Guardias civiles denuncian que Marlaska les arrebata la lucha antiterrorista para dársela a la Policía
Las competencias en esa materia han sido tanto suyas como de la Policía Nacional. Pero esto parece que puede cambiar a partir de ahora.
18 agosto, 2020 20:25Noticias relacionadas
A lo largo de las últimas décadas, la Guardia Civil es la institución y a la vez el colectivo más afectado por los atentados de la banda terrorista ETA. Además desde el principio. Desde el primero de todos los asesinatos que llegaron a perpetrar, el de José Antonio Pardines, el 7 de junio del año 1968, hasta uno de los últimos, en Calviá (Baleares) en el que los agentes Carlos Sáenz de Tejada García y Diego Salvá Lezaun murieron víctimas de la explosión de una bomba lapa adosada a los bajos de su vehículo policial.
Este último tuvo lugar el 30 de julio de 2009. El coste humano para la Benemérita se eleva a 210 guardias civiles asesinados. Además de sufrir en sus propias carnes los ataques de la organización terrorista, los agentes de la Benemérita llevan décadas especializados en investigarles. Las competencias en la lucha contra el terrorismo han sido tanto suyas como de la Policía Nacional. Pero esto parece que puede cambiar a partir de ahora.
Distintas asociaciones en el seno de la Benemérita denuncian desde hace días que el ministro Fernando Grande-Marlaska y el Ministerio del Interior les quieren arrebatar las responsabilidades en materia antiterrorista para legárselas únicamente a la Policía Nacional.
Esa percepción en determinadas esferas en el seno del Instituto Armado surgieron tras leer el Real Decreto 734/2020 que Interior aprobó a principios del mes de agosto, el pasado día 4. Con ese nuevo decreto se reorganiza en cierta forma el funcionamiento de los cuerpos y la estructura del ministerio así como de todas sus áreas y puestos de mando. En uno de sus apartados, los agentes señalan que las competencias históricas que poseían han quedado suprimidas. El texto original rezaba así:
"La Jefatura de Información, al mando de un oficial general de la Guardia Civil en situación de servicio activo, a la que corresponde organizar, dirigir y gestionar la obtención, recepción, tratamiento, análisis y difusión de la información de interés para el orden y la seguridad pública en el ámbito de las funciones propias de la Guardia Civil, y la utilización operativa de la información, especialmente antiterrorista, en el ámbito nacional e internacional".
Sin embargo, en el nuevo escrito que establece la estructura y las funciones de la Benemérita, la parte final, la que hace referencia a la lucha antiterrorista, ha quedado eliminada.
"Pierden los españoles"
Esa fue la principal sorpresa de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil cuando se pusieron a leer el documento hace apenas 15 días. "Nos sorprende que tras la experiencia acumulada durante años en la lucha terrorista por parte de la Guardia Civil, se reduzcan las competencias del Cuerpo en esta materia. No pierde la Guardia Civil, pierde la seguridad de todos los españoles", explican desde este colectivo a EL ESPAÑOL.
En ese documento las competencias de la Policía Nacional permanecen intactas. Esto ha llamado la atención de diversos agentes del instituto Armado. Ambos cuerpos han colaborado activa y satisfactoriamente, por igual, en la lucha contra la banda. Ambos han sufrido en sus carnes lo que es perder a uno de los suyos. Ambas instituciones han llevado a cabo la tarea de investigarles durante décadas, y lo han hecho a través de la Jefatura de Información en la Benemérita y de la Comisaría General de Información en la Policía Nacional.
Hace meses que el Interior es un auténtico polvorín. En gran parte tras los cambios y la crisis interna que se produjo el pasado mes de mayo tras el cese fulminante del coronel Diego Pérez de los Cobos al frente de la Comandancia de Madrid.
Todo se sucedió en cadena. De los Cobos fue defenestrado por la directora general, María Gámez, a petición de Marlaska, tras no informar del contenido de las investigaciones que en ese momento realizaba la Policía Judicial en torno a la relación entre la manifestación del 8-M y las medidas de seguridad en plena pandemia provocada por el coronavirus.
Despues de su cese, Laurentino Ceña, Director Adjunto Operativo (el número uno de la Guardia Civil), dimitió de su cargo, y luego su segundo, Fernando Santafé, decidió hacerse a un lado. Fue el peor momento en décadas en el seno del cuerpo.
Respuesta de Interior
Francisco García presidente de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil manifestó en las redes sociales sus quejas al respecto. "nadie ha explicado por qué Interior ha reducido las competencias de la Guardia Civil en materia antiterrorista".
Desde Interior afirman que las competencias de ambos cuerpos seguirán siendo las mismas y que no se ha modificado nada. Sin embargo, desde la Unión de Oficiales se preguntan: "¿Por qué lo han cambiado entonces? Nuestra labor ha sido incansable. Cientos de fallecidos en la lucha contra el terrorismo".