El pasado domingo 16 de julio, los termómetros de una ciudad china rompían todos los récords del país y alcanzaban los 52,2 °C. Ese mismo día, en el Aeropuerto Internacional del Golfo Pérsico de Irán se superaban los 66 °C por siete décimas. Unas temperaturas que, según el meteorólogo Colin McCarthy, del US Stormwatch, son “incompatibles con la vida humana”.
Mientras tanto, las inundaciones han arrasado la India y se está cociendo un nuevo tifón en Filipinas… y ya van por el quinto en esta temporada. Y, más cerca, en Europa, las temperaturas extremas echan a los fuegos que se comen Grecia.
Ahora que los termómetros en España o Francia dan un respiro a las temperaturas extremas, estas acechan a nuestros vecinos italianos, siguen atormentando a los griegos y sofocan a los Balcanes. En el Véneto, al norte de Italia, incluso han caído fuertes granizadas. Si se confirman los datos, del cielo habrían caído trozos de hielo de más de 15 centímetros, lo que batiría el récord marcado en Rumanía el 26 de mayo de 2016.
Este verano está siendo duro para el hemisferio norte. Hasta el punto de que el enviado especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry, ha intentado coordinar una respuesta global con China. Tal y como informa el New York Times, el que fuera secretario de Estado con Barack Obama aseguró a las autoridades chinas que “el clima es un asunto global, una amenaza para toda la humanidad”.
Temperaturas en aumento
Desde el siglo XIX, la temperatura terrestre ha aumentado 1 °C. Y cuantos más grados, más frecuentes se hacen los fenómenos extremos como las olas de calor, las lluvias torrenciales o las granizadas repentinas como las que llevamos viviendo este mes de julio. Los expertos prevén, además, que estos se alarguen hasta bien entrado agosto.
Tal y como informa Reuters, está previsto que las olas de calor del norte global persistan en las próximas semanas. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) lo aseguraba así esta semana que dejamos atrás: "Se espera que las temperaturas en Norteamérica, Asia, el norte de África y el Mediterráneo se mantengan por encima de los 40 °C por un número prolongado de días".
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John Nairn, un asesor sénior sobre calor extremo de la OMM, asegura a Reuters que "tenemos que, como mínimo, activar planes contra olas de calor extremas para el próximo mes".
El 'infierno' en temporada alta
El Mediterráneo lleva viviendo un calor intenso, que ha roto incluso récords, lo que llevamos de temporada alta para el turismo. Algo que no hace otra cosa más que profetizar sobre lo que, explica Nairn a Reuters, supone vivir las consecuencias de la emergencia climática.
"El aumento de las temperaturas globales contribuyen al incremento de la intensidad y la frecuencia de las olas de calor", recuerda. En ENCLAVE ODS ya explicamos cómo varios estudios recogen la evidencia científica al respecto.
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Y el cambio climático acelerado por el ser humano está detrás del aumento de temperaturas y de fenómenos extremos. “Habrá más de lo mismo a no ser que reduzcamos las emisiones de gases de efecto invernadero de manera drástica”, explica a The Guardian el científico estadounidense que alertó por primera vez del peligro de las emisiones en 1980, James Hansen.
El octogenario asegura al medio británico que “somos verdaderos tontos”, pues ya son cuatro décadas las que han pasado desde que él lanzara las primeras alarmas.
“Las supertormentas que vemos ahora son solo una muestra de las que vivirán mis nietos. Nos dirigimos, de manera consciente, hacia una nueva realidad que sabíamos que vendría”, asevera Hansen. Y sentencia: “Pero teníamos que verla para creerla”.
Nairn recuerda que lo que hay que hacer está claro, y hay consenso científico global –como han demostrado los últimos informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). "Si eliminamos los combustibles fósiles, reduciríamos una de las principales causas del calentamiento global", indica. Y añade: "Aunque no se pueda hacer de golpe, sí que se pueden empezar a tomar medidas ambiciosas".
Algo que desde la OMM esperan ocurra en la próxima cumbre del clima, la COP28, que se celebrará en Emiratos Árabes Unidos.