“Insuficiente”. “Inaceptable”. “Decepcionante”. Esos son los tres calificativos que más se han escuchado en la penúltima jornada de la 28ª Conferencia de las Partes (COP28) de Naciones Unidas sobre el cambio climático.
A menos de un día del fin de la cita del clima más importante, la presidencia de la cumbre presentaba en la tarde del 11 de diciembre (hora local) su borrador de acuerdo. La respuesta ha sido prácticamente unánime: el último borrador del balance global (Global Stocktake) implica “una rebaja sustancial” de la ambición climática.
Así lo aseguran los negociadores de los países en desarrollo y activistas ecologistas a la agencia EFE. WWF, en un comunicado, tilda el texto como “desastroso”. Asimismo, Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), asegura ante los medios en Dubái que “este texto es insuficiente y hay elementos que son inaceptables”.
La también vicepresidenta tercera del Gobierno de España insiste en que se “echan de menos” algunos elementos básicos que todos esperan salgan de esta conferencia. Por ejemplo, recuerda, “una senda clara sobre lo que debe hacer el sector de la energía para asegurar un declive rápido de las emisiones”.
Pero también “de qué manera garantizamos la progresiva reducción hasta su eliminación de los combustibles fósiles y de qué manera garantizamos que el acceso a nueva energía y nuevas infraestructuras es compatible con lo que nos exige la ciencia”. Es decir, “con lo que nos exige garantizar ese horizonte de seguridad climática que nos marca que la temperatura no crezca por encima de los 1,5 °C”, matiza.
Para atajar todos esos “elementos inaceptables”, la ministra española asegura que la Unión Europea seguirá trabajando. Algo en lo que coincide el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra. Ambos ven “difícil alcanzar un acuerdo mañana a las 11 de la mañana” como ha pedido en varias ocasiones en los últimos días el presidente de la COP28, Sultan Al-Jaber.
Una COP “secuestrada”
La expresidenta de Irlanda y antigua alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Mary Robinson, ha aseverado a lo largo del día que “Arabia Saudí y sus aliados han secuestrado las negociaciones climáticas”. A lo que añade que “los países que están obstruyendo el futuro habitable del planeta deben abandonar sus subterfugios”. Y matiza el texto diciendo que “de nada sirve que se reconozca y respete la ciencia si luego no se hace caso de sus terribles advertencias”.
Además, Robinson afea a la presidencia de la COP28 que digan que “ven con alarma y grave preocupación” las conclusiones del Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el cambio climático (IPCC, por sus siglas en inglés). Porque, insiste, “no se ponen en práctica las medidas que recomienda la ciencia”.
Tal y como explica Robinson a Reuters, Arabia Saudí lleva tres décadas siendo el principal “bloqueo” en las cumbres del clima de Naciones Unidas. Eso sí, otros gigantes, como China o Estados Unidos, también presionan a sus contrapartes en las negociaciones climáticas, especialmente durante los últimos días de las COP.
Un retroceso
Fernanda Carvalho, responsable mundial de políticas climáticas y energéticas de WWF, afirma en un comunicado, además, que el borrador de acuerdo es “mucho menos ambicioso que la última versión”. Y, por tanto, lo tilda de “decepcionante”. Porque, matiza, la mayoría de las propuestas “invitan a seguir utilizando carbón, petróleo y gas, que destruyen el planeta, o sugieren que la energía nuclear y la captura y almacenamiento de carbono podrían considerarse soluciones”.
Para Carvalho, las últimas horas de negociaciones son vitales: “Si este texto sobre la eliminación progresiva de los combustibles fósiles no se refuerza significativamente en las próximas horas, nos enfrentamos a la perspectiva de un resultado muy débil de la COP28, y a un empeoramiento de la crisis climática".
Algo en lo que insistía también el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, al inicio de la semana. En una charla en Dubái recordó que la clave del éxito de la COP28 estará en conseguir una “eliminación de los combustibles fósiles lo suficientemente rápida” para “evitar un cambio climático desastroso”.
Un “plan claro”
Durante su discurso, Guterres también abrió la puerta al fin de los combustibles fósiles “a diferentes velocidades”, según las posibilidades y necesidades de cada país. Algo que, sin embargo, no se ha visto reflejado en el borrador de la cumbre.
Por eso, ahora Guterres insta a los negociadores a demostrar "máxima ambición y máxima flexibilidad". Porque si los ministros y negociadores no van “más allá de las líneas rojas arbitrarias, las posiciones arraigadas y las tácticas de bloqueo", será imposible “acordar soluciones sin comprometer la ciencia”.
Para el alto mandatario de la ONU, la COP28 debe concluir con “un resultado ambicioso que demuestre una acción decisiva y un plan creíble para mantener vivo los 1,5 °C [es decir, que la temperatura no aumente más de esos grados, tomando como referencia la era preindustrial] y proteger a quienes se encuentran en la primera línea de la crisis climática”.