7 de cada 10 niños sufren todos los días algún tipo de acoso (bullying) y ciberacoso. Esta es la demoledora realidad que arroja el primer estudio, elaborado por Bullying Sin Fronteras, que documenta las estadísticas del acoso escolar en nuestro país. Durante el recreo, en los baños, los pasillos, el comedor o incluso en las redes sociales: el acoso escolar puede estar presente en cualquier espacio (físico o virtual) del ámbito educativo y manifestarse de distintas maneras.
Una constante en los casos de bullying, como relata José Antonio Luengo, experto en Psicología Educativa, catedrático de Enseñanza Secundaria y decano del Colegio Oficial de la Psicología, es que, en principio, el niño o niña que sufre acoso no lo va a contar.
Pero por suerte “el acoso puede ser visibilizado incluso si no lo sufres”, explica. Y lo habitual es que lo hagan los padres cuando detectan un comportamiento que no les gusta. Si bien esto es lo más común, en otros casos son los compañeros, los docentes o incluso otros trabajadores del centro educativo los que se dan cuenta de que hay una persona sufriendo acoso escolar.
[La Fundación Mutua contribuirá a la atención psicológica de víctimas de acoso escolar]
“Si se detienen indicios de que un chico puede estar sufriendo acoso escolar, da igual quien lo solicite”, aclara Luengo. “El acoso escolar es una forma de maltrato entre iguales en el que hay una conducta de persecución (física o psicológica) de una o varias personas hacia el mismo alumno/a con intencionalidad de herir, asustar, humillar o enfadar y que se repite en el tiempo”. Esta es la definición que recoge la Subdirección General de Cooperación Territorial e Innovación Educativa del Ministerio de Educación y a la que ha contribuido Luengo.
Y estos episodios se pueden llegar a dar de diversas maneras. Desde ENCLAVE ODS y haciéndonos eco del manual Acoso escolar y la convivencia en los centros educativos: guía para el profesorado y las familias, elaborada por este especialista en psicología infantil, listamos las siguientes formas de bullying más comunes:
1. Exclusión social
"'Entrar' en un grupo, formar parte activa de él, ser tenido en cuenta y considerado no siempre es fácil para algunos chicos y chicas", explica Luengo en la guía. La exclusión social suele pasar desapercibido, ya que no se manifiesta ningún acto explícito de vejación o humillación.
No tienen por qué producirse otras manifestaciones de violencia, como los golpes, los insultos, las burlas o las amenazas. La exclusión social tiene lugar cuando la víctima es ignorada o no se le deja participar en el grupo.
2. Agresión verbal
Insultos, motes, difamación… Las agresiones verbales son algo bastante común y a menudo pueden empezar siendo inofensivos, pero puede escalar a niveles que afecten a la víctima.
El acoso verbal no siempre es fácil de reconocer porque suele producirse cuando no hay figuras de autoridad cerca. Además, se puede hacer pasar por una broma o un mote cariñoso entre amigos. Lo que lo hace difícil de probar.
3. Agresión física indirecta
Otra forma de intimidación a las víctimas de acoso escolar es ejercer la violencia contra objetos: esconder, romper o robar objetos que le pertenecen a la víctima también es acoso escolar.
A diferencia de la agresión directa, no existe por qué existir contacto físico entre el agresor y la víctima.
4. Agresión física directa
La agresión física es la forma más evidente de bullying. También es quizás el más fácil de detectar. Suele estar perpetrado por una persona o grupo de personas más grande o fuertes que la víctima.
En caso de que se produzca una pelea entre dos personas con fuerza similar, podría no constituir ninguna forma de acoso escolar.
5. Amenazas y chantajes
La coacción a través de amenazas, manipulaciones o chantajes también es una forma común de acoso escolar.
Este tipo de acoso escolar puede incluir las amenazas de compartir imágenes de naturaleza sexual o informar al centro de haber hecho trampas en las pruebas académicas.
6. Acoso sexual
Cuando el agresor realizan tocamientos o acercamientos no deseados, actos de violencia física u otros gestos de naturaleza sexual no deseado a otra persona, se está produciendo una situación de bullying sexual. Igualmente, se incluyen aquí los comentarios relacionados con el aspecto físico o vida íntima de la víctima.
También es acoso sexual el bullying homófobo, que es el maltrato a una persona por su orientación sexual, ya sea real o por la percepción que se tiene de la misma.
7. Ciberacoso (o 'ciberbullying')
"Se trata de una agresión injustificada, ejercida de manera intencional mediante los dispositivos electrónicos por individuos o grupos contra los que la víctima no puede defenderse fácilmente", explica Luengo en la guía.
Por tanto, queda fuera del espacio físico. Es un acoso escolar indirecto "que escapa a la mirada, al contacto físico y a la presencia", detalla Luengo.
¿Cómo detectarlo?
Tal como explica el especialista en el manual, los menores, acorralados y sin alcanzar a ver una salida de la situación en la que se encuentran, acaban resignándose a la indefensión aprendida.
Y describe Luengo: “[El acoso escolar] cercena las opciones, las salidas, anula la voluntad, machaca las posibilidades de reacción y respuesta y deja "a los pies de caballos" a quien la padece, resignado, dolorido, sumiso, inexpresivo”.
15 indicadores de acoso escolar
- Se muestra callado ordinariamente.
- Apenas se relaciona o habla con sus compañeros.
- A menudo se muestra triste.
- En el recreo suele encontrarse solo.
- En las actividades de grupo interviene en escasas ocasiones.
- En sus intervenciones en clase suele mostrarse tímido y retraído, y es frecuente observar actitudes de rechazo y risas en algunos de los compañeros del aula.
- Falta a clase más que la media del resto de alumnos.
- Manifiesta comportamientos y respuestas emocionales extremas, como el llanto incontrolado.
- Parece ser rechazado por el grupo o parte de él.
- Ordinariamente, se muestra tenso e irritable.
- Se observa un descenso del rendimiento escolar.
- Muestra una marcada dificultad de concentración.
- Se muestra apático.
- Manifiesta conductas de huida, evitación y síntomas de pánico.
- Negación de los hechos e incongruencias.