Con la llegada de septiembre muchas familias tienen que lidiar con los elevados costes que acarrea la vuelta al cole. El nuevo curso se presenta complicado para el bolsillo debido a la ingente subida que han experimentado los precios durante los últimos meses. Esta situación supone un duro varapalo para las familias más vulnerables que luchan por llegar a fin de mes, que se encuentran ahora con la carga extraordinaria de hacer frente a todos los gastos del material escolar.
Además, con el cambio de la ley educativa (LOMLOE) los centros han adaptado su programa y el temario de algunas asignaturas, lo que ha provocado que se hayan tenido que elaborar libros nuevos. Así, todos los cursos impares desde Infantil hasta Secundaria se verán afectados por esta modificación, ya que los alumnos deberán comprar ejemplares actualizados, cerrando la puerta al ahorro que supone la compraventa de segunda mano o heredarlos de otros amigos o familiares.
Aunque existan enormes diferencias entre zonas y centros de Castilla-La Mancha, los manuales y materiales necesarios para el nuevo curso suponen un fuerte desembolso de cientos de euros para los padres. Así, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), este año la vuelta al cole tendrá un coste de entre 400 y 500 euros por alumno, lo que supone para las familias incrementar entre el 20 o 30 % el gasto mensual.
Este año los libros son un 12 % más caros que el anterior, una elevada subida que está incluso dos puntos por encima del IPC de julio. Todo esto supondrá un gasto medio de 291 euros. María Sánchez Martín, madre y secretaría de la confederación de AMPAS de Castilla-La Mancha, ha indicado en declaraciones a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM que dependiendo del centro se podrán adquirir o no libros ya usados, ya que en algunas instituciones han cambiado el paquete completo y por lo tanto no se podrán utilizar los de ediciones anteriores. "Las AMPA y las familias movemos mucho los bancos de libros. Sin embargo, este curso no se podrán reciclar algunos ejemplares por la implantación de la nueva ley de Celaá", lamenta.
"Es difícil calcular cuánto se puede gastar una familia en libros, porque las medidas son muy desiguales. Pero, por ejemplo, un adolescente que estudie en un centro de secundaria se puede llegar a gastar hasta 300 o 400 euros. Por lo tanto, es una cantidad bastante elevada que muchas familias no se pueden permitir", matiza Sánchez.
En este mismo sentido, para colaborar con las familias más vulnerables el Gobierno de Castilla-La Mancha ha ampliado su programa de ayudas para libros de texto y comedor escolar. En este nuevo curso 2022-2023, se concederán 82.622 becas, 10.300 más que el año anterior.
Un año educativo de "transición"
Por otro lado, según ha explicado Julio César Casarrubios, presidente del sindicato ANPE de Castilla-La Mancha, este curso va a ser "un año de transición" y sin cambios drásticos porque la LOMLOE no está implantada aún al completo.
"La Consejería de Educación ha permitido una flexibilidad en el cumplimiento de la ley, por eso dependerá mucho del centro. Hay instituciones que han adaptado ya sus programas educativos a la nueva normativa sacando textos de borradores y otros aún tienen mucho que discutir y organizar. Son cambios que se irán haciendo poco a poco. Por eso, hasta el momento algunos centros adaptarán y utilizarán los libros de ediciones anteriores", aclara el presidente de ANPE.
Además, ha añadido que para conseguir ahorrar en este curso "tan especial" muchos centros se han reinventado y adaptado a las nuevas tecnologías. Por eso, colegios e institutos han impulsado la enseñanza a través de libros digitales: una alternativa más rentable y económica para sustituir al papel.
Ayudas a las familias vulnerables
Aparte de los libros, hay muchos productos que las familias deben adquirir al comienzo del curso escolar (materiales artísticos, ropa, mochilas, estuches, etc.) que suponen un alto coste y que no cubren los centros educativos. Asimismo, desde la confederación de AMPAS de Castilla-La Mancha han denunciado reiteradas ocasiones el hecho de que las familias tengan que aportar demasiado material que no deberían prestar. Como por ejemplo, el papel o los cuadernos, ya que debería ser el centro el que cargue con ese gasto.
Con la vuelta al cole más cara de los últimos años, muchas familias no pueden pagar todo el material escolar requerido por los profesores. Por este motivo, ONG y asociaciones colaboran para ayudarles y que todos los alumnos puedan estudiar en igualdad de condiciones.
"En muchas ocasiones, en el AMPA realizamos una recogida de productos escolares (mochilas, estuches, pinturas, etc.) y los reciclamos para entregárselos a aquellos alumnos que estén atravesando una mala situación económica en su familia", añade María Sánchez.
Por último, el presidente de ANPE ha explicado que muchas instituciones como Ayuntamientos o el Gobierno de Castilla-La Mancha se están volcando con los más desfavorecidos. Por ejemplo, desde el Ayuntamiento de Camarena (Toledo) han querido ocuparse de los gastos de los libros de este curso. Además, también existen becas que proporcionan a aquellos alumnos más vulnerables un sustento económico.