El sector de la aviación española necesitará cinco millones de toneladas de SAF (Sustainable Aviation Fuel o combustible sostenible para la aviación en español) para su descarbonización para el año 2050. Esta demanda nacional, tal y como ha señalado un estudio de PwC para Iberia y Vueling presentado esta mañana en el Espacio Iberia de Madrid, podría cubrirse por completo con entre 30 y 40 plantas de producción repartidas por todo el país.
La puesta en marcha en nuestro país de esta nueva industria supondrá, además, la creación de nuevas oportunidades de crear riqueza y empleo. Según el documento de PwC, el impacto que podría tener en el PIB español la construcción y puesta en funcionamiento de 32 plantas de producción sería de 56.000 millones de euros hasta 2050.
En cuanto al empleo, señala el documento, podría traducirse en 270.000 nuevos puestos de trabajo —unos 250.000 en la fase de construcción y otros 19.000 en la fase de operación—. Además, "será empleo de calidad a largo plazo", aseguró Óscar Barrero Gil, socio de energía en la consultora PwC.
"España tiene todo lo necesario para liderar esta industria", afirmó Teresa Parejo, directora de Sostenibilidad de Iberia. Sin embargo, para incrementar y encabezar la producción de SAF a nivel europeo, hará falta un gran “esfuerzo colectivo de todos los actores para incentivar su producción”, explicó Franc Sanmartí, director de Sostenibilidad de Vueling.
Según los cálculos realizados por la consultora, será necesario invertir alrededor de 22.000 millones de euros hasta 2050 para el desarrollo conjunto de las plantas. Con la capacidad actual de producción de las infraestructuras existentes, tan solo podríamos cubrir el 0,05% de la demanda global de dicho combustible, por lo que es esencial el desarrollo de su producción a gran escala.
Qué es el SAF
El Combustible Sostenible para la Aviación (SAF por sus siglas en inglés) es un combustible alternativo a los fósiles que se ha posicionado como el mejor instrumento para descarbonizar el sector aéreo, señaló en la presentación Barrero. En este sentido, según el informe, el SAF reduce entre un 60 y un 100% las emisiones de CO₂ del combustible en términos de ciclo de vida, es decir, desde su producción hasta su consumo.
El SAF puede producirse de dos maneras. Por un lado, puede ser orgánico, es decir, producido a partir de aceites vegetales, grasas animales, biomasa u otros residuos como los agrícolas. El segundo tipo sería el sintético, que se genera a partir de la captura de CO₂ mediante el empleo de hidrógeno verde.
En ambos casos, remarcó Parejo, España podría convertirse en una gran potencia mundialmente. "Tenemos una enorme riqueza en residuos forestales, agrícolas y ganaderos que son los que se emplean para producir el SAF biológico. Y, además, España va camino de encabezar la producción de hidrógeno verde que, entre otras cosas, se utilizará para producir SAF sintético”, señaló la directora de Sostenibilidad de Iberia.
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La gran ventaja de este tipo de combustible es que puede utilizarse sin tener que modificar ningún mecanismo de los aviones ni de las infraestructuras de los aeropuertos. “Ya es una realidad y puede ser utilizado en las aeronaves actuales”, destacó en la presentación Sanmartí. En los casos de Vueling e Iberia, ofrecen a sus pasajeros la posibilidad de contribuir a que en sus vuelos utilicen SAF.
Una gran oportunidad
La producción de este tipo de combustible abre la puerta a la creación de nuevos empleos y la mayor parte de ellos se darían en zonas rurales. Esto es, en las regiones donde se encuentran las mayores fuentes de residuos que se utilizan como materias primas para la producción del biocombustible. “Eso contribuiría al desarrollo de la España vaciada y a una mayor cohesión social y territorial”, señala el informe.
Entre las diferentes comunidades con mayor capacidad para producir SAF de origen orgánico, indica el documento, son: Andalucía (27,6%), Castilla y León (18,4%), Castilla-La Mancha (14,4%) y Cataluña (8,4%).
Para los ponentes de la presentación del informe, la conclusión es clara: “Nuestro país es líder en energías renovables y tiene al alcance de la mano ser también un gran productor mundial de SAF”. Con ello, señala el informe, no sólo podríamos descarbonizar nuestro sector de la aviación, sino también convertirnos en un potencial exportador de este tipo de combustible.