Ya se sabe de dónde partió la pesada broma de los rusos a Cospedal
No fue nada inocente ni su intención era exactamente la de hacer reír sino la de dejar en evidencia a un alto representante del Gobierno español mediante una broma televisiva de dos humoristas de la televisión rusa. Se cree que detrás de todo ello están los servicios secretos de aquel país, o al menos esa es la conclusión a la que han llegado en el Ministerio de Defensa después de analizar las circunstancias que rodean el caso en el que se ha visto complica la titular del ministerio y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.
La pasada semana Cospedal atendió la llamada telefónica recibida supuestamente del Ministerio de Defensa de Letonia. La oficina del ministro letón Raimonds Bergmanis se había puesto en contacto con el gabinete de Cospedal para, según afirmaron, ofrecer ciertos datos interesantes sobre la supuesta influencia que estaría ejerciendo Rusia en el conflicto catalán.
Sin embargo, los dos interlocutores que conversaron con Cospedal eran en realidad dos humoristas rusos Alexéi Stoliarov (alias ‘Vovan’) y Vladímir Kuznetsov (alias ‘Lexus’) [ambos en la imagen de arriba], famosos en su país por realizar este tipo de llamadas comprometedoras a personajes destacados, sobre todo del mundo de la política.
Según El Confidencial Digital, “la divulgación de la broma se recibió con gran extrañeza en el Ministerio de Defensa. Sobre todo porque los supuestos bromistas tenían acceso a un número de teléfono que está al alcance de poca gente. “Sólo gobiernos y Estados pueden tener conocimiento de un teléfono que pertenece a un secretario de la ministra”, han asegurado al citado diario digital fuentes militares. La “suplantación de identidad” en estos casos “es realmente compleja”, aseguran. Además, según explican, los dos bromistas rusos se identificaron con nombres reales de personas que trabajan en el Ministerio de Defensa de Letonia.
En los días posteriores a la conversación, tanto el Ministerio de Defensa como el Estado Mayor de la Defensa comenzaron a investigar lo sucedido y las posibles implicaciones de la llamada falsa llamada filtrada en internet la noche anterior. De esta forma se descubrió que otros gobiernos y autoridades políticas habían sido víctimas de ambos humoristas, algunas de ellas con gran resonancia internacional.
En el Gobierno ucraniano, donde una docena de altos funcionarios han sido objetivo de bromas de este tipo, se califica a Vovan y Lexus directamente de “agentes rusos” al servicio del Kremlin para poner en evidencia a quienes se muestran contrarios a las políticas rusas.
Según cuenta El Confidencial Digital, la denuncia más llamativa en ese sentido proviene de la cantante de ópera y ex diputada rusa María Maksákova, que huyó a Ucrania junto a su marido Denis Voronénkov, también diputado de la Duma. Voronénkov fue asesinado por un pistolero en plena calle en marzo de este año, y su mujer acusó directamente al FSB que, según ella, había sido objetivo de seguimiento por el servicio secreto ruso. La cantante también fue objeto posteriormente de las “bromas” de Lexus y Vovan. Tras ello Maksákova desveló que el FSB, el Servicio Federal de Seguridad ruso, heredero del antiguo KGB, tiene un subdepartamento dedicado a “provocaciones”. Entre sus técnicas utilizadas se encuentran las llamadas falsas y comprometedoras a personas críticas con el Kremlin.