Ni cámaras ni chips: los encargados de proteger al lince ibérico en España son cachorros expertos en rastreo
Sky, Juno, Ruma y Kenia forman parte de un proyecto innovador para la protección del lince ibérico, una de las especies más amenazadas de Europa
En junio de 2024, el lince ibérico dejó de estar en peligro de extinción. Su categoría de amenazada en la Lista Roja de la IUCN, cambió a "vulnerable", gracias a un trabajo continuado durante décadas. Desde 2010, se han reintroducido más de 400 linces ibéricos en zonas de Portugal y España.
Sin embargo, la drástica disminución en su población continúa y gran parte de culpa la tenemos nosotros como ser humano. El lince ibérico ha sufrido una drástica disminución en su población debido a la pérdida de su hábitat, la disminución de sus presas naturales, como el conejo, y las amenazas humanas, como la caza furtiva o los atropellos en carreteras.
Ya son muchas las ciudades en España que están sufriendo cambios con el fin de que estas amenazas no continúen, desde vallar las carreteras hasta añadir señales lumínicas que adviertan su presencia. No obstante, ahora los seres humanos tenemos un aliado que puede ayudarnos a frenar su disminución, los perros.
Sky, Juno, Ruma y Kenia, 'salvadores' del lince ibérico
La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha puesto en marcha una unidad canina especializada en la detección y seguimiento del lince ibérico, con la posibilidad de expandir esta iniciativa a la Región para reforzar los esfuerzos de protección de esta especie emblemática.
Esta unidad está compuesta por cuatro cachorros, Sky, Juno, Ruma y Kenia, pertenecientes a razas como el border collie, labrador retriever y pastor belga malinois. Todos ellos están siendo entrenados para aplicar nuevas técnicas de rastreo que complementan los métodos tradicionales de seguimiento del lince ibérico.
Gracias a su olfato agudo y su capacidad para cubrir grandes áreas de terreno, estos perros pueden localizar y monitorear a los linces de forma más precisa y eficiente, lo que permitirá un mayor control sobre las poblaciones de este felino en categoría de vulnerable.
El uso de perros entrenados para estas labores representa una innovación en los programas de conservación, ya que su capacidad para rastrear no solo facilita la identificación de los linces, sino también la detección de posibles amenazas en su hábitat.
Esto incluye la identificación de trampas, venenos y otras actividades humanas que pueden poner en peligro a estos animales. La incorporación de esta patrulla canina no solo mejorará la localización de los linces, sino que también proporcionará información valiosa para los científicos, lo que ayudará a tomar decisiones más acertadas en su protección y recuperación.
Además, la presencia Sky, Juno, Ruma y Kenia en los terrenos donde vive el lince ibérico disuade a los depredadores o a los cazadores ilegales, ya que su entrenamiento incluye habilidades para detectar intrusos en áreas protegidas.
Cada uno de estos perros, con su propia personalidad y habilidades, juega un rol importante en este proceso de conservación. Sus entrenadores trabajan estrechamente con ellos para asegurar que estén listos para enfrentarse a las dificultades del campo, desde las duras condiciones climáticas hasta los terrenos difíciles.