El rector de la UCM, Joaquín Goyache (centro), junto a Jorge Clemente, decano de Ciencias de la Información, en la Universidad.

El rector de la UCM, Joaquín Goyache (centro), junto a Jorge Clemente, decano de Ciencias de la Información, en la Universidad.

España

Guerra abierta en la UCM: luchas de poder, el caso Begoña como arma y una denuncia por acoso al enemigo del rector

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La última batalla pública entre ambos se remonta al 16 de julio de este mismo año. Ese día, el decano de la Facultad de Ciencias de la Información, Jorge Clemente, tomó la palabra en el Consejo de Gobierno y le preguntó al rector de la Universidad Complutense, Joaquín Goyache, por la cátedra de Transformación Social Competitiva que codirigía Begoña Gómez

El asunto ya venía caliente desde la anterior cita del órgano de gobierno de la Universidad, en la que se habían enfrentado por este mismo tema. Pero en esta reunión la pelea se expresó a gritos, con constantes interrupciones y la amenaza del rector de retirarle la palabra. Desde entonces no se han vuelto a retransmitir estos debates en abierto, como ocurría hasta entonces. 

La disputa entre Clemente y Goyache, en realidad, tiene su origen en la propia elección del rector, en marzo de 2023. Se recrudeció con el escándalo del máster de Begoña Gómez y ahora ha alcanzado su punto álgido con una denuncia interna por “acoso laboral” presentada por Ubaldo Cuesta, vicerrector de Comunicación de la Universidad. 

“La denuncia viene por una situación de acoso laboral mantenido, es un mobbing de libro. Mantiene paralizadas varias cátedras, está bloqueando los asuntos económicos de la Universidad y argumenta cuestiones legales que son falsas. Nada de esto tiene que ver con el tema de Begoña Gómez”, asegura a este periódico el denunciante, Ubaldo Cuesta. 

Antes, el denunciado, Jorge Clemente, lo había deslizado en la comisión de investigación que se celebra en la Asamblea de Madrid. “En los últimos meses me he significado por pedir insistentemente, tanto en el Consejo de Gobierno como en el claustro de la Universidad, información sobre el funcionamiento de las cátedras extraordinarias”, dijo. 

Y este posicionamiento, añadió este miércoles el decano de Ciencias de la Información, “parece haber sido considerado acoso laboral desde instancias superiores”.

Lo que no ocultan desde dentro de la Universidad es que existe una lucha por el poder descarnada y que Jorge Clemente trata de convertirse en una especie de “portavoz del descontento” contra Goyache. Pero esas hostilidades no vienen de aquel Consejo de Gobierno subido de tono, ni de la investigación judicial sobre Begoña Gómez. Hay que irse más lejos.

Una elecciones polarizadas

Las elecciones al rectorado en la Complutense siempre han tenido un marcado tinte ideológico. Se trata de la universidad pública más importante de España, con un presupuesto en 2023 de 618 millones de euros, y en la que las relaciones con la administración política -la Comunidad de Madrid aporta la mayor parte de la financiación- son fundamentales.

De ahí que las pasadas elecciones, celebradas en marzo del año pasado, se midieran en esos mismos términos. 

Goyache, que optaba a la reelección, había sido un hombre de tradición izquierdista en sus orígenes. Pero poco antes de los comicios nombró a Isabel Díaz Ayuso alumna ilustre de la Facultad de Ciencias de la Información y una parte de la comunidad universitaria se le echó encima. Incluso con una campaña de recogida de firmas contra él.

Esa polarización le proporcionó el apoyo de buena parte del sector conservador, lo que le sirvió para imponerse en las urnas, con un 55% de los votos, a Esther del Campo, catedrática de Ciencia Política y a quien se vinculaba con el ala más izquierdista de la Universidad.

Goyache nombró entonces a algunos miembros de ese sector conservador en puestos destacados. Y cuando se conoció su implicación personal en la cátedra de Begoña Gómez lo acusaron de querer poner un pie en Moncloa y otro en la Puerta del Sol, sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

Oposición en la sombra

Jorge Clemente había apoyado en un primer momento en esas elecciones a Iñaqui López, catedrático de Organización de Empresas. Pero cuando su candidatura se quedó por el camino, se puso del lado de Esther del Campo. 

Desde entonces, apuntan fuentes de la Universidad, ha estado intentando ejercer una especie de contrapoder en la sombra. “Es un líder opositor accidental. Aunque en una situación de vacío de poder podría dar un paso adelante”, admiten desde la Complutense.

Para hacer descabalgar a Goyache haría falta presentar una recusación en el Consejo de Gobierno, donde están presentes los decanos, directores de departamentos u otros miembros -muchos de ellos nombrados por designación del rector. Aunque en estos momentos, insisten varias fuentes, no existe el consenso suficiente para ello.

La investigación sobre Begoña Gómez, en la que el propio Goyache fue imputado por el juez Juan Carlos Peinado, se convirtió en una oportunidad para el sector crítico.

Jorge Clemente se había alzado ya como el portavoz más visible de ese malestar existente dentro de la Universidad, si bien la denuncia contra él no responde directamente a los reproches por el 'caso Begoña'.

Cátedras paralizadas

Clemente, como decano de la Facultad de Ciencias de la Información, es el responsable de aprobar las cátedras extraordinarias vinculadas a su departamento. Y según diferentes fuentes de la Universidad, ahora mismo tiene paralizadas media docena de ellas, de las cuales tres están dirigidas por Ubaldo Cuesta. 

El vicerrector de Comunicación, que fue nombrado por Goyache, insiste en que Clemente argumenta que no se reunía la Comisión Mixta -el órgano colegiado para el seguimiento y control de la cátedra-, de estos títulos, cuando “no es verdad”. Por tanto, las cátedras “siguen bloqueadas” hasta que las instituciones académicas tomen una decisión. 

El decano de Ciencias de la Información, mientras, apunta a que existen diferentes irregularidades para justificar su decisión.

Ubaldo Cuesta presentó la denuncia por “acoso laboral” hace “dos o tres meses” y ahora está en manos de la Inspección de Servicios, responsable de resolver los expedientes disciplinarios, donde Jorge Clemente ya ha acudido a declarar

El decano de Ciencias de la Información acusaba al rector en esa polémica reunión del Consejo de Gobierno de “dañar la reputación” de la Complutense. Pero tras todo este asunto, expuesto ante los diputados de la Asamblea de Madrid, se adivinan unas luchas internas que tampoco mejoran la imagen de esta universidad pública.