10.000 casos de dengue al año tan solo en Honduras. Los brotes de esta infección vírica son cada vez más graves en el país latinoamericano. En toda la región de las Américas se considera, además, una crisis de salud pública.
Se trata de una enfermedad para la que no existen tratamientos específicos ni vacunas que, como explican desde Médicos Sin Fronteras (MSF), "proporcionen suficiente protección". El coordinador de la oenegé médica en Honduras, Edgard Boquin, expresa su preocupación ante tal situación: "Los umbrales de emergencia están alcanzando niveles alarmantes y los métodos de prevención actuales se quedan cortos para proteger a la población del dengue".
Y es que su incidencia se ha multiplicado por 30 en los últimos 50 años en todo el mundo. Hoy en día, recuerdan desde MSF, más de la mitad de la población mundial está en riesgo de contraer dengue. Además, se espera que en las próximas décadas el cambio climático fagocite este virus y exponga a otros mil millones de personas.
Ante esta situación de alerta global, Médicos Sin Fronteras, el Ministerio de Salud de Honduras, el World Mosquito Program y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras han decidido unirse con las comunidades locales para buscar nuevas estrategias de salud pública que ayuden a reducir las enfermedades causadas por arbovirus como el dengue, pero también el zika o el chikunguña.
Mosquitos vs. mosquitos
El uso de técnicas obsoletas de control de vectores, explican desde MSF, ha provocado que los mosquitos que trasmiten esta enfermedad se vuelvan resistentes a los actuales métodos de prevención y a los plaguicidas. Por eso, desde la oenegé, junto a las instituciones hondureñas, se han puesto manos a la obra para buscar soluciones innovadoras a la expansión de esta enfermedad que aún no se hubiesen probado en el país latinoamericano.
Ese es el caso de la liberación de mosquitos Aedes aegypti portadores de la bacteria natural Wolbachia, una fórmula que ya se ha demostrado útil en otros países con altos niveles de dengue, como Colombia o Indonesia. Este microorganismo, aseguran desde MSF, reduce la capacidad de los mosquitos para transmitir arbovirus.
Y lo que caracteriza a esta técnica, patrocinada por el World Mosquito Program, es que se trata de un método seguro tanto para las personas como para el medio ambiente. Hasta su introducción en Honduras, además, había ayudado ya a 11 millones de personas.
Claire Dorion, asesora técnica de MSF, explica cómo funciona: "Cuando los mosquitos portan Wolbachia, la bacteria compite con virus como el del dengue, dificultando que los virus se reproduzcan dentro de los mosquitos". Esto, dice, reduce drásticamente las probabilidades de que los mosquitos transmitan un el patógeno vírico de persona a persona.
Así, asegura la experta, se reduce "el dengue en una zona donde la Wolbachia está establecida en la población local de mosquitos". Ahora, queda liberar los mosquitos en 50 barrios del distrito sanitario de El Manchén, en Honduras, donde las tasas de enfermedades transmitidas por mosquitos son las más altas de la capital del país, Tegucigalpa.
Liberando mosquitos
La suelta de mosquitos portadores de Wolbachia, según explican desde MSF, se llevará a cabo contando con el apoyo de las comunidades locales, que han participado en el diseño de la estrategia. Además, el 97% de las 10.000 personas de la zona consultadas por la oenegé aseguran apoyar estos planes e, incluso, "muchas participan activamente en el proceso de liberación de mosquitos".
Las primeras pruebas, además, ya se han llevado a cabo. Ahora, se seguirán haciendo semanalmente durante los próximos seis meses. Y durante los próximos tres años se llevarán a cabo un seguimiento de la población de mosquitos para calcular cuántos portan el Wolbachia. Además, en 2024 también se realizarán actividades adicionales de control de vectores en otras dos zonas de la capital de Honduras para reducir la transmisión en el interior de los hogares.
Porque, afirma Boquin, "el primer objetivo es reducir las muertes y enfermedades causadas por el dengue y otros arbovirus". Pero, a largo plazo, desde MSF esperan que estos nuevos métodos "puedan convertirse en soluciones sostenibles para evitar que la gente sufra estas enfermedades".
El coordinador de la oenegé en Honduras concluye: "Hemos sido testigos de primera mano de los retos que plantea la aplicación de políticas públicas y buenas prácticas de control de vectores para reducir la transmisión del dengue en Honduras. Es hora de hacer algo nuevo".
El 'ABC' del dengue
Estas son las claves de esta enfermedad, según la Organización Panamericana de la Salud:
¿Cómo se transmite? Por la picadura de un mosquito infectado.
¿A quiénes afecta? A lactantes, niños y adultos.
¿Cómo les afecta? La infección puede ser asintomática o cursos con síntomas varios como, fiebre moderada, fiebre alta incapacitante, dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos, dolor muscular y en las articulaciones, y sarpullidos.
¿Puede volverse más grave? La enfermedad puede derivar en un dengue grave que curso con shock, dificultad para respirar, sangrado y complicaciones graves en los órganos.
¿Cómo se cura? No hay una medicina específica que lo cure.
¿Cuándo se producen los casos? El dengue se trata de una enfermedad muy estacional y la mayoría de los casos en el hemisferio sur ocurren en la primera mitad del año. En cambio, en el hemisferio norte se dan en la segunda mitad.