El pasado viernes, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, descartó el traslado de los inmigrantes que están llegando a las islas Canarias hacia la Península. Insistió en que era preciso " luchar contra la emigración irregular, y evitar que se establezcan vías de entrada irregular a Europa". Sin embargo, en las últimas horas decenas de jóvenes que arribaron semanas atrás al archipiélago llegaban a ciudades como Sevilla, Málaga, Madrid y Barcelona en distintos vuelos comerciales.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL a través de diversas fuentes policiales, se trata de un hecho que se viene repitiendo sin cesar a lo largo de las últimas semanas. Y que contradice esa estrategia marcada por el gobierno. Sin ir más lejos, entre este lunes y martes llegaron en avión a Sevilla unos 60 inmigrantes repartidos en dos vuelos diferentes. En uno de ellos llegaron 27 y en otro 30.
En un vídeo al que ha tenido acceso este periódico se puede comprobar las colas que se forman en la terminal del aeropuerto de Gran Canaria. En este caso, se trata de un viaje que tuvo lugar a las nueve de la noche una jornada de hace tres semanas, a principios de este pasado mes de noviembre. El destino de los jóvenes que lograron escapar de las penurias de sus países, en esta ocasión, era el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
A muchos de los jóvenes que llegan en patera o cayuco se les está conduciendo días después de arribar a la costa hacia el aeropuerto. Sin escolta policial, acuden pertrechados de una carpeta, un papel y dos mascarillas quirúrgicas: la que les cubre el rostro y otra de la que les dotan para que vayan con protección de repuesto.
Aquellos que solicitan asilo a la Cruz Roja, son trasladados también a sus centros en la península. Les dejan entonces haciendo cola en las zonas de embarque. Esperan a que los pasajeros se monten en el avión y ya al final suben ellos.
Según ya reveló EL ESPAÑOL, Interior ya ha trasladado a la Península a más de 1.000 inmigrantes en las últimas semanas en las que ha estallado la crisis. Era algo que nadie había visto hasta ahora.
"La mayoría de los subsaharianos, como no vienen con nada, como llegan en una situación extrema, piden asilo político", detalla una fuente policial presente en el terreno. No se les puede expulsar y quedan al amparo de las ONG. "Son a esos los que mueven. Los marroquíes se van por sus medios a la península o bien por barco. Un hecho que nos está sorprendiendo es que muchos de ellos llegan con dinero ahorrado listos para moverse ellos por su cuenta rumbo a la península".
Andalucía
En el caso de Andalucía, los inmigrantes han llegado a los aeropuertos de Málaga y Sevilla. A la capital andaluza llegaron el pasado viernes y a Málaga el lunes. Se trata de unos movimientos "totalmente normales", según ha señalado la delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García. Todo ello a pesar de reiterar en los últimos días desde el Ejecutivo, incluso el presidente, Pedro Sánchez, han mantenido su negativa a trasladar inmigrantes a la Península para no alentar a las mafias.
Sin embargo, en declaraciones a los periodistas en Sevilla, García asegura que estos traslados forman parte de la propia colaboración de la Policía Nacional. La delegada precisa que Andalucía no es el destino final de estas personas que tienen un expediente de expulsión judicializado, sino que forma parte de su itinerario para tramitar su devolución a sus países de origen.
No obstante, ha dejado claro que de los trasladados a la Península hay un grupo de inmigrantes que tienen ese expediente. Sin embargo, puede haber otro que ha podido llegar en pateras a Canarias, pero que al pasar 72 horas son libres, y podrían viajar de una comunidad a otra.
Al respecto, la delegada ha intentado justificarlo. "Si no tienen un expediente de expulsión a su país, estas personas son libres y pueden sacar un billete con su dinero y pasaporte e ir de una comunidad a otra". "En este caso, lo único que se puede hacer es respetarlos", asegura la delegada.
En el caso concreto de Málaga, desde la Subdelegación no han facilitado datos concretos, pero sí han confirmado que el aeropuerto ha recibido desde Canarias a varios inmigrantes. "Se han realizado traslados con el fin de proteger a personas de colectivos vulnerables", apuntan fuentes de la Subdelegación.
Moreno pide transparencia
Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha lamentado la falta de "rigor y transparencia" del Gobierno central en relación con el traslado de estos inmigrantes a la comunidad andaluza.
En declaraciones a los periodistas en Sevilla, Moreno ha manifestado que la delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, le ha informado este miércoles sobre ese traslado de inmigrantes a la región, algo de lo que su Ejecutivo, hasta entonces, no tenía constancia. Moreno y García han coincidido en la capital andaluza en la inauguración del Tourism Innovation Summit (TIS 2020).
Juanma Moreno ha manifestado que ha pedido al Gobierno central "máxima transparencia" ante este asunto, ya que todo se tiene que desarrollar de manera muy "organizada". El presidente cree que estas personas pueden ser portadoras de Covid y tienen que tener un control y un registro.
"Le pido al Gobierno mucha seriedad, rigor y transparencia y creo, desgraciadamente, que ni el rigor ni la transparencia se están dando ahora mismo por parte del Gobierno de Pedro Sánchez", ha dicho.
Negando traslados
Desde el Gobierno se sigue jugando al despiste. Mientras el goteo de traslados prosigue, este martes la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, aseguró que el movilizarlos hacia la península puede servir de aliento para la afluencia de nuevos inmigrantes hacia la península. Dijo que puede "servir de excusa a las mafias" para reforzar su estrategia de tráfico ilegal de personas.
Grande-Marlaska, pese a la insistencia de Podemos, descartaba hace unos días esa estrategia tal y como solicitaba Unidas Podemos. Vinculó esa negativa a "Hay que evitar que se establezcan vías de entrada irregular a Europa. La políticas migratorias es del conjunto de la UE, y no sólo de España".
Sin embargo, la llegada a distintas ciudades de la península por distintos medios, sobre todo vía aérea, resulta cada vez más evidente.