Sánchez muy agradecido a Feijóo
Sánchez agradece a Feijóo sus propuestas y ha decidido reducir al 4% el IVA de los productos básicos de la cesta de la compra. Es una medida que viene a apoyar las economías de más de 20 millones de familias que, muchas de las cuales tienen dificultades para llegar a final de mes. Todos hemos comprobado como en el último año los precios de los productos básicos de la cesta de la compra, y especialmente los alimentos, han sufrido subidas espectaculares, arrastrados por las subidas de la energía y combustibles desde junio de 2019, subidas que pueden sumar una media del 30 % en la cesta de la compra.
Ha sorprendido gratamente a los ciudadanos el poder de persuasión de Feijóo que, en un cafelito de tarde en la Gran Vía, ha convencido a Sánchez de que una familia media con dos hijos que en el año 2018 se gastaba 5.000 euros en comida ahora se gasta alrededor de 6.500 euros por lo que tiene serias dificultades para llegar a final de mes. Sánchez, conmovido, al instante ha comprendido que 1.500 euros más de gasto es una barbaridad y un desembolso absolutamente inabordable para muchas familias.
El noble gesto de agradecimiento de Sánchez y su exquisita sensibilidad ha sido muy bien recibido por las familias, autónomos y también por Feijóo. Es la primera vez que este notable gesto de Sánchez sorprende a propios y extraños. Ha sido tal el cambio que también ha reconocido y agradecido sinceramente la propuesta que en su momento aceptó del señor Feijóo en relación con la bajada del IVA de la luz y del gas al 5 %.
Sánchez ha reconocido con emoción contenida, se le saltaban las lágrimas de alegría, que han sido unas de las medidas que más han contribuido a bajar el índice de precios al consumo y por tanto a bajar la inflación. Hasta tal punto esta agradecido Sánchez, que va a aceptar la propuesta de Feijóo de mantener la bajada del IVA del gas y de la luz todo el invierno y mientras siga alta la inflación subyacente. Un amigo, de partida de mus, le conto que el mayor consumo de gas se produce en los meses de enero, febrero y marzo. La bajada caducaba, el 31 de diciembre de 2022 y el voluntario de Caritas, vecino del quinto, le había dejado caer en del portal del bloque que las familias siguen con serias dificultades para llegar a final de mes y especialmente en diciembre por los gastos extras de la Navidad.
En un alarde de generosidad e inteligencia sin precedentes, Sánchez ha confesado a Feijóo que está barajando la posibilidad de bajar el IRPF, por lo menos a las familias que tienen ingresos inferiores a 40.000 euros, para compensar la subida de la inflación. Sánchez le ha confesado, entre suaves sollozos y, con claros síntomas de remordimientos, sufrir insomnio por haber recaudado 33.000 millones de euros más debido a la subida de los precios este año.
Le ha reconocido a Feijóo, en un arrebato de sinceridad que la familia de su vecino, que se gastaba alrededor de 18.900 euros al año para vivir en el año 2018, ahora puede necesitar 24.400 euros, a los que hay que sumar a todos los gastos fijos la hipoteca que le ha subido de 12,000 euros a 14,500 al año. Claro, sus vecinos no pueden ganar esos 5.500 más que necesitan. La madre le ha contado en la escalera que además de los subidón de la comida, el recibo anual de la luz le ha pasado de 600 a 1000 euros, el recibo del gas ha pasado de 300 a 400 y el padre le grito, en el ascensor, que ha pasado de gastar 1.000 a 2.000 euros en combustibles. Todos esto, sin contar otros gastos complementarios que también son imprescindibles para las familias como es el seguro del coche y de la casa, teléfono, internet y las cañas, coca-colas y hamburguesas de los domingos y festivos. Él ya sabía sabe que la familia plancha y lava los domingos porque dicen que es más barata la luz, no encienden la luz para ir a beber agua a la cocina y el WC para no gastar luz y ya no cenaran langostinos en Nochebuena.
Desde que Sánchez escucha a Feijóo y ha salido del tóxico bunker de la Moncloa está levitando, ha dejado las malas compañías, los perniciosos asesores y no parece el mismo. Con los ojos llenos de làgrimas por el sincero pesar, ha confesado que la excepción ibérica es un “artefacto contable”, para sacar del cómputo del IPC 20.000 millones de euros y así bajar a capón 2 puntos la inflación. Le ha contado al oído a Feijóo que el INE, para el cómputo del IPC, solo incluye el precio de la luz de los 10 millones de consumidores que estamos en el mercado regulado y no los recibos de los 11 millones del mercado libre, a los que por la puerta de atrás les ha incluido “otros cargos” y están pagando recibos desorbitados. Su sobrino que es autónomo le dijo indignado, en el puente de la Inmaculada, que había pasado de pagar un recibo de 1.500 euros y a pagar la friolera de 3.000 euros al mes.
Hasta tal punto llega el arrepentimiento y su deseo de que la gente le quiera, los abucheos le sacan de sus casillas y le duelen, que Sánchez ha reiterado hasta por tres veces las gracias a Feijóo, quiere hacer olvidar las tres veces que le negó y está dispuesto, antes de que acabe el año, a derogar las leyes que aprobó contra la Constitución del 78, las familias, las mujeres, los adolescente, los niños, los jueves y los empresarios, sin duda, engañado y confundido por las malas compañías y su estado de confusión por su narcisismo. Es consciente que desde que se ha propuesto practicar la verdad y humildad franciscana, eso le relaja su rictus facial y le hace parecer 10 años más joven y guapo.
Feijóo, ante tan sincero arrepentimiento, no le ha reprochado a Sánchez el retraso de 8 meses en tomar las medidas, ni le ha recordado el sufrimiento de las personas que están en situación de vulnerabilidad, de las clases trabajadores, de las clases medias y de los sufridos autónomos, le ha perdonado.
El espíritu de la Navidades ha logrado el milagro. Como rectificar es de sabios y de necios persistir en el error ¡¡Viva la sabiduría!!
¡Feliz Navidad y próspero 2023!
Carmen Riolobos Regadera
Diputada por Toledo