El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que el trasvase Tajo-Segura se reducirá a la mitad en muy poco tiempo, un recorte que mantiene en alerta máxima a los regantes de Murcia, Almería y Alicante.
Sobre el último envío de agua, aprobado este viernes por la Comisión de Explotación de la infraestructura y cifrado en 16 hectómetros cúbicos (Hm3), el dirigente socialista castellano-manchego ha afirmado: "Es el doble de lo que será cuando entre en vigor el nuevo Plan Hidrológico del Tajo".
Así se ha expresado García-Page desde Talavera de la Reina (Toledo) durante la inauguración de la iluminación artística del Puente Romano de la ciudad, cuyo Ayuntamiento ha denunciado recientemente que el caudal del río Tajo a su paso por la localidad es desde hace varios días inferior al mínimo legal, fijado en 10 metros cúbicos por segundo.
Una legislación "caduca"
Sobre la decisión de la Comisión de enviar desde Entrepeñas y Buendía al Levante español 16 hm3 en junio -de los que 7,5 son para abastecimiento humano y 8,5 hectómetros para regadío-, el presidente de Castilla-La Mancha ha recordado que se trata de una derivación "mecánica" que se enmarca dentro de una legislación "caduca" que será corregida cuando entre el vigor el nuevo Plan Hidrológico del Tajo.
"Es la mitad que el trasvase que se hubiese producido hace unos años con el memorándum entonces aprobado, pero a la vez es el doble de lo que será cuando entre en vigor el nuevo Plan del Tajo que hemos conseguido entre todos", ha insistido.
Además, García-Page ha advertido de que "cada vez hay menos opciones de trasvasar porque cada vez hay menos agua" a consecuencia del cambio climático y, aunque ha reconocido que Castilla-La Mancha todavía no ha conseguido el "cien por cien" de los objetivos que se ha propuesto en materia de agua, ha prometido que la región lo acabará consiguiendo.