Page y Tirado se cabrean, Cospedal, Bono y Albert Rivera, y la indignación de Blanca Fernández
Vengo comprobando en los últimos días lo regular tirando a mal que ha caído en el PP de Castilla-La Mancha la reciente visita a Toledo del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, con toda su ejecutiva nacional. A los chicos de Vicente Tirado no les ha gustado nada que Rivera rasque bola toledana y mucho menos que se esté labrando, como parece, un futuro compartido con el presidente de la Junta, Emiliano García-Page, que suele ir dos o tres pasos por delante en materia estratégica. Me consta que los populares andan preocupados y van echando pestes del líder de Ciudadanos y eso es un síntoma de que están viendo el peligro cerca: los políticos sólo se preocupan de quién puede hacerles daño y este chico Rivera puede tener mucho que decir en el futuro castellano-manchego.
Ya veremos, pero de momento hay ¿fundadas? sospechas del inicio de un idilio entre Albert Rivera y García-Page, dicen que José Bono mediante, y esa puede ser una buena noticia para el PSOE y mala para el PP en Castilla-La Mancha, aunque quién sabe cómo andará el patio cuando lleguen las elecciones autonómicas de mayo de 2019. No hay que precipitarse, por mucho que ahora Orlena de Miguel, la líder castellano-manchega de Ciudadanos, haya puesto el turbo y ya se vea en Gilitos mandando por aquí y por allá. Ante todo mucha calma, que el tiempo es largo y pone habitualmente las cosas en su sitio. Ya veremos qué pasa con Rivera, es decir, si entra como un gigante como alientan los suyos, o sale como en enano, como se malician en el PP. Supongo que María Dolores de Cospedal, no descartable candidata popular en Castilla-La Mancha, estará muy atenta a todo esto por lo que pueda pasar y el parte de daños que esta movida ciudadana pueda provocarle al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a sí misma. Dicen que la química de Bono y Rivera es alargada.
En fin, que todo está en el aire y es incierto. Hablando de Rajoy, hay que ver el cabreo del nueve que tenía ayer mismo la portavoz parlamentaria del PSOE regional, Blanca Fernández, a cuenta del presidente del Gobierno. Está indignada Blanca por el vacío que Rajoy viene haciendo de forma persistente a García-Page, al que ni atiende, ni recibe, ni contesta, ni nada de nada a pesar de las peticiones que, en este sentido, viene realizando a la Moncloa el presidente castellano-manchego. Digo yo que la portavoz socialista lleva mucha razón y que está muy feo que Rajoy no saque un ratito para recibir al representante de todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha, recibido antes en Bruselas, por ejemplo, que en Presidencia del Gobierno. El cabreo de Page con Rajoy está justificado, igual que el de Tirado con Rivera: mala cosa tener enfadados a los dos máximos representantes políticos de Castilla-La Mancha. Que se coaliguen y tal, y así tal vez sean más felices. Todo resuelto, amén.