La sequía continúa recrudeciéndose en España. Desde enero de hace un año, todo el territorio español está sufriendo los peores efectos de un período excepcionalmente seco. Una situación agravada, aún más, después de que este abril, el que se presupone como el más lluvioso del año, alcanzara el preocupante récord para este mes, con menos precipitaciones y más cálido desde que existen registros.
Como consecuencia, el Gobierno ha convocado un Consejo de Ministros extraordinario para anunciar medidas estructurales y de auxilio inmediato por valor de 2.190 millones de euros, no solo para paliar la que es ya la peor sequía vivida en este siglo en España, sino también para adaptarnos a un futuro en el corto plazo con más eventos extremos.
La reserva hídrica de nuestro país está llegando a una situación límite sin haber comenzado el verano. Según los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), el total acumulado hasta ahora alcanza el 49% de la capacidad total. Esto es hasta un 20% menos de agua menos que en la media de los últimos 10 años, y un 2% menos que el último año, también marcado por una escasez de agua.
Las cuencas que están atravesando en este mes un período crítico, con menos de la mitad de sus reservas, son algunas como el Guadalquivir (al 24% de su capacidad), las Cuencas Internas de Cataluña (26%), Guadalete-Barbate (27%), Guadiana (33%), el Segura (34%) o la Cuenca Mediterránea Andaluza (35%). Aunque la situación, no es especialmente buena en otras como el Ebro, por ejemplo, donde se acumula un 25% menos que hace un año.
Más desaladoras
De la cantidad que piensan invertirse, unos 1.400 millones de euros se destinarán a nuevas infraestructuras, como plantas desalinizadoras, duplicar la reutilización de aguas urbanas, y reducir los cánones y tarifas de las explotaciones agrarias afectadas. También contempla la ejecución de un nuevo trasvase para reducir la presión sobre los acuíferos que alimentan el Parque Nacional de Doñana.
En lo que tiene que ver con las infraestructuras, se acelerará la construcción de importantes infraestructuras. Algunas, incluso, con “carácter inmediato” para ayudar a las cuencas más afectadas por las sequías. En este sentido, se contemplan bombeos de emergencia y la adecuación de tomas para garantizar el abastecimiento durante los próximos meses.
También se declaran de interés general varias actuaciones de la costa mediterránea. Así, el Estado será quien asumirá la construcción de desalinizadoras de Cataluña, con una planta en Tordera, por 220 millones de euros; Málaga y Almería, por 200 millones, y la intensificación del agua reutilizada en Alicante, con 224 millones de euros. Además, se plantean invertir en parques fotovoltaicos “que reduzcan el coste de las obras hidráulicas y de desalación”.
Como ha comentado la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en rueda de prensa, “no estarán operativas para este verano”, pero suponen “un compromiso especial” para prepararnos frente a más eventos extremos como el que estamos viviendo ahora en España. Apunta que, “incluso manteniendo umbrales promedio de lluvias, seguiremos sufriendo sequías e inundaciones cada vez más recurrentes”.
Una ayuda para Doñana
La seria crisis que atraviesa Doñana ha entrado de lleno también en este plan de choque que plantea el Gobierno. Se está secando y cada vez hay menos agua disponible. En este sentido, se reducirá esa presión sobre los acuíferos que nutren al Parque Nacional de Doñana, la mayor reserva de Europa.
Entre las medidas salvavidas para este ecosistema está la sustitución de los bombeos de agua subterránea que abastecen a la urbanización de Matalascañas –también conocida como la playa de Doñana– por aguas superficiales procedentes de la estación potabilizadora de Palos, de la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras.
Además, se contempla la transferencia de hasta tres hectómetros cúbicos de agua anuales. Unas obras que serán asumidas por el Estado. El Miteco, por otro lado, está manteniendo un marco de trabajo técnico bilateral con la Dirección de Agua de la Junta de Andalucía, con reuniones quincenales, en las que se aborda el efecto de la sequía y la planificación de las actuaciones.
Apoyo a regantes
El decreto aprobado hoy tampoco se olvida de los regantes que este año sufrirán una reducción en su dotación de agua, como es el caso del Guadalquivir, donde se ha recortado el riego en un 70%.
En este sentido, se aplicará una exención al canon de regulación, una tasa destinada a compensar los costes de la inversión que soporte la Administración estatal y atender los gastos de explotación y conservación de tales obras. Asimismo, también se aplicará una exención sobre la tarifa de utilización del agua.
Como han informado desde el Miteco, esta exención será del 50% si el descenso de la dotación es del 40% al 60%, y del 100% si supera ese 60%. Además, los beneficiarios indirectos de las obras de regulación de la cuenca del Guadalquivir quedan directamente exentos del 50% de dichas cuotas.
Entre las cuestiones más destacables está que este real decreto ley modifica la Ley de aguas para impulsar la reutilización de aguas urbanas. Como ha asegurado en rueda de prensa Ribera, se espera que el volumen de agua reutilizada pase del 10% actual al 20% en el año 2027 para el abastecimiento. Es decir, esto supondría pasar de los 400 hm³ actuales a cerca de 1.000 hm³ en cuatro años.
Se adelanta el plan contra el calor
El pasado verano, en mitad de unas temperaturas extremas, se conoció el fallecimiento de José Antonio González, un hombre que trabajaba como barrendero en Madrid y que, en medio de sus labores, sufrió un golpe de calor que acabó con su vida. Eran las cinco de la tarde y había cerca de 40 grados.
Hoy, tras el Consejo de Ministros, –y aunque no se trata de una medida para paliar el efecto de la sequía– se ha acordado adelantar 15 días el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos de las Temperaturas sobre la Salud para este año. Es la primera vez que ocurre desde su puesta en marcha hace 19 años. Así, dará comienzo el 15 de mayo, cuando debería haber empezado el 1 de junio.
Hay que recordar que, en momentos de sequía, se produce un fenómeno conocido como amplificación. La poca humedad del suelo –en combinación con las altas temperaturas– ayuda a aumentar más el calor en superficie.