Noticias del Gran Mundo
🎞Un viaje que merece la pena
Esta es una película de estreno directa al corazón: “Noticias del Gran Mundo”. Una historia sencilla y bonita, de la vida y sus peligros, las batallas de los hombres y las consecuencias que tienen sobre la gente corriente, sus vidas y sus sentimientos y soledades. No es una obra maestra de esas que te araña por dentro y ya se queda contigo, pero sí tiene un punto conmovedor y su toque de gracia de western entre crepuscular y melancólico, con un formidable e inmenso Tom Hanks (¡qué gran actor y qué cantidad de registros!) que busca en su alma derrotada y encuentra un motivo maravilloso para nacer de nuevo y echarse la vida a cuestas todos los días. Y seguir contando las noticias del gran mundo, oficio siempre maravilloso. Y poder amar y reír y volver a entregarse. Helena Zengel, la niña actriz que da la réplica a Hanks, es un ángel con el océano en la mirada y un personaje enigmático y a ratos emocionante. Dirigida en 2020 por Paul Greengrass, un buen cineasta, “Noticias del Gran Mundo” se queda muy lejos de los grandes westerns de la historia del cine y no llega nunca a aquella emoción y profundidad, pero pone en pie con dignidad y elegancia una buena historia y el desolador paisaje de decadencia de los Estados Unidos tras la guerra de Secesión, sus esperanzas y sus demonios y todo el futuro por delante de una nación que se está construyendo, igual que los personajes protagonistas. Siempre en camino.Hanks y Zengel, lo mejor de la película, dan una gran luz a todo el rodaje y eso, para mí, ya merece la pena. El viaje de dos vidas rotas en busca de sí mismas y de su lugar en el mundo, metáfora de las vueltas que damos todos y de lo que nos vamos encontrando por el camino. Un viaje que, por supuesto, merece la pena: hacia adelante, siempre avanzar.
✍️Prodigioso Cuartango
Ese articulista prodigioso y torrencial que es el gran Pedro Cuartango, lectura imprescindible y cotidiana en nuestro universo periodístico, lleva consigo la luz de estar siempre en su edad literaria de oro y dejarnos cada día una joya en el corazón. Es uno de los grandes columnistas de nuestro tiempo, si no el mejor, y posee la maravillosa y envidiable capacidad de haberse convertido a sí mismo y a sus nostalgias en material de primer nivel que respira a cielo abierto en todo lo que escribe y nos toca el alma en cada renglón. Cuartango habla de su vida y su melancolía, de los libros y la música que le acompañan en el camino, las películas, los viajes y las ciudades, las cosas del hombre y sus grandes personajes, el universo infinito y la exigua condición humana, el amor, pero a todo ello le da un aire hermosísimo de lluvias y grises, de sentimentalismo profundo y añoranzas del tiempo huidizo e imposible: esa intensa humanidad que siempre tienen los grandes, el brillo que ilumina sus piezas y las hace emocionantes y adictivas.
Todo Cuartango traspasa su obra y en esas columnas está la vida. ¡Qué bonito su “Elogio de la quietud” y qué vivir atrapado en un vuelo de periodismo y pasión! En este libro, y en todo lo que escribe, aparece un hombre melancólico y pesimista pero su necesidad de escribir, y escribirse, es un hermoso manantial de agua clara, sencillo y auténtico, con la verdad aflorando por todas partes, el hombre perplejo y reposado que mira el correr de los días como un escéptico incorregible que observa el mundo y ve un infinito inamovible y sin respuestas. El cosmos silencioso e inabarcable. La quietud, la vida lenta, las corrientes que son el fluir del ser humano: coger el tiempo, atrapar la fugacidad de la vida, tener el día entre las manos y encerrarlo en un folio para que no salga volando y desaparezca para siempre en la eternidad. Escribir es buscar un sentido a nuestra azarosa existencia, dice Cuartango, rebuscándose a sí mismo entre las palabras, un poco de luz. Entender la melancolía y dejar sentado que el presente es lo único que tenemos y que tal vez la vida es mucho más simple de lo que queremos creer. Cuartango en estado puro: coge el día, atrápalo, abre los ojos y los oídos, levántate y anda, relájate y disfruta de la vida, que es lo que nos queda.
Cualquier página de este periodista inmenso, cualquier pieza, es una maravilla. Lleva dentro la vida.
🌠El camino y la posada
A propósito de los misterios del tiempo, siempre anda uno perdido sin terminar de entender del todo realmente qué está pasando y dónde hay que poner el rumbo y la atención. Vivir es extraño e inquietante, pero siempre existirá una luz que te recuerde la ruta y el lado bueno, aquello por lo que de verdad merece la pena echarse a la vida y nunca parar. No, al menos, por la propia voluntad. Sigue esa luz y camina. Existen el amor incondicional, la belleza y la bondad. Existen la esperanza y las ilusiones. La alegría: los buenos momentos, y a ellos hay que aferrarse y estar en cualquier circunstancia dispuestos a ser optimistas y batallar la felicidad, o lo que quiera que sea. Estamos en lucha. Hay que esforzarse, nada será nunca completo, en total plenitud, porque la naturaleza del mundo es imperfecta y en eterna construcción, la vida siempre como proceso y navegación, pero ahí está la verdadera magnitud de lo que somos en nuestro mundo y cómo atraparlo. El camino es siempre mejor que la posada, que sentencia Cervantes. Progreso, renacimiento, sendero. O sea, búsqueda y duda, eterna interrogación, inalcanzable derrotero de la plenitud. Caminante...
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El fluir del tiempo, la vida manda
Los estragos y demonios del poder
Esperpento y frío de una España en los huesos
Salir más fuertes de los temblores de la vida
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Vacuna contra el vértigo y la confusión
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La vida es sencilla para el corazón
Un saborcillo de felicidad y lucidez
¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?