Quedan menos de dos semanas para que el PP decida en su Congreso Extraordinario quién será el sustituto de Mariano Rajoy al frente del partido y la incertidumbre se ha extendido por todos los rincones de la formación. La candidata que encabeza la lista más votada, Soraya Sáenz de Santamaría, mantiene la mano extendida para cerrar una lista de integración con su rival, Pablo Casado. Sin embargo, el vicesecretario de Comunicación quiere mantener el pulso hasta el final. Un durísimo enfrentamiento que la mayoría de barones no ve saludable para el futuro del PP.
Los barones conservadores de las dos autonomías que más compromisarios llevan al congreso, Andalucía y Valencia, están a favor de que Santamaría lidere la lista unificada y Casado se integre en ella. El andaluz Juanma Moreno reconocía ante las cámaras: "Pablo Casado es un candidato magnífico, pero Santamaría ha ganado". Por su parte, Isabel Bonig pidió "respetar la voluntad de los militantes". Los afiliados que votaron el jueves dieron vencedor a la exvicepresidenta por 1.500 papeletas.
En privado, algún barón territorial donde incluso Casado ha ganado contra todo pronóstico critican la "actitud" que ha decidido tomar el aspirante a presidente. Los críticos con que la batalla se recrudezca en esta segunda fase creen que "él solo piensa en atraer a los compromisarios de Cospedal para desbancar a Soraya. Si hubiera sido él el más votado se quejaría y pediría que se respetase el deseo de los militantes", critica uno de ellos. "Lo mejor para el PP sería que dejase a ella de presidenta, pactase la secretaría general y un buen número de afines en la Ejecutiva", solicitan. "Ahora la presión nos la vuelven a dejar a nosotros. Es insoportable", se queja otro.
Tras una primera campaña intensísima, los cuadros regionales y provinciales temen que en esta segunda vuelta las presiones de las dos candidaturas se multipliquen. "Aquí votamos gente con nombre y apellido y los dos equipos van a intentar convencernos de por qué tenemos que votar a uno u otro. Sin pensar en qué es lo mejor para el partido", se quejan.
Casado, de momento, quiere llegar hasta el Congreso como aspirante a suceder a Mariano Rajoy. La expulsión del tablero de juego de la secretaria general ha dado un vuelco a la candidatura del vicesecretario de Comunicación, que está convencido de que la gran mayoría de ese 26% de apoyos que recibió Cospedal apoyarán en masa su cartel.
Según los cálculos milimétricos que hizo EL ESPAÑOL con la voluntad de los militantes inscritos, en el reparto de compromisarios Santamaría obtendría el respaldo unánime de 1.008 delegados y Casado de 882. Habría, además, 725 compromisarios afines a la secretaria general que tienen ahora que decidir a qué candidato otorga su confianza.
La voluntad de los militantes
Desde el equipo de Casado cuentan con hacerse con el control de 2.000 compromisarios de los 3.184 delegados que votarán y su equipo habla de "una victoria asegurada". Además, creen que los compromisarios tienen que tener libertad a la hora de elegir a su candidato. Desde el equipo de Santamaría, sin embargo, piden a los delegados que respeten la voluntad de los militantes o que, al menos, hagan caso a sus líderes.
Las expectativas de Casado, sin embargo, están demasiado altas si se sondea a cuadros intermedios que hasta el jueves respaldaban de forma unánime a Cospedal. "La secretaria general está ya fuera de combate, ya ha perdido. Puede indicar cuál es su preferencia, pero al final cada uno va a negociar tanto con Santamaría como con Casado su futuro. Y de eso dependerá que se vote a uno u otro", detalla un secretario provincial.
El mensaje de Feijóo
La actitud del barón gallego ha suscitado también alguna crítica. Galicia ha sido una de las tres únicas autonomías donde Cospedal ganó a sus rivales y ahora, una vez descartada del proceso, Alberto Núñez-Feijóo dice que la unidad en el PP se puede conseguir "antes, durante o después del proceso". Personas afines a Feijóo culpan a Santamaría de la decisión final del gallego de no presentarse a estas primarias por el miedo a que se filtrasen a los medios dossieres contra él.
Ahora que la exvicepresidenta es la clara favorita para ganar este Congreso, Feijóo evita darle ya por vencedora. "El recuento de compromisarios no está definitivamente finalizado". El futuro, lejos de despejarse, es más incierto que nunca.