Buen rollito de Page con la presidenta de Madrid en un momento clave
Se nota que hay buen rollito, a mí me encanta, entre el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, la popular Isabel Díaz Ayuso. Buena cosa. Tal vez sea porque los dos miran a Pedro Sánchez de forma parecida, o tal vez no, pero el caso es que la sintonía entre Page y Ayuso es una noticia excelente en medio del expansivo coronavirus que nos tiene a todos pendientes y entristecidos. En crisis como esta la colaboración institucional es una de las claves del éxito y la eficacia, y el hecho de que dos comunidades vecinas, y muy interconectadas, se lleven bien me parece un acontecimiento feliz. No es la primera vez que Page y Díaz Ayuso demuestran que se entienden, pero en el crítico momento actual esta noticia es aún mejor. Las crisis también sacan lo mejor de nosotros mismos.
Y digo esto porque esta mañana de miércoles en el programa de Ana Rosa Quintana en Telecinco, la presidenta madrileña ha destacado la colaboración de Page en la crisis del coronavirus y la buena disposición de ambos a trabajar juntos y coordinados, y ayudarse mutuamente en lo que sea necesario. Según ha desvelado la propia presidenta Díaz Ayuso, anoche hablaron ella y el presidente Page y la disponibilidad de ambos es total para actuar conjuntamente en esta batalla contra el coronavirus que todavía tendremos por delante algunas semanas más. Así que mi aplauso a ambos dirigentes, uno del PSOE y otro del PP, por esta altura tan considerable y por la lección que están dando, ellos y otros muchos.
El feeling no parece el mismo, sin embargo, entre Díaz Ayuso y Sánchez, lo cual es una pena. Mal contraste. Según publica El Mundo en grandes caracteres, la Comunidad de Madrid pidió medidas durante diez días para afrontar la situación y el Gobierno central se negó, una noticia que, si es tal cual, resulta del todo escandalosa y exigiría responsabilidades políticas. Cuando pase este tsunami me temo que va a ser necesario ajustar algunas cuentas políticas y depurar la responsabilidad de la gestión que se está haciendo en las últimas semanas, aunque ahora no es el momento.
En fin, en estas estamos y llega Pablo Bellido, presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, y nos sorprende con una decisión histórica a cuenta de este coronavirus que tanto está trastocando nuestras vidas: los diputados castellano-manchegos dejan un escaño de distancia en el pleno de este jueves y se instalan hidrogeles y pañuelos de papel por toda la Cámara, no vaya a ser que sus señorías se contagien y lo vayan extendiendo por ahí. Las medidas, sin embargo, no han evitado la bronca y la tensión política en el Parlamento regional: los chicos de Paco Núñez y Carmen Picazo, PP y Ciudadanos, han pedido aplazar la sesión por el avance del brote, pero el PSOE se ha negado y la batalla política se ha puesto tensa y difícil. Que todo se calme y cunda el buen rollo.