En el PSOE andaluz reconocen que es la primera vez que respiran "aliviados" desde que la jueza Mercedes Alaya abrió la investigación de la macrocausa de los ERE hace casi 15 años.
En la misma jornada -este martes- en la que el TC se dispone a tumbar el caso con una ponencia de la magistrada andaluza Inmaculada Montalbán, que exculpa de malversación a Carmen Martínez Aguayo, exnúmero 2 del expresidente José Antonio Griñán, los socialistas ya buscan darle una vuelta a la situación tras estos años de "martirio".
De hecho, tienen en mente una estrategia para comenzar ya a restituir el honor de los ex altos cargos que finalmente queden absueltos, como previsiblemente ocurrirá con los expresidentes Manuel Chaves y Griñán, condenados a la inhabilitación el primero por prevaricación y a prisión el segundo por malversación.
Sus recursos se estudiarán el próximo 16 de julio, pero las sentencias de las exconsejeras Magdalena Álvarez y Aguayo han abierto ya el camino.
Lo primero será convencerles para que vuelvan al partido: "No solo estamos estaremos dispuestos, sino que estaremos encantados de volver a recibirles", aseguró este lunes el líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, sin nombrarlos, aunque refiriéndose principalmente a ellos.
Hace un mes se cumplieron ocho años desde que ambos pidieran la baja voluntaria como militantes del PSOE después de su procesamiento por el caso. Antes ya habían dimitido como diputado y senador, respectivamente, y ese paso amargo en partido que dirigieron durante años lo dieron ellos antes para que no les aplicara el código ético que aprobó Pedro Sánchez, que preveía su baja de militancia.
A la que fuera secretaria del PSOE y presidenta de la Junta, Susana Díaz, no le tembló el pulso con los que habían sido sus padres políticos. Ya en noviembre de 2014 rompió los lazos con ellos al anunciar que "cualquier persona" que resulte imputada por el Tribunal Supremo o por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) "va a tener que dejar el escaño".
Preguntada por los periodistas sobre si se estaba refiriendo también a los expresidentes de la Junta respondió: "Me estoy refiriendo a todos".
Unos meses después el entonces líder de Ciudadanos, Juan Marín, le impuso su propia espada de Damocles condicionando su apoyo para la investidura de Díaz a cambio de que ambos entregaran sus actas.
Después de aquella ruptura, la presidenta dejó de contar con ellos en las campañas electorales hasta tal punto que ni los nombraba cuando rememoraba los hitos de su partido en el Gobierno andaluz. De hecho, desde entonces dejaron de ir a actos puramente del partido.
Griñán no ha ido a ninguno y a Manuel Chaves sí se le ha podido ver en alguna presentación de algún libro o a la entrega de algún premio, como ocurrió hace unas semanas cuando acompañó al expresidente del Gobierno Felipe González, quien siempre defendió su honorabilidad, en público y en privado.
Alivio y enfado
El semblante de Juan Espadas este lunes mostraba alivio y enfado a la vez. Alivio porque cree que el fallo del TC supone un espaldarazo también a la federación andaluza, que no levanta cabeza elección tras elección.
Y de enfado por cómo considera que el PP está encajando la anulación parcial de la condena de la exconsejera Magdalena Álvarez y la posible absolución de otros excargos. "Poniendo en entredicho una institución como el TC", aseguran a EL ESPAÑOL fuentes del partido a este periódico.
De ahí que culminara su intervención con un tajante mensaje: "hasta aquí hemos llegado", abriéndole la puerta a los excargos que sean absueltos para que vuelvan al partido.
Pero no sólo eso, sino que anunció que su formación dará un paso más para restituir el honor de estos ex altos cargos. Se querellará contra quienes les acusen directamente de robar.
"Que lo digan con nombres y apellidos para poner querellarnos" y lanzó otra advertencia: "No vamos a permitir que ningún responsable político, expresamente de Vox y PP, vuelva a hablar de robo de dinero público y se hable del PSOE o de los socialistas".
Según ha podido confirmar este periódico, cuando el fallo del TC, sobre todo el de la malversación, sea definitivo, no descartan realizar una serie de actos contando con la presencia de los excargos absueltos, a los que "nadie les va a devolver sus vidas, al menos sí el honor", señala otra fuente del partido.
Por el momento, el hecho de abrirle la puerta de la federación que en su día dirigieron y que desde Ferraz cerraron a cal y a canto cuando les procesaron, ya es un aviso a navegantes. Sobre todo a Vox y al PP, a quienes el caso ERE "le ha salido muy rentable" en términos políticos en todos estos años, como remarcó este lunes el propio Juan Espadas, también con cara de enfado.