Ni siquiera durante los meses en los que media población mundial estaba totalmente confinada en sus hogares, Daesh y sus redes de captación se dejaron tiempo para descansar. En esos días de encierro doméstico se siguieron detectando intensos movimientos en sus canales internos de comunicación. También en los chats de Telegram.
A través de esas vías, asociadas a la propacación de las consignas propias de los grupos yihadistas, los especialistas en la lucha contra este tipo de terrorismo han advertido que el flujo de este tipo de mensajes ha sido continuo, que no lo han dejado de detectar.
España mantiene desde hace 5 años el nivel 4 de alerta antiterrorista en todo el territorio. Se trata del segundo escalón más alto de los que establece el Ministerio del Interior. Esa continuará siendo la alarma vigente contra el terrorismo islamista en territorio nacional, un aspecto que ha vuelto a generar preocupación en la población y en el territorio tras los recientes ataques que han tenido lugar en Austria y en Francia.
No se ha dejado de trabajar en todo el país para poner freno a estas actividades. Según los últimos datos arrojados por los recientes informes del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), en lo que va de año las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han llevado a cabo 17 operaciones contra el terrorismo yihadista en todo el territorio nacional.
Han llegado a detener a 30 personas que se habían radicalizado y cuyas actividades y mensajes comenzaban a preocupar a los agentes encargados de velar por la seguridad del territorio.
El lugar en el que más detenciones y operaciones se han practicado a lo largo de estos últimos diez meses es la provincia de Barcelona. Ocho personas fueron apresadas por las autoridades en cinco operaciones distintas a lo largo del año. Después, a otros 4 detenidos se les atrapó en Ciudad Real, y tres en Alicante, Almería y Guipúzcoa.
Los servicios policiales dedicados a detectar e indagar en las vidas de aquellos que emprenden la senda de la radicalización yihadista aseguran que los más peligrosos, aquellos en los que se fijan quienes arrojan el anzuelo al infinito mundo de internet, son quienes presentan problemas mentales, ciertas señales de marginación en su entorno y otros caracteres similares.
Europa, el objetivo
Europa sigue siendo un objetivo importante para organizaciones como Daesh, el autodenominado Estado Islámico. Y tras los últimos ataques perpetrados por lobos solitarios adoctrinados por la propaganda yihadista, fuentes de la lucha antiterrorista confirman a EL ESPAÑOL un aumento, una mayor efervescencia en los canales desde los que se difunde esa información. "Es uno de los peligros, siempre existe, y es actualmente el mayor caldo de cultivo de lobos solitarios guiados".
Esa búsqueda de perfiles vulnerables a los que poder quebrar con relativa facilidad es el mayor caldo de cultivo para la proliferación de estas amenazas y del radicalismo incendiario y violento.
Los procesos de radicalización, debido precisamente a esa vulnerabilidad, son cada vez más cortos, porque son los parámetros que están adoptando aquellos dedicados a la captación de nuevos terroristas a la causa.
Último caso
La prevención es esencial para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Actuar a tiempo y no tensar la cuerda a la postre es algo crucial para no poner en riesgo centenares de vidas. Por eso, sin ir más lejos, fue el motivo por el cual actuaron los investigadores de la Policía Nacional hace apenas unas semanas en Melilla y en las Islas Canarias.
Lo hicieron en el marco de la Operación Poligamia. Dos yihadistas resultaron detenidos por localizar mujeres españolas en distintos espacios virtuales: eran conversas al islam, de fuertes convicciones religiosas... para después emborracharlas de toda clase de propaganda yihadista y las convencían de que se casasen para ser madres de nuevos jóvenes que vinieran a sembrar el terror.
Hace unos pocos días, los investigadores de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, detuvieron a varios hombres "por captación, adoctrinamiento y colaboración con organización terrorista. Llegó a tener unos 10.000 seguidores en los distintos perfiles que trabajaba en las redes sociales", aseguran los investigadores.
Los agentes trabajan sin descanso estos meses, más que nunca, sobre un terreno cuya labranza es complicada, en operaciones como esta. Para esa labor previa que no se ve y que salta a los titulares de los medios solo cuando se realiza alguna detención, hace falta llevar encima una capacidad de análisis y de trabajo realmente exhaustiva. La pandemia no descansa. Daesh tampoco. Y la policía, todavía mucho menos. Por eso exigen al ciudadano que continúe estando alerta.