Así robó una banda criminal la carga de un camión en un área de servicio de Toledo
La Guardia Civil ha practicado ocho detenciones para acabar con esta organización liderada por tres hermanos.
14 septiembre, 2022 11:04La Guardia Civil, que ha practicado hasta ocho detenciones en el marco de la operación Textar, ha logrado desarticular una banda de delincuentes liderada por tres hermanos y que se había especializado en robar la mercancía de camiones en la autovía que une Madrid con Extremadura, la A-5. A todos los arrestados se les atribuye un delito de robo con fuerza en interior de vehículo y otro de pertenencia a grupo criminal.
Según ha informado la Benemérita mediante una nota de prensa, la investigación comenzó a principios del pasado mes de mayo tras cometerse un robo en el interior de un camión estacionado en un área de descanso de la mencionada carretera, concretamente en el término municipal de Casarrubios del Monte, en la provincia de Toledo. Los agentes del puesto de la Guardia Civil de Valmojado, encargados de la resolución del caso, pronto comporbaron que un grupo criminal especializado en delitos de este tipo comenzaba a operar en la zona.
Para perpetrar los robos, los presuntos autores hacían uso de otro camión en el que transportaban la carga robada hasta la barriada madrileña de la Cañada Real Galiana, donde daban salida a la mercancía. Esta zona deprimida de la capital, además, era el lugar de domicilio de varios de los miembros del grupo.
Expertos y profesionales
Cuando la Guardia Civil consiguió la identificación completa de todos los miembros del grupo delictivo, que contaban con antecedentes penales, se pudo determinar que el grupo era muy extenso y que había hecho de la delincuencia su modus vivendi.
La estructura de la banda estaba perfectamente jerarquizada. A la cabeza se situaban un trío de hermanos con sobrada experiencia y notable nivel profesional en este tipo de golpes. Llevaban, en palabras de la Benemérita, una perfecta coordinación de los medios materiales y personales de los que disponían, y distribuían de manera muy concreta y disciplinada las tareas en el momento de los robos.
Entre cinco y ocho personas, tras asegurar la zona de actuación, se dirigirían al semirremolque elegido, al que habían cortado la lona previamente para llevar a cabo una extracción rápida de la carga, emprendiendo así la huida en pocos minutos al finalizar el robo.