheen, uno de sus negociadores y portavoz internacional.
"Lo que está claro es que alguien nos está diciendo que allí sobramos", explica un funcionario del Ejecutivo. "Los talibanes ya avisaron, y eso hizo que los accesos al aeropuerto dejasen de estar tan poblados; si no, la carnicería habría sido mucho peor".
Las cifras de víctimas no dejaban de crecer en las horas siguientes al triple ataque. Según los datos confirmados a la hora de cerrar este periódico, más de 110 personas murieron y 150 resultaron heridas en las cercanías del aeropuerto de Kabul, muchos de los cuales formaban parte de la multitud que intentaba alcanzar uno de los vuelos de evacuación internacional, según fuentes sanitarias afganas.
Entre las tropas de EEUU, las bajas se contaban en al menos 13 marines muertos y 18 heridos. Y si alguien aún cavilaba sobre la disposición del comandante en jefe, Joe Biden, a quedarse un minuto más en Kabul, cualquier duda ha quedado disipada.
"España permanecerá hasta el último minuto, porque eso significa la última vida", proclamaron Margarita Robles, titular de Defensa, y la portavoz del Consejo de Ministros, Isabel Rodríguez, el pasado martes. Ese último minuto se cuenta con que sonará en los relojes este mismo viernes, según las informaciones que maneja este periódico, pero lo cierto es que en la noche del jueves aún se preparaba más de un vuelo de rescate.
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