La vida marina en El Hierro, la isla más pequeña de las islas Canarias, es excepcionalmente rica y diversa, un motivo por el que es proclamado como el paraíso para los amantes del buceo. Se encuentra en una ubicación geográfica única, con aguas atlánticas que se benefician de una combinación de corrientes frías y cálidas, lo que crea un entorno ideal para una gran variedad de especies marinas.
Uno de los aspectos más destacados de la vida marina en El Hierro es la Reserva Marina de La Restinga. Esta reserva, situada en la costa suroeste de la isla, abarca aproximadamente 750 hectáreas de aguas protegidas con más de 1000 especies registradas, incluyendo peces, corales, algas y otros organismos marinos que parecen imposibles de ver en otros lugares, tales como el tiburón ballena, el pez más grande del mundo.
Sorprendentemente, el tiburón ballena es un visitante 'ocasional' en La Restinga; sin embargo, muy pocas personas han tenido la suerte de verlo y mucho menos, de nadar con él. Los buceadores del club 'El Bajón' forman parte de ese pequeño porcentaje, quienes se sorprendieron después de tener encima de ellos uno de los ejemplares más fascinantes del planeta.
El propio centro de buceo ha sido el encargado en publicar en sus redes sociales el vídeo en el que se puede ver al tiburón ballena y, sobre todo, sus grandes dimensiones y la tranquilidad que le caracteriza porque, a pesar de ser el pez más grande del mundo, su comida favorita es el plancton.
Las aguas alrededor de El Hierro destacan por su biodiversidad, y por sus condiciones oceanográficas, dos factores que pueden atraer a estos tiburones en busca de alimento. Aunque no son residentes permanentes, su presencia es un indicador de la salud del ecosistema marino de la región.
Un encuentro insólito
Las aguas de La Restinga son hogar de diferentes tipos de tiburones, como el angelote, y rayas que se pueden ver con relativa frecuencia en los fondos arenosos; sin embargo, la presencia del tiburón ballena es muy inusual, según el grupo de buceo El Bajón: "Muy pocas veces es visto en La Restinga, y menos en la época que estamos", comentan en su publicación.
En estas aguas se pueden encontrar diferentes especies de peces, que incluyen meros, barracudas, peces loro, sargos, y pejeperros, entre otros. También es común observar grandes grupos de jureles y, durante ciertas épocas del año, incluso peces luna. La Reserva Marina es un refugio importante para animales amenazados, lo que subraya la necesidad de miles de expertos y aficionados para proteger este ecosistema.
Esta diversidad de especies y la claridad de las aguas hacen de La Restinga un lugar ideal para la práctica del buceo y el esnórquel. Los buceadores pueden disfrutar de una visibilidad impresionante que a menudo supera los 30 metros, lo que facilita la observación de la fauna marina en su entorno natural.
Las inmersiones en la zona permiten explorar lugares icónicos como El Bajón, una montaña submarina que se eleva desde profundidades de 100 metros hasta casi la superficie, y es hogar de una variedad de vida marina, como el tiburón ballena.
El animal más grande del mundo
El tiburón ballena, conocido científicamente como Rhincodon typus, es el pez más grande del mundo con aproximadamente 12 metros de longitud. Su cuerpo robusto está cubierto de una piel grisácea con patrones distintivos de manchas blancas, que le brindan una apariencia única y facilitan su identificación.
A pesar de su nombre, este gigante marino es inofensivo para los humanos, ya que se alimenta principalmente de plancton, pequeños peces y crustáceos, tal y como también pasa con el segundo pez más grande del mundo, el tiburón peregrino.
El comportamiento de esta criatura es generalmente tranquilo y pacífico. Suele desplazarse lentamente por las aguas cálidas de los océanos tropicales y subtropicales, siguiendo las corrientes y las concentraciones de alimento, que, al igual que otras ballenas, se alimentan de plancton por medio de la filtración. En ocasiones, sí es cierto que también capturan plantas y animales que pasan por su gran boca.
La vida de un tiburón ballena es larga, con una esperanza de vida que puede superar los 70 años. A lo largo de su existencia, recorren grandes distancias en los océanos, migrando entre diferentes áreas en busca de alimento y posiblemente para reproducirse. Sin embargo, todavía existen muchos misterios en torno a sus patrones de migración y reproducción, ya que suelen nadar en zonas profundas y remotas.
A pesar de su tamaño y adaptabilidad, los tiburones ballena enfrentan amenazas debido a la actividad humana, como la pesca accidental, la contaminación marina y el cambio climático. Aunque esta especie no es directamente objetivo de pesca en muchas áreas, a menudo queda atrapada en redes de pesca destinadas a otras especies.
La contaminación marina, especialmente el plástico, representa un peligro significativo para estos animales, ya que pueden ingerir partículas de plástico que flotan en el agua, afectando su salud y su capacidad para alimentarse adecuadamente. Todo ello, añadido al cambio climático.
Las alteraciones en la temperatura del agua y los patrones de corrientes oceánicas pueden impactar la distribución del plancton, su principal fuente de alimento. Esto podría obligar a los tiburones ballena a recorrer distancias aún mayores en busca de zonas ricas en ello, lo que a su vez afecta sus patrones migratorios y podría impactar su capacidad de reproducción.
En El Hierro son conscientes de todos estos factores y por ello, tienen en práctica iniciativas de conservación y protección del entorno marino. La isla es conocida por su compromiso con la sostenibilidad y la protección del medioambiente, cuyas aguas están reguladas para minimizar el impacto humano, prohibiendo ciertas actividades de pesca y limitando el tráfico de embarcaciones.