La industria de la moda es la segunda más contaminante. El sector textil intenta reducir emisiones e impulsar el reciclaje con conceptos como el slow-fashion, una filosofía de consumo responsable de ropa que trata de concienciar sobre el impacto en el medioambiente. Pero ¿cómo están actuando las marcas en este sentido? ¿Cómo influye la demanda del consumidor?
La mesa redonda sobre moda de las jornadas sobre cultura sostenible, organizadas por el Teatro Real, ha reunido a varios expertos del sector para abordar estas cuestiones y los retos que afronta la industria textil.
Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta de EL ESPAÑOL y moderadora del debate, ha iniciado la conversación ubicándola bajo el ODS 12, producción y consumo responsable. "Cuando hablamos de moda, hablamos de productores y también de consumidores".
Productores y consumidores
Brezo Tejerina, directora de sostenibilidad de El Corte Inglés, abrió el debate subrayando dos hitos a nivel legislativo que han impactado directamente sobre la empresa. En primer lugar, la Cumbre de París (2015) y, en segundo, el Pacto Verde Europeo (2019), dos normas que han dado a las compañías los instrumentos políticos necesarios para la transformación. "Creo que el reto que tenemos ahora es infalible".
Además, menciona la importancia de conocer el impacto que la empresa genera sobre el medioambiente. El Corte Inglés conoce el suyo y el siguiente paso es conocer el impacto de sus proveedores, empezando por los grandes, para poder generar un cambio.
"El 50% de las cosas que se compran en el Black Friday se devuelven"
La directora de marketing y comunicación de ECOALF, Carolina Álvarez-Ossorio, arranca presentando la marca y coloca al productor en el foco de atención. Una marca de moda que no aspira a ser solo una de las mejores empresas del mundo, "sino para el mundo". Nace con la vocación de dejar de usar los recursos del planeta indistintamente, se trata de una nueva generación de ropa elaborada con materiales reciclados, pero con la misma calidad, diseño y propiedades que la elaborada con elementos no reciclados.
Por su parte, Constan Hernández, fundador de Is Coming, dirige el foco al consumidor, aunque no quita su parte de la responsabilidad a los productores. "Creo que hay un gran desconocimiento de lo que se contamina". Reflexiona que se genera una súper producción de elementos que consumimos y no necesitamos. "Los armarios son cada vez más pequeños ¿qué hacemos con todo lo que compramos".
La diseñadora María Lafuente devuelve la atención a los productores, hacia la fase inicial, el diseño y reflexiona sobre la importancia de mostrar en las etiquetas los tejidos que conforman los diseños. Pionera en el uso de nuevos materiales y la simbiosis entre arte y naturaleza, fue la primera en utilizar la fécula de la patata para elaborar un vestido.
Gema Gómez, fundadora de Slow Fashion Next, que se dedica a formar a personas y organizaciones y prepararles para el cambio hacia la sostenibilidad, explica la importancia de que tanto empresas como consumidores se conciencien. "Creo que tenemos que empezar a entender que la felicidad no viene de comprar, sino de consumir mejor y alinearlo con las necesidades que tenemos. El 50% de las cosas que se compran en el Black Friday se devuelven".
Modelo de consumo
Sánchez de Lara plantea a los ponentes si la pandemia, que nos ha hecho reflexionar sobre muchas cosas, ha provocado un cambio en la forma de consumir moda.
Tejerina ha afirmado que se ha producido dicho cambio. "Lo hemos visto hasta en las políticas que han salido". Sin embargo, Hernández no lo tiene tan claro. Si bien considera que lo que hay es una oportunidad para el cambio, coincidiendo con Tejerina en que el consumidor está predispuesto, apunta que aún hay que cambiar "a un modelo sostenible, pero también sostenible económicamente".
Álvarez-Ossorio ha manifestado que el actual modelo de negocio no funciona y que nos dirigimos a uno en el que vamos a comprar menos, pero mejor. Y para ello, ha señalado que la trazabilidad y la transparencia son fundamentales.
Sostenibilidad económica
"La gente joven es más consciente y va a ser mejor consumidor, pero hace falta más apoyo institucional". Así ha respondido Lafuente a la pregunta sobre el apoyo institucional hacia la sostenibilidad en la industria textil. "Creo que con las nuevas revoluciones tiene que haber apoyo a las nuevas industrias".
Hernández ha señalado que, si bien el reciclaje y la reutilización de materias son fundamental, la sostenibilidad tiene que ir de la mano de la economía para que la fórmula funcione. "Es una fórmula difícil de salvar". Para ello apunta que el dato, las estadísticas, son fundamentales.
"Deberíamos pensar qué porcentaje de la producción se vende, cuál se vende con descuento, cuánto se tira, cuánto impacto provoca el transporte...". Es decir, auditar la producción.
Gómez ha introducido dentro del concepto de economía circular, que ya se estaba abordando desde las materias primas, el de nuevos modelos de negocio. "Hay muchas marcas que lo que hacen es vender algo de segunda mano".
Sumar para el cambio
Gómez ha querido concluir su intervención apelando al ODS 17, alianzas para los objetivos, para que los distintos actores de la industria colaboren entre sí. Por su parte, Lafuente ha concluido explicando que gracias a las nuevas tecnologías es posible reutilizar materiales para crear belleza. "La sostenibilidad es posible de muchas formas"
Idea de la que se ha hecho eco Hernández, quien ha querido contar un proyecto actual en el que está involucrado. Recompra prendas a clientas y las emplean en cine y televisión. Aunque es consciente de que posiblemente acaben en un contendor, se alarga su vida útil y se va generando conciencia e introduciendo el nuevo modelo de consumo.
"La sostenibilidad es posible de muchas formas"
"Creo que es importante poner al planeta como prioridad, lo que sea bueno para el planeta va a acabar siendo bueno para el negocio", ha concluido Álvarez-Ossorio. Tejerina, por su parte ha querido subrayar la importancia de la innovación y que, a la hora de colaborar, todos sumemos.