La amenaza del terrorismo yihadista, que ya ha producido un importante aumento en el número de detenciones en los últimos meses, se continuará incrementando a lo largo de los próximos meses. Es la alerta que emiten desde el Ministerio del Interior ante la radicalización de múltiples perfiles susceptibles de cometer un ataque y el consecuente aluvión de operaciones antiterroristas en toda España.
Así lo ha confirmado este martes el ministro Fernando Grande-Marlaska en su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados. en ella, el titular de Interior ha sido claro: "Continuará al alza en los próximos años. El nivel de amenaza es alto", ha recalcado.
El terrorismo será uno de los grandes retos de la seguridad del Estado en los próximos años. "Principalmente", dijo Marlaska, el riesgo viene por "el terrorismo internacional de carácter yihadista", y es ahí donde se están volcando los especialistas en información de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Los datos más recientes avalan esa preocupación. El 2023 pasó a la historia como el año en el que el Ministerio del Interior detuvo a más yihadistas desde los atentados del 11-M. Según los datos del departamento que dirige Marlaska, la cifra de arrestados en estos 12 meses asciende a 77 personas en todo el territorio nacional.
Desde 2005, cuando la Policía Nacional y la Guardia Civil arrestaron a 95 personas apenas un año después del ataque perpetrado en Madrid, y reivindicado por Al Qaeda, no se había alcanzado una cifra similar.
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Según los datos de la Secretaría de Estado de Seguridad, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llevaron a cabo un total de 35 operaciones desde el mes de enero de 2023, cuando un joven marroquí, Yassine Kanjaa, asesinó a un sacristán en el centro de la localidad gaditana de Algeciras.
Se disparan las detenciones
El último de los arrestos se ha producido esta misma semana cuando un joven de apenas 17 años ha sido detenido en Sevilla tras fabricar un chaleco militar con explosivos listos para inmolarse. Planeaba cometer el ataque en su colegio, llevándose por delante a otros jóvenes con una bomba adherida al cuerpo.
En un importante número de operaciones, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llevaban largos meses de trabajo. Sin embargo, las detenciones en muchas de ellas se han precipitado en las últimas semanas tras el ataque de Hamás en Israel.
La matanza provocó un seísmo de consecuencias imprevisibles en países de Occidente. Una de esas posibles vías es que comunidades judías fuesen víctimas de ataques yihadistas.
Las detenciones se han disparado después de que el grupo terrorista que controla Gaza instase el pasado octubre a los musulmanes de todo el mundo a practicar la "yihad global", como parte de su guerra no sólo contra Israel, sino contra Occidente. Dicho llamamiento, de hecho, previno a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de varios países europeos.
En Interior contemplaban la posibilidad de que se produzcan ataques contra otros ciudadanos de países europeos. Por eso, el departamento de Fernando Grande-Marlaska decidió reforzar el nivel 4 de alerta antiterrorista que se mantiene desde el año 2015.
Se eleva la amenaza
"Tras el ataque de Gaza ha habido un aumento exponencial, cuantitativa y cualitativamente, en la radicalidad de los sujetos que veníamos investigando", señalan fuentes de la lucha antiterrorista. "Se ha elevado la amenaza".
"Muchos de ellos ya estaban plenamente radicalizados", prosiguen. "Lo que ha supuesto lo de Hamás es un paso más, en cuanto al riesgo que representan, de poder pasar a la acción o iniciar nuevos procesos de enaltecimiento y adoctrinamiento".
De hecho, algunas de las operaciones más recientes de la CGI han tenido como objetivos a islamistas radicalizados con especial obsesión contra los judíos o el colectivo LGTBI.
Algunos de ellos habían tomado la decisión de pasar a la acción y perpetrar un ataque. Estas circunstancias han propiciado que la Policía se viera obligada a intervenir para detenerles.
Es el caso de Said, un yihadista detenido en noviembre en Tarrasa (Barcelona), quien incluso había comprado ya cuchillos para cometer un atentado. También dos hermanos brasileños interceptados por la Guardia Civil diseñaban ya acciones inminentes en España para estas últimas semanas.
Hace tan solo unas semanas, tres menores fueron arrestados por la Policía al descubrir que ya fabricaban el explosivo conocido como La Madre de Satán, con el que también pretendían lanzar un ataque.
La fórmula de esa misma bomba fue la que consiguieron otros 4 yihadistas detenidos en octubre por la Policía, poco después de la llamada de Hamás a cometer atentados en todo el planeta.