Como estaba previsto, Felipe VI y doña Letizia y los Reyes Eméritos, Juan Carlos I y doña Sofía, han acudido por separado este lunes al funeral de Isabel II, pero el protocolo los ha unido en la Abadía de Westminster, por lo que la fotografía que Zarzuela quería evitar se ha producido.
Los sabidos escándalos del Emérito o su reciente y controvertida visita a España -que Moncloa calificó de "desastre"- motivaron que Casa Real haya querido impedir a toda costa que en una misma imagen pudiera verse a padre e hijo juntos en la medida que don Felipe representa un nuevo tiempo en la monarquía.
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Según pudo saber EL ESPAÑOL -y publicó este domingo-, don Juan Carlos "está cabreadísimo" por este malestar y reservas hacia su persona en su propia casa: "No he matado a nadie", llegó a decir.
El Gobierno ha insistido en las últimas horas en que quienes representan a España son don Felipe y doña Letizia -este mismo lunes lo ha dicho el ministro de Exteriores, José Manuel Albares- y que la invitación de don Juan Carlos era de carácter privado.
En el funeral, convertido en evento de interés planetario, los protagonistas no han podido además evitar salir con frecuencia en cámara, sentados los cuatro en segunda fila, tras los representantes de las casas reales de Dinamarca, Suecia y Holanda, y a escasos metros del féretro con los restos de Isabel II.
Saludo "cordial" entre padre e hijo
Este domingo, pudo saber EL ESPAÑOL, el Rey y su padre se saludaron "cordialmente" en la recepción ofrecida en el Palacio de Buckinham por el nuevo monarca Carlos III, "guardando las formas que se deben guardar en ese momento y lugar" y sabiendo que se trataba de un acto privado.
Don Juan Carlos y don Felipe no se veían desde el viaje del Emérito a España en mayo. Tras su paso por Sanxenxo (Pontevedra), voló a Madrid para conversar con su hijo en Zarzuela. Fue un encuentro incómodo y frío en el que abordaron "cuestiones familiares" y "distintos acontecimientos y sus consecuencias en la sociedad española".
Don Felipe y doña Letizia viajaron a Londres en un avión de la Fuerza Aérea junto a la Reina Sofía, pero a su llegada se desplazaron a distintos alojamientos. Los primeros, a la Embajada de España; la segunda, al hotel Cladirge's, donde ya le esperaba don Juan Carlos, que había aterrizado un par de horas antes procedente de Abu Dabi.
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"Juan Carlos y Sofía se han saludado con cariño. La gente no entiende esta relación, pero lleva así décadas. De hecho, hablan mucho por teléfono, casi todos los días", contó una fuente próxima al exjefe de Estado a este periódico.
Los Reyes Eméritos entraron juntos a Buckinham. No se les veía juntos en público desde hace más de dos años y medio, cuando acudieron al funeral de Plácido Arango, fundador del grupo VIPS. Don Juan Carlos, como este lunes, se sostuvo con la ayuda de un bastón y del brazo de uno de sus asistentes. Una hora más tarde llegaron don Felipe y doña Letizia, son semblante serio.
Ya este lunes, tras el funeral, Felipe VI tiene previsto acudir al Castillo de Windsor, donde Carlos III ha invitado a las casas reales asistentes al funeral a la ceremonia religiosa que precederá al sepelio, ha informado Zarzuela. La Reina Letizia podría no acudir ya que tiene previsto volar a Nueva York en vuelo comercial para participar en una serie de compromisos con motivo de la Asamblea General de la ONU.
La Reina Sofía también ha aceptado la invitación, por lo que se desplazará a Windsor junto a don Felipe, no así don Juan Carlos, que "ha declinado la invitación", según Zarzuela.