Las mujeres en los conflictos y la sombra del genocidio, los problemas que todavía lastran los procesos de paz

El mundo está lleno de peligros, los países se atacan por motivos religiosos, étnicos o de territorios. Incluso cuando todo parece que está tranquilo, está el riesgo continuo del crimen organizado, terrorismo o ciberataques internacionales. Se celebró ayer, 7 de mayo, el segundo seminario de investigación en Seguridad Global, organizada por la Sociedad Española de Investigación en Seguridad Global (SEISG) en Madrid para abordar el tema de la paz en el mundo, la seguridad y la defensa de España. También entregaron condecoraciones a profesionales del sector por los logros en su carrera. 

En el evento que se celebró por la tarde en el auditorio Casa de Vacas del Parque del Retiro, en Madrid, abordaron diferentes temas relacionados con la seguridad. La tarde empezó con el análisis geopolítico del conflicto en Oriente Medio a cargo del teniente coronel del Ejército de Tierra, Manuel Glezher. El militar abordó la posición de España y la OTAN en cuanto al conflicto de Gaza. 

El siguiente, el inspector del Cuerpo Nacional de Policía, Sergio Sanvicente estuvo presente en la Republicana Centroafricana. Estuvo allí en una misión formativa de las misiones humanitarias de las fuerzas internacionales durante una guerra civil en el país que rozó "el genocidio étnico", tal como detalló en una ocasión en entrevista a Radio Nacional de España (RNE). Este conflicto enfrentó a fuerzas rebeldes contra el gobierno y todavía está en curso. 

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A continuación, el periodista Jesús Duva conversó con el especista en criminología y medicina forense, Aitor M. Curiel, sobre la nueva era de las ciencias forenses. Los casos de José Bretón en Córdoba y el crimen de Alcásser de Valencia abrieron una nueva era en la investigación de casos criminales, transformando la manera de abordarlos. 

La jornada también abordó los conflictos desde una perspectiva de género. A colofón de la 'ley del solo sí es sí' todavía probándose, entrevistaron a la doctora María José Garrido, comandante de la Guardia Civil y experta en análisis de conducta criminal y a Lydia Cacho, investigadora y activista en favor de los derechos de la mujer y la protección de los menores.

Los premios

También se concedieron premios a profesionales de diferentes niveles de la seguridad; la policía, el ejército, la abogacía, e incluso en los estudios forenses que es parte indispensable en las investigaciones. 

Reconocieron la trayectoria de Cristina Sánchez Pedraza, comisaria general de la Policía Judicial, y especialmente su labor mediadora en los tratados de paz con las FARC durante su misión en Colombia. Aunque Sánchez había estudiado Historia tuvo contacto con miembros de la Unidad de Intervención Policial que la empujaron a presentarse al puesto. A partir de entonces ha estado en varias misiones internacionales, además de las negociaciones con las guerrillas colombianas. Ha cubierto asuntos de trata de mujeres y migración.

Además, dentro del cuerpo de policía, también galardonaron a Asunción Sordo Martinez, inspectora del Cuerpo Nacional de Policía y perteneciente a la primera promoción de 42 mujeres. Ella ha pasado por varias posiciones entre los que se incluyen la Casa Real, la Brigada de Información (delitos de terrorismo), Presidencia del Gobierno, jefa de Servicio en dos Comisarías, jefa de Expulsiones, Gabinete Jurídico e Indocumentados de la Brigada de Extranjeros y jefa de UPAP de la Comisaría de Pozuelo de Alarcón. 

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Otro premio fue para Antonio Moral García, magistrado del Tribunal Supremo, que cuenta con una amplia carrera y que ha sido testigo y partícipe de la evolución de las leyes. La justicia y la seguridad no se pueden alcanzar sin un marco jurídico establecido y sólido que se preocupe que albergar el bienestar de todos y de forma desinteresada; porque la justicia es ciega, sorda y ecuánime.