Interior aceptó al menos a otros 2 etarras la misma carta tipo de perdón que un juez acaba de revocar
Las misivas de Javier Aguirre Ibáñez y Marta Igarriz Iceta son calcadas a la que ha sido revocada ahora por la Audiencia Nacional.
12 febrero, 2022 04:33Noticias relacionadas
El Ministerio del Interior aceptó a al menos otros dos etarras la misma 'carta tipo' de perdón que un juez acaba de revocar. Ha sido la Audiencia Nacional la que este viernes ha echado atrás el tercer grado que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias concedió el pasado mes de septiembre a Jon Crespo Ortega, preso de la banda terrorista ETA, por no hallar en él un "arrepentimiento expreso".
En el auto firmado por el juez José Luis Castro Antonio, al que ha podido acceder EL ESPAÑOL, figura el texto que el terrorista remitió a la Junta de Tratamiento y que le valdría, a la postre, para que se le progresara al grado de semilibertad. La comparativa con el texto empleado por al menos otros dos miembros de la banda refleja que es prácticamente un calco.
La carta de Crespo Ortega, invalidada por el juez por la ausencia de perdón a las víctimas y la falta de reconocimiento de sus crímenes decía lo siguiente:
"Reconozco el dolor y el daño causado. Así mismo, espero que este inequívoco reconocimiento pueda servir en la medida de lo posible para atenuar el sufrimiento generado a las víctimas. Víctimas ante las que de ningún modo me muestro indiferente ya que no soy ajeno al dolor y sufrimiento que han padecido. Mi aportación ante ellos, sería trabajar en el sentido de no repetición de una situación semejante. Del mismo modo quiero mostrar mi apuesta clara y decidida por la utilización de medios pacíficos y democráticos para la consecución de fines positivos por lo que quiero reafirmar mi rechazo a la utilización de medios violentos. Manifiesto mi voluntad de seguir dando pasaos en el camino de la leglaidad o vía penitenciaria que me lleven cuanto antes a un proceso de reintegración en la sociedad. Que seguiré mostrando una actitud positiva en favor de la concurrencia pacífica que contribuya al bien común".
Nada de esto era verdad, a juicio de la Audiencia Nacional, que ha estudiado el recurso interpuesto por la Fiscalía y ha determinado finalmente que, en efecto, el etarra no se había arrepentido de verdad. Crespo, que llevaba cuatro meses en la calle en tercer grado, tendrá que regresar al régimen cerrado.
Interior decidió otorgarle a Crespo Ortega el tercer grado el 29 de septiembre de 2021. En la nota de prensa remitida a los medios de comunicación en septiembre para informar de su traslado y de ese cambio de régimen penitenciario, de segundo a tercer grado, Instituciones Penitenciarias aseguraba que ya había cumplido "tres cuartas partes de la condena en agosto de 2021".
Otros beneficiados
Los etarras a los que se les aceptó una misiva con las mismas o similares palabras ahora desechadas por la Audiencia son Javier Aguirre Ibáñez y Marta Igarriz Iceta. Interior autorizó la aproximación del primero de ellos a la prisión de Logroño en enero de ese mismo año argumentando que había "renunciado a la violencia" y asegurando que aceptaba "la legalidad penitenciaria".
Igarriz Iceta, por el contrario, llegó a esa cárcel el año anterior, en septiembre de 2018, siendo una de las primeras etarras a las que el Gobierno acercó al País Vasco. Esa dádiva se le concedió bajo pretexto de que había "admitido la legalidad penitenciaria". Las cartas que ambos enviaron están fechadas en octubre del 2019.
En un escrito de agosto de ese año, tal y como informaron medios como ABC, Aguirre manifestó que reconocía el dolor que su pasada actividad ha causado. "Espero que este inequívoco reconocimiento pueda servir en la medida de lo posible para atenuar el sufrimiento generado a las víctimas. Víctimas ante las que de ningún modo me muestro indiferente, ya que no soy ajeno al dolor y sufrimiento que han padecido", decía la carta de Aguirre. El terrorista tenía en aquel entonces un juicio pendiente por daños cuando trató de burlar a la Justicia en el pasado.
Igarriz hizo lo propio en su misiva: "Soy consciente, que bien por mis actos o expresiones, he podido causar daño y dolor a otras personas, por lo que reconozco de forma sincera el daño que pudiera haber causado, y mi decisión de trabajar para que no se vuelvan a producir situaciones similares", relataba.
Como se puede constatar, la literalidad de ambas misivas es idéntica o similar a la ahora revocada por la Audiencia Nacional.
Las 'cartas tipo'
Esa problemática de las cartas tipo lleva meses siendo denunciada por las víctimas. Se trata de un modelo genérico empleado por los miembros de ETA para conseguir un trato favorable por parte de Instituciones Penitenciarias. Textos como el que reveló hace unos meses EL ESPAÑOL dan cuenta, para los damnificados por los atentados de la banda, de una sucesión de palabras huecas que ya fueron por primera vez reprobadas el año pasado por la Audiencia Nacional.
Este nuevo varapalo a Interior se conoce tan solo unos días después de revelarse el demoledor informe de la Guardia Civil en el marco de la Operación Kabat, el cual detalla el canal de comunicación que el entorno de ETA había establecido con la cúpula de la cartera de Fernando Grande-Marlaska y su mano derecha en Prisiones, Ángel Luis Ortiz, con el fin de obtener todo tipo de beneficios penitenciarios para los etarras encarcelados.
Esos contactos entre Interior, EH Bildu y los colectivos asociados a los presos de la banda terrorista ETA con el ministro y su hombre fuerte en el ámbito penitenciario, Ángel Luis Ortiz, complican una situación ya muy comprometida.
La problemática de esas misivas prefabricadas y genéricas para todos los etarras con las que vienen pretendiendo solicitar el perdón de las víctimas ya ha sido denunciado en múltiples ocasiones por las víctimas del terrorismo.
En este caso, como en otros, la Audiencia Nacional asegura que el de Crespo es un perdón "genérico y superficial". Como el de los otros terroristas que emplearon palabras similares a las suyas.