“Las actuales emisiones de gases de efecto invernadero están intensificando los numerosos riesgos climáticos de la Tierra, lo que exacerba las enfermedades patógenas humanas”. Así de contundentes se muestran Camilo Mora y su equipo científico en un estudio publicado el lunes 8 de agosto en la revista científica Nature Climate Change.
Esta investigación ha conseguido demostrar que más de la mitad de las enfermedades patógenas conocidas ya estarían agravándose por culpa del cambio climático. Según los investigadores, hasta el momento, los diferentes fenómenos climáticos extremos ya han hecho que el 58% de las enfermedades infecciosas que afectan a los seres humanos en todo el mundo empeoren.
Por tanto, aseguran los autores, un cambio climático sostenido en el tiempo no hará más que empeorar los riesgos ya existentes para la salud.
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Y es que, recuerdan los autores, "la disrupción de la sociedad que pueden causar las enfermedades infecciosas quedó clara con la covid-19". La pandemia no ha hecho más que demostrar "las potenciales consecuencias de una inminente crisis sanitaria provocada por el cambio climático".
Ya en la cumbre del clima del pasado año en Glasgow se lanzó una alerta sobre la urgencia de atajar cómo la crisis ecológica afecta a la salud humana. Los riesgos que el cambio climático entraña para nuestra salud son bien conocidos –y se han analizado en múltiples estudios–.
Sin embargo, hasta ahora no se había realizado ninguno que pusiese en contexto el verdadero alcance de la emergencia climática en lo que a las enfermedades se refiere.
Para descubrir cuál ese impacto, Mora y su equipo han monitorizado de manera sistemática la literatura e investigaciones existentes. Así, han descubierto que existen, al menos, 3.213 casos empíricos que relacionan directamente 286 enfermedades patógenas humanas a 10 riesgos climáticos que se ven agravados por las emisiones de gases de efecto invernadero.
De esta manera, los riesgos climáticos analizados son el exceso de gases de efecto invernadero en la atmósfera, las sequías, las olas de calor, los incendios, las precipitaciones torrenciales, las inundaciones, las tormentas, el aumento del nivel del mar, la acidificación de los océanos y los cambios en la cobertura natural del suelo.
Del total de las enfermedades patógenas analizadas, aseguran, 277 empeoraron por al menos un riesgo climático. Y sólo 9 de ellos sufrieron mejoras debido a la emergencia climática. En total, el 58% de las enfermedades infecciosas, que se han documentado y que afectan a la humanidad, se ha visto agravado por eventos climáticos.
Más emisiones, más infecciones
Pero ¿qué quiere decir esto? Algunos riesgos climáticos acercan los humanos a los patógenos. Por ejemplo, explican los autores, las tormentas torrenciales y las inundaciones que resultan en desplazamientos forzosos se han asociado a un incremento de casos de la fiebre de Lassa o a la legionelosis.
En otras ocasiones, ocurre a la inversa y los fenómenos extremos acercan los patógenos a los humanos. Es el caso del calentamiento global, que provoca que aumenta el área de actividad de los organismos que transmiten enfermedades, como el dengue, la malaria o la enfermedad de Lyme.
Según los autores del estudio, su investigación demuestra que existen 1.006 senderos específicos y únicos por los que los riesgos climáticos han desencadenado ya varias enfermedades con diferentes tipos de transmisión.
El texto, además, hace hincapié en la “capacidad limitada de la sociedad para adaptarse” a este mundo en constante transformación. Por eso, aseveran los investigadores, “reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es crucial”. Estas serían, en todo caso, la fuente principal del problema.