El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido prescindir de Iván Redondo como jefe de Gabinete de la Presidencia del Ejecutivo, un cargo que pasará a desempeñar el hasta ahora presidente de Paradores, Óscar López.
"A veces en la política, en la empresa, como en la vida, además de saber ganar, saber perder, hay que hacer algo mucho más importante: saber parar", ha escrito este sábado Redondo tras conocerse su salida en una nota de su puño y letra que ha difundido a los medios de comunicación.
Sin estar en primera línea del Gobierno, Redondo ha sido uno de los hombres fuertes de los Ejecutivos de Sánchez y muñidor de gran parte de sus estrategias, al punto de ser reconocido como el "ministro 23".
Está considerado el ideólogo de la moción de censura contra Mariano Rajoy que llevó a Pedro Sánchez al Palacio de la Moncloa y fue el encargado de llevar a buen puerto las negociaciones que dieron paso al primer Gobierno de coalición de la Democracia, con la inclusión de los principales líderes de Unidas Podemos en el Ejecutivo.
En una charla organizada por el think tank Corporate Excellence en Madrid a finales de 2019, su entonces presidente y hoy conseller de Economía catalán Jaume Giró, dijo que Redondo era "la persona que más rápido interpreta los movimientos en la sociedad".
En su trayectoria profesional, Iván Redondo ha trabajado también con dirigentes políticos del PP, como el expresidente extremeño José Antonio Monago, o el exalcalde de Badalona, Xavier García Albiol. El ya exjefe de Gabinete, que también mantiene una buena relación personal con Pablo Iglesias, se precia de ser un estratega y de tener mirada larga donde otros buscan el regate corto y réditos inmediatos.
Su sustituto será Óscar López, un hombre de partido que tuvo cargos orgánicos ya con José Luis Rodríguez Zapatero, como secretario general de los socialistas en Castilla y León. Alfredo Pérez Rubalcaba le nombró secretario de Organización del PSOE en febrero de 2012.
Discreto
Cuando Pedro Sánchez se puso en contacto con Iván Redondo no sabía que iba a ganar las primarias. Aceptó el reto y empezó a colaborar con él con la idea de llevarle algún día a la Moncloa. Aparentemente tímido y discreto, parco en palabras, el principal asesor y estratega político del presidente del Gobierno ha estado junto a él en mítines, debates televisivos y actos institucionales y su presencia ha pasado siempre inadvertida.
Quizá por eso se había ido creando enemigos en el PSOE. Hay quien le consideraba directamente un mercenario y otros le han culpado de los errores que perjudican a Sánchez y han criticado que fuera un experto en comunicación que no controle las instituciones.
El hecho de no militar en el partido también levantó muchas suspicacias y sus intervenciones en la política interna de los socialistas, como el "golpe de mano" para tomar el control de la campaña electoral en los comicios madrileños del pasado 4 de mayo, reforzó esta idea.
Además del director del Gabinete del presidente del Gobierno desde 2018, Redondo asumió también, dos años después, el mando de la Secretaría de Estado de Comunicación y el Departamento de Seguridad Nacional.
Nacido en San Sebastián, es licenciado en Humanidades y Comunicación por la Universidad de Deusto y está especializado en Información Económica por la Universidad Complutense de Madrid.
Trabajó como consultor de comunicación en Llorente y Cuenca y fue asesor de comunicación del Gabinete de la presidencia del Sindicato Nacional de Enfermería (SATSE) y varias empresas (Gas Natural-Endesa), así como colaborador de "El Diario Vasco" y asesor de comunicación de diferentes empresas.
En 2008 creó en Madrid su consultora política Redondo & Asociados Public Affairs Firm, ahora llamada Erre & Asociados y que fundó junto a su esposa, Sandra Rudy. Su futuro es incierto.