Pablo Iglesias quiere reducir la jornada laboral semanal, impulsar el reparto del trabajo en plena crisis socioeconómica. Y ya ha puesto a la ministra de Trabajo a la tarea de averiguar cómo abordar esta reducción de las horas de trabajo sin tocar sueldos. Fuentes del equipo de Yolanda Díaz confirmaron a este periódico que en el departamento se está estudiando "el tiempo de trabajo" como "una de las claves del siglo XXI".
Iglesias es consciente de que en breve cambia su influencia dentro del Gobierno, que a la vuelta de la aprobación de los Presupuestos, con las uvas de fin de año, su poder se reduce. De ahí su presión infinita en estas semanas -alquileres, desahucios, referéndum del Sáhara, cortes de suministros, reforma del CGPJ, comisión de las ayudas europeas, Ingreso Mínimo Vital...- y de ahí el anticipo de cuáles son sus planes para el próximo año.
Este jueves, Pablo Echenique anunciaba en el Congreso el inicio de "una nueva era" en la política española, desgranando los proyectos legislativos en marcha. Pero su jefe, el vicepresidente segundo, ya marca el terreno inmediato incluso para sus socios socialistas.
"Nuestra posición es modesta, somos el socio minoritario del Gobierno y normalmente somos nosotros los que tenemos que ceder", admitía en una entrevista televisada el líder de Podemos. "Claro que dentro del gobierno se discute de temas muy importantes. Y estamos satisfechos de muchos resultados, pero mucha gente de izquierdas me pregunta que por qué no hemos conseguido más".
Bandera de Podemos
Iglesias, maestro en ir generando marcos de discusión que, a la larga, le convienen, ha lanzado la reducción de la semana laboral a cuatro días y 32 horas subiéndose a la ola de una propuesta que trató de colocar Íñigo Errejón un día antes.
Aunque en realidad, es una propuesta que se había llevado el exfundador de Podemos del ideario morado a su nuevo proyecto: el punto 64 del programa electoral de Unidas Podemos ya planteaba una "jornada laboral de 34 horas semanales" y la "reorganización de los tiempos de trabajo, ocio y cuidados" porque "en España se trabajan más horas que en otros países de nuestro entorno".
Así, tal y como admite una portavoz del Ministerio de Trabajo, "este tema hay que abordarlo en su integridad". Es decir, revisando "la jornada, las horas extras, la distribución irregular de la jornada, etcétera".
El equipo de Díaz insiste en que cualquier abordaje del asunto se hará dentro del diálogo social, con sindicatos y empresarios. Y en todo caso, que aún no tiene decidido si incluirá esta iniciativa en su plan de desmantelamiento de la reforma laboral del PP, "o quizás en una ley" integral. En todo caso, éste es un proyecto que no está expresamente incluido dentro del acuerdo de coalición y probablemente se encuentre con la oposición interna del ala económica del Ejecutivo.
El pacto entre PSOE y Unidas Podemos sí que aborda todos los aspectos enunciados por Trabajo, de promover un pacto social y político para la racionalización de los horarios y usos del tiempo con el objetivo de "reorganizar completamente los tiempos de trabajo, ocio y cuidados". Y el documento anticipaba, sobre todo, "un nuevo Estatuto de los Trabajadores para el siglo XXI", y será en ese marco en el que se aborde la discusión entre los socios.
Formación continua
Desde los sindicatos recuerdan que no es la primera vez que el asunto de las jornada semanal de cuatro días sale a la palestra. En cualquier caso, indican que las horas que se restarían no pueden ser solo de tiempo libre. La conquista de derechos que supondría la fían a medio plazo y la plantean dentro de los avances en competitividad del mercado laboral.
Concretamente, la Unión General de Trabajadores (UGT) afirma que parte de este tiempo se tendría que plantear para la formación continua de los trabajadores. Aunque habría que plantear el número de horas que se podrían dedicar a este aspecto.
Consideran que sería una cuestión que, aunque se comience a debatir ahora, no sería de aplicación automática. De hecho, fuentes del sindicato apuntan a que el lugar para plantear la reducción de la jornada laboral sería el Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI que ha planteado el Gobierno y que es uno de los proyectos personales de Pedro Sánchez.