Siete minutos
Acabo de salir del Congreso de los Diputados. Regreso a Ciudad Real en el AVANT de las 20:15. Ha salido con casi 10 minutos de retraso.
En el Congreso hoy hemos celebrado dos sesiones plenarias, una de ellas convocada de manera extraordinaria. En ambas se han dado pasos tremendamente peligrosos desde el punto de vista de la defensa de la unidad de España, la lucha contra la corrupción, la división de poderes del Estado y, lo que es peor, en contra de la dignidad humana.
Empezaré por esto último. La mayor aberración. He oido cómo desde la tribuna del hemiciclo se decía que el aborto es un derecho y cómo se defendía que no haga falta el consentimiento ni conocimiento paterno para que una menor acabe con la vida de la criatura que lleva en su seno para nacer.
Mi compañera Teresa Angulo ha hecho una intervención fenomenal poniendo en evidencia la dictadura amoral a la que nos quieren someter este desGobierno. Los integrantes del Grupo Parlamentario Popular hemos votado en contra.
La semana pasada tuve la oportunidad de visitar el monumento a Lincoln en Washington. Impresionante. Igual que en su época se logró abolir la exclavitud y hoy la consideramos una monstruosidad, estoy convencido que más pronto que tarde el aborto será definido de la misma manera. Quizá mi generación no lo vea, o si. Yo, personalmente, en el ámbito que pueda y mientras pueda, siempre defenderé la Vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.
Pero, el lector se preguntará, ¿Por qué Juan Antonio ha elegido como titular de este articulo “siete minutos”? Me explico.
Sólo 7 minutos es el tiempo que la Presidencia le ha otorgado a la Portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Cuca Gamarra, para expresar desde la tribuna, la posición del Partido Popular, durante el Pleno Extradionario que se ha celebrado hoy, para, entre otras cosas, modificar tres, repito, tres, Leyes Orgánicas: El Código Penal, la Ley de Tribunal Constitucional y la Ley del Consejo General de Poder Judicial. Con gran coraje ha logrado arañar 3 minutos más y durante su vibrante intervención ha logrado ponernos a los populares en pie aplaudiendo en, al menos, tres ocasiones.
Pedro Sánchez, el actual PSOE y sus socios han defendido y aprobado la derogación del delito de sedición, modificar el de malversación y tomar al asalto el Poder Judicial. Con ello saldrá gratis intentar romper España, saldrá barato ser corrupto y crearán unos tribunales gubernamentales que hará que salga impune el régimen sanchista y salte por los aires la división de Poderes del Estado. En definitiva, un Golpe de Estado en toda regla.
La mayor barbaridad que escuchado ha sido la intervención del Portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, que ha llegado a acusar al PP de que intentamos nosotros dar un Golpe con las togas -¿Cabe mayor indecencia en esta argumentación?- y todo porque hemos planteado legítimamente un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional por la vulneración de derechos fundamentales al no haberse respetado el procedimiento legislativo. Hemos solicitado que el citado Pleno Extraordinario no se realizara en tanto en cuanto dicho Tribunal de garantías no se pronuncie. No se ha paralizado y hemos asistido al Pleno de la Vergüenza.
El Tribunal Constitucional, compuesto por eminentes magistrados, ha manifestado que necesita entre 4 y 5 días para estudiar este tema, y no se pronunciará, como mínimo hasta el próximo lunes 19 de diciembre.
De igual manera los Parlamentarios deberíamos de disponer de tiempo para tramitar, como corresponde, en un Parlamento democrático, la modificación del Código Penal y otras dos Leyes Orgánicas.
El Partido Popular no se opone a que se puedan hacer reformas en las Leyes, lo que si dice es que, para realizarlas, se han de seguir y respetar los procedimientos legislativos, los plazos, los tiempos, las garantías, las formas.
Se debería hacer mediante Proyecto de Ley y escuchar y leer los informes preceptivos de todos aquellos órganos consultivos habituales cuando se pretende hacer o modificar una Ley que afecta a los derechos fundamentales. Todo esto se nos ha¡ negado a todos los diputados por lo que Pedro Sánchez y el actual PSOE han propiciado una violación del Parlamento. Es un precedente gravísimo que nos mete en una deriva dictatorial.
Trascribo la opinión de unos de mis compañeros más veteranos del Grupo Popular, maestro de la oratoria y de la técnica parlamentaria: “Hoy he vivido el Pleno el Pleno más nocivo de toda mi vida en el Congreso”.
Termino de escribir estas líneas tras escuchar la inquietante rueda de prensa que acaba de dar el todavía Presidente Sánchez, que ha demostrado su cobardía al no estar presente en el hemiciclo mientras se debatían todos estos temas en la Cámara Baja y su falta de palabra pues ninguna de las reformas hoy aprobadas iban en el programa electoral con el que concurrió a las elecciones generales e, incluso, había dicho que no iba a realizar.
Urge poner en marcha una estrategia política audaz, sin complejos, combinada y conjunta que, democráticamente, expulse de la Moncloa a este hombre que se está convirtiendo en el mayor peligro para la democracia, convivencia, libertad y unidad de todos los españoles.
Como sanitario creo que Sánchez necesita ayuda psiquiátrica. También puede ser que termine también necesitando asistencia legal para responder penalmente por todas las tropelías que está perpetrando y, previsiblemte, va a seguir cometiendo.
Juan Antonio Callejas Cano
Diputado nacional por Ciudad Real
Grupo Parlamentario Popular