Juan Espadas mantiene a Susana Díaz en el Senado para llegar con un PSOE unido a las municipales
La próxima semana mantendrá una reunión el nuevo grupo parlamentario para decidir la estructura de dirección.
24 junio, 2022 02:36El PSOE andaluz atraviesa un momento complicado. Tras cosechar los peores resultados de su historia, el candidato socialista, Juan Espadas, sabe que tiene que hilar fino para que heridas del pasado no vuelvan a reabrirse y provoquen otra fractura interna con las elecciones municipales a once meses.
Con el objetivo de que a estos comicios llegue un Partido Socialista más unido y no se profundice la brecha que aún existe entre susanistas y espadistas tras las primarias celebradas hace un año, el primer paso ha sido mantener en el Senado a la expresidenta de la Junta Susana Díaz.
Con 30 escaños en el Parlamento andaluz, el PSOE puede designar hasta tres senadores por la comunidad y uno de ellos será, con seguridad, la política sevillana. Tras perder aquellos comicios internos fue el acuerdo al que llegaron para darle "una salida digna".
Para que sean favorables, estas votaciones suelen estar pactadas previamente entre los Grupos, pero puede darse una paradoja. Tras el vuelco electoral sería la primera vez que la Cámara con mayoría absoluta del PP tenga que votar a Susana Díaz como senadora.
[Susana Díaz abandona Andalucía, jura la Constitución y ya ocupa su asiento en el Senado]
En una entrevista concedida a este medio durante la campaña, el líder socialista aseguró que tanto él como su antecesora habían hecho una tarea importante para coser el partido tras aquellas primarias. Pero han sido muchas las voces críticas que ya han salido pidiendo explicaciones de la debacle del 19-J y una mayor reflexión. A todos los niveles.
Aunque muchos de los que apoyaron a Susana Díaz en un principio se pasaron a las filas del nuevo secretario general, la renovación de las listas al 70% para concurrir a estas elecciones también supuso tensiones internas. Ello provocó la salida de socialistas históricos como los exconsejeros Felipe López o Rosa Aguilar, quien llegó a ser ministra de José Luis Rodríguez Zapatero.
Frenar esas voces
Espadas las quiere frenar a toda costa. Para mayo de 2023 necesita a un partido fuerte. Sobre todo, cuando muchos alcaldes —una fuente socialista de solvencia los cifraba ayer entre un 60 y un 70%— "no quieren a Pedro Sánchez ni al propio Espadas" en su campaña de cara a esos comicios más localistas.
Creen que el efecto puede ser negativo. El propio Espadas ha reconocido tras la campaña que no han conseguido movilizar el electorado y que los andaluces han pagado con él su "cabreo" por la subida de los precios. Pedro Sánchez le ha acompañado en actos durante varios fines de semana.
El riesgo de que estas críticas se eleven y den pie a nuevas corrientes dentro del partido es real y es lo que Espadas pretende evitar. Por el momento, Susana Díaz ha sido muy escueta en cuanto a la valoración de los resultados del 19-J: "Me duele mi partido y mi tierra".
Espadas insiste en que su relación personal es buena y que el miércoles analizaron, precisamente en un encuentro en la Cámara Alta, lo ocurrido el pasado domingo.
Los deberes
En cualquier caso, la próxima semana mantendrán una reunión con el nuevo Grupo Parlamentario Socialista para realizar varios deberes. Entre ellos, averiguar por qué se dejaron casi 130.000 votos y tres diputados respecto a 2018; definir la estructura de dirección y dirimir las futuras estrategias de oposición al Gobierno monocolor de Juanma Moreno.
[Más de 115.000 votantes socialistas han confiado en Juanma Moreno y otros 175.000 se han abstenido]
De momento, ya son conscientes de que la estrategia del miedo a Vox beneficia al PP. Su objetivo es hacer un ejercicio de oposición útil y constructiva y mucho más pegada al terreno, con la ciudadanía en la calle, para recabar reivindicaciones y llevarlas al Parlamento.
Otra cuestión es cómo puede afectar este resultado de cara a las nacionales en una comunidad que siempre ha sido considerada un granero de votos socialistas. De ellos, muchos —más de 115.000— votaron el domingo a Juanma Moreno. Aunque desde el PSOE insisten en que el voto progresista "se ha quedado en casa".