Fernando Tejero se pasó por los micrófonos de La Ventana de la Cadena SER este martes 2 de mayo para celebrar el Día Internacional Contra el Acoso Escolar. En un acto de valentía y con el objetivo de visibilizar una de las mayores lacras que existen hoy día en nuestro país, el actor de La que se avecina contó el bullying que tuvo que vivir en su infancia por su homosexualidad y desveló que fue víctima de un abuso sexual.
"Yo viví una época jodida, muy jodida. Diez años de Franco, la transición, y yo no fui yo hasta que llegué a Madrid porque era homosexual. De pequeño tenía mucha pluma, y ya me insultaban, me llamaban 'maricón", señaló el intérprete que dio vida a Emilio, el portero de Desengaño 21, en Aquí no hay quien viva.
Fernando dio un paso más allá al confesar algo que hasta ahora jamás había contado en público. "Esto es la primera vez que lo cuento en mi vida", espetó para después decir: "Abusaron de mí. Abusaron de mí sexualmente, un chico mayor que yo", reveló. "Y claro, yo no quería aceptarme tampoco por la sociedad, por mi familia... Y, entonces, yo me quité la pluma a base de corregirme yo mismo. Yo tengo la voz ronca hoy y tartamudo por no poder expresarme tal cual era", contó resignado el cordobés a Carles Francino.
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En otro orden de cosas más distendidas, Tejero recordó a Francino que la vocación de ser actor le vino desde bien pequeño, cuando trabajaba en la pescadería de su padre. "Yo volaba. A veces me imaginaba que estaba en un escenario y las clientas de la pescadería eran mi público. De ahí rescaté cosas para luego", recordó sobre su etapa como pescadero.
Fernando también explicó que tuvo que criarse separado de sus padres y de sus hermanos -es el cuarto de un total de seis- al tener que vivir con una de sus tías... hasta que ella enfermó de cáncer: "Estas cosas absurdas que se hacían en el sur. Yo fui un niño prestado y ahí sufro un abandono. No culpo a mis padres porque ellos no son conscientes de lo que eso iba a suponer para mí a la larga".
"Para mí fue otro abandono que me ha pasado factura a lo largo de los años y que me sigue pasando. Uno porque está con psicólogos y terapias, y hace lo imposible por llevar esta vida lo mejor posible, pero mi infancia y adolescencia es para escribir una película", se sinceró.