El separatismo sigue movilizándose contra la familia de Canet de Mar que peleó en los tribunales por el derecho de su hijo de cinco años a estudiar en castellano el 25% de las asignaturas. Lo hace desde un punto de vista político, con la inacción de la Generalitat, pero también social.
Además de la tromba de amenazas que ya se ha producido, los CDR, según ha podido comprobar EL ESPAÑOL, se organizan para fletar autobuses y manifestarse con más fuerza. Un medio digital, detrás del cual se encuentra un teniente de alcalde de la CUP, ha llegado a revelar la identidad del padre y de la madre del menor. Mientras tanto, Moncloa se pone de perfil. Pedro Sánchez ni siquiera se ha pronunciado.
La estrategia elegida por el Gobierno para sortear lo sucedido en Canet -unos hechos que investiga la Fiscalía de Barcelona como un delito de odio- es la del "silencio atronador". Esa es la expresión elegida por los partidos de la oposición.
Al contrario de lo ocurrido con la falsa agresión homófoba de Malasaña o las amenazas por carta a políticos socialistas en la campaña autonómica de Madrid, el Ejecutivo ha elegido pasar de puntillas. Todo ello en plena negociación presupuestaria con las formaciones independentistas catalanas.
En las dos situaciones mencionadas, los ministros del PSOE y de Podemos auspiciaron una campaña en redes sociales que corrió como la pólvora. Sin comprobarse siquiera el alcance de los hechos –la agresión de Malasaña no existió, la navaja ensangrentada la envió un enfermo mental y los autores de las cartas nunca fueron localizados–, los integrantes del Consejo de Ministros corrieron a las televisiones para dar cuenta de lo que pasaba. Pedro Sánchez, en lo referido a Malasaña, llegó a convocar de manera urgente la comisión de los delitos de odio.
Sin embargo, Pilar Llop –Justicia–, Pilar Alegría –Educación–, Yolanda Díaz –vicepresidencia–, Ione Belarra –Derechos Sociales– o Irene Montero –Igualdad– no han escrito ninguna palabra sobre el caso de Canet. Isabel Rodríguez, portavoz, ha sido quien más ha respondido, ya que le ha tocado hacerlo en las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros.
Rodríguez, en la primera ocasión, dijo no tener demasiada información sobre lo que estaba pasando, cuando ya era un clamor en la mayoría de los medios de comunicación. Después, condenó cualquier tipo de acoso de una manera general. Sólo este viernes, cuando el escándalo ya había llegado incluso al Parlamento europeo, fuentes de Moncloa comunicaron haber "intervenido".
Dijeron haberlo hecho a través de dos "llamadas"; una al presidente de la Generalitat y otra al consejero de Educación de la Generalitat de Cataluña. El Gobierno "ofrecía" su "colaboración" para "proteger" a la familia de Canet. Pero se lo ofrecía al Govern, que se ha reunido con el centro escolar y no con los acosados; que ha hablado de proteger el catalán, pero no a la familia amenazada.
La puesta de perfil de Moncloa se ha ido incrementado de manera directamente proporcional a la gravedad de los acontecimientos. Primero, al conocer la sentencia que daba la razón a la familia, dijo que no intervendría ya que su aplicación dependía de los tribunales. Dicho de otro modo: no quiso adoptar una posición política para no soliviantar a sus socios.
El separatismo va a más
En las últimas horas, el separatismo ha comenzado a activar sus engranajes para dar rienda suelta a múltiples concentraciones en las que protestar tras la sentencia que reconoce los derechos de la familia del niño de Canet.
Este viernes, sin ir más lejos, 500 personas se concentraban ante la escuela en cuestión, Turó del Drac. La protesta partió de las inmediaciones del centro escolar -poco después de la salida de los alumnos- para dirigirse después hasta la biblioteca situada en el centro de la población.
Pero no es la única. Según ha podido conocer EL ESPAÑOL, los Comités de Defensa de la República (CDR), el ala más radical y violenta del independentismo, han procedido a distribuir en sus canales de Telegram la convocatoria para una manifestación que se producirá en la mañana de este sábado en Barcelona. "Contra las agresiones a nuestra lengua y al modelo de escuela catalana", reza el mensaje.
Así lo han difundido en los diversos grupos que poseen en todas las regiones de la comunidad autónoma. Por ejemplo, en el canal que utilizan en Girona, incluso han añadido un enlace en el cual quienes lo necesiten pueden inscribirse para subir a los autobuses que fletan.
Un teniente alcalde de la CUP
Como se puede comprobar, la campaña de acoso y de hostigamiento contra el niño y su familia ni mucho menos se ha frenado en las últimas horas, pese a la exigencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de preservar la protección y la intimidad del menor y de sus padres.
El último capítulo de este bochornoso serial se ha vivido en la tarde de este viernes cuando un portal digital pro independentista ha publicado un texto breve y un tuit difundiendo la identidad del progenitor.
"Iba en las listas de Cs", revela Llibertat.cat. Junto a un breve texto añaden una imagen con el nombre del padre rodeado con un círculo. En la noticia, incluían el nombre de la madre así como su oficio, aunque en una versión posterior suprimieron este dato. Esa publicación ya ha sido compartida por decenas de usuarios independentistas en las redes sociales.
Según ha podido conocer EL ESPAÑOL a través de los datos del Registro Mercantil, tras esa publicación en internet figura un teniente de alcalde perteneciente a la CUP. Se trata de Marià Miró Manubens, cuarto teniente de alcalde del Ayuntamiento de Berga (Barcelona). Allí, ese relevante cargo público se encarga de gestionar el área de Hacienda del Consistorio.
Según los datos que figuran en el Registro Mercantil, Marià Miró es el "presidente" de la entidad "Investigació de la Informació i la Comunicació als Països Catalans". Es la que está detrás de Llibertat.cat, el medio que ha publicado el nombre de los progenitores del menor de Canet.
Junto a él figura como secretario Tomás Sayes Jato. Según figura en la web de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), Sayes Jato formaba parte de su junta directiva. En 2020 se presentó de nuevo en las listas a la secretaría nacional de la ANC.
Miró tiene 36 años y es técnico superior en Administración y en Gestión Contable y Fiscal, tal y como figura en la presentación de su espacio virtual en la web del Ayuntamiento de Berga. Ahí cuenta cómo siempre ha estado "estrechamente vinculado al movimiento independentista de la ciudad".
Esa estrecha vinculación la asocia, dice, a su "implicación en la organización local de la consulta popular sobre la independencia de los Países Catalanes en 2009 y más tarde en la fundación de la ANC en Berga, de la cual fue su secretario durante varios años". Señala además que también fue "parte implicada en la organización del referéndum del uno de octubre de 2017".
Miró asegura de sí mismo que tiene "iniciativa, capacidad de adaptación, de organización, de trabajo en equipo". Se ve como una persona "flexible y responsable". Que tiene, sobre todo, "ganas de aprender".
Este periódico ha tratado de ponerse en contacto a través de dos correos electrónicos con esta persona, remitidos en la tarde del viernes. Por el momento no se ha obtenido ninguna respuesta.