Siete espacios naturales de Castilla-La Mancha donde encontrarás la magia del otoño
Rincones que te permitirán desconectar, respirar aire puro y disfrutar de un espectáculo visual inmejorable.
29 noviembre, 2022 08:11Castilla-La Mancha es una comunidad autónoma que puede ofrecer a sus vecinos y visitantes más de 589.000 hectáreas de espacios naturales protegidos, entre los que destacan los parques nacionales de Cabañeros y de las Tablas de Daimiel, siete parques naturales, 22 reservas naturales, cinco reservas fluviales, etc.
Rincones perfectos, en definitiva, para hacer una escapada en la que desconectar de la gran ciudad, disfrutar de los sonidos de la natualeza, respirar aire puro y emocionarse con vistas inmejorables.
Te proponemos a continuación siete parajes castellano-manchegos ideales para visitar en otoño, cuando las temperaturas todavía son agradables para hacer senderismo y los colores ocres tiñen el paisaje.
1. Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona (Ciudad Real)
La entrada natural al parque, que es de acceso libre, está en Puertollano por la N-420. Quienes se acerquen hasta allí no quedarán indiferentes gracias a sus bosques mediterráneos, entre los que se encuentran árboles centenarios y milenarios, la riqueza paisajística de sus parajes y las más de 160 especies de aves que lo habitan -pese a no tener humedales-.
Formaciones volcánicas, microrreservas de murciélagos, la encina milenaria bajo cuya copa podrían refugiarse un millar de ovejas y el roble llamado "el Abuelo" harán las delicias de los amantes de la naturaleza, sobre cuyas cabezas sobrevalorá el águila imperial ibérica, el buitre negro y la cigüeña negra. En esos mismos terrenos camina el lince ibérico, el lobo y la cabra ibérica.
2. Hayedo de Tejera Negra (Guadalajara)
Este hayedo es el último que queda en el sur de Europa, convirtiendo al paraje -que forma parte del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara- en una joya única en España. En el bosque, alimentado por los ríos Lillas y Zarzas, crecen robles melojos, pinos silvestres, tejos, acebos y abedules.
El otoño tiñe al hayedo con preciosos colores ocre y rojo, además de llenarlo de setas. Sus cielos son surcados por el águila real, sobre corzos, zorros y jabalís.
Cuenta con un Centro de Interpretación y en caso de acceder mediante un vehículo es necesario reservar plaza de aparcamiento a través de esta página web.
3. Parque Natural Barranco del Río Dulce (Guadalajara)
El Parque Natural del Barranco del río Dulce se extiende por los términos municipales de Sigüenza (La Cabrera y Pelegrina), Mandayona (Aragosa), Saúca (Jodra del Pinar), Torremocha del Campo, Mirabueno y Algora, en la provincia de Guadalajara. Allí desarrolló buena parte de su actividad Félix Rodríguez de la Fuente, como se explica en el Centro de Interpretación ubicado en Mandayona, donde también hay cámaras para la observación directa de nidos de buitres leonados.
Ideal para hacer rutas de senderismo y ciclismo, impresiona por el gran cañón excavado por el río, formando ciudades encantadas, lapiaces, cuevas, simas, torcas, dolinas o edificios tobáceos que se pueden observar con toda claridad en el meandro abandonado de La Cabrera.
Los bosques que cubren este Parque Natural se componen fundamentalmente de encina y de quejigo, aunque también hay chopos o álamos, sauces y fresnos. Entre los roquedos de las paredes del barranco se pueden avistar buitres leonados, águilas reales, halcones peregrinos y chovas pequirrojas. En las riberas garzas y ánades reales, el martín pescador y la lavandera cascadeña.
4. Laguna Volcánica de Michos (Ciudad Real)
Desde Abenójar se puede llegar hasta esta laguna rodeada de encinares centenarios de la que beben varias especies de aves acuáticas y animales como el lince ibérico o el águila real.
La laguna, que ocupa un cráter formado por una explosión volcánica y puede secarse si el otoño no es suficientemente húmedo, tiene la sierra a su espalda y la llanura a su frente, componiendo un entorno paisajístico de gran belleza.
5. Lagunas de Cañada del Hoyo (Cuenca)
Son siete lagunas permanentes a las que se accede desde la carretera CUV-9142, a poco más de cuatro kilómetros desde el pueblo de Cañada del Hoyo. Sus colores varían desde tonos azules, negros, hasta verdes, debido a los raros microorganismos, casi únicos en el mundo, que la habitan.
Las praderas de vegetación acuática de las lagunas están rodeades de bosques de pinos y sabinas, donde surgen los arces y los tejos. Existe también una importante representación de anfibios y reptiles.
Existe un pequeño sendero en el que se puede observar las lagunas de titularidad pública: la Laguna de la Cruz o laguna verde, Lagunillo del Tejo o laguna negra y Laguna del Tejo o laguna azul. En el resto de las lagunas de titularidad privada debe concertarse una cita para su visita.
6. Complejo Lagunar de Pedro Muñoz (Ciudad Real)
En otoño y primavera, debido al ciclo natural del agua, es cuando se encuentra mayor biodiversidad en este complejo que comprende tres lagunas: la Laguna del Pueblo o de la Vega, la Laguna del Retamar y la Laguna de Navalafuente.
Los visitantes, además de poder avistar numerosas aves como la amenazada malvasía cabeciblanca, se encuentran con formaciones vegetales que habitan en lugares salinos: toda una rareza en nuestro país y en Europa, que las hacen únicas. El almajal, la hierba salada o el coralillo sólo crecen aquí.
7. Microrreserva Peñas Coloradas (Albacete)
Desde el término municipal de Molinicos, en la provincia de Albacete, se accede a esta meseta caliza que ofrece espectaculares vistas panorámicas de la Sierra del Segura.
Esta zona serrana de gran belleza, cubierta de pinares y pintorescas aldeas, se encuentra en el valle del Rio Tus, muy próxima a la falda sur del Calar del Mundo y la sierra del Cujón.
Destaca por sus escarpes calizos rojizos y su interesante flora, siendo el pico Ojico (1.242 metros) el más alto del lugar.