El hombre que pone de los nervios cada año al presidente regional de turno, sea del PSOE o del PP
Una vez más la Universidad de Castilla-La Mancha le está echando un pulso al Gobierno regional para lograr unos presupuestos más acordes con las necesidades de la institución que lidera Miguel Ángel Collado como rector. Es ya un clásico anual al que nos hemos acostumbrado, pero sobre todo es un asunto de suma importancia en el que se juegan grandes intereses teniendo en cuenta la importancia de la Universidad para el desarrollo económico, social y cultural de cualquier comunidad. Con Miguel Ángel Collado al frente del Rectorado se han hecho grandes apuestas por mejorar la asignación económica del Gobierno a la UCLM, sin complejos y con la determinación de enfrentarse a los poderes políticos con firmeza y con la predisposición suficiente para llegar a acuerdos satisfactorios para las partes. Es un hecho que Collado y su equipo han puesto nerviosos a los gobiernos del PP de Cospedal, con el que se iniciaron los fuertes recortes, aunque los problemas presupuestarios venían de antes, y a los del PSOE de Page (y ahora también de Page-Podemos).
La habilidad del consejo de gobierno de la Universidad y del grupo dirigente para plantear y ejecutar su estrategia ha quedado plenamente demostrada en los sucesivos enfrentamientos que han protagonizado con el Gobierno autónomo, casi siempre siguiendo un mismo patrón para lograr los resultados aproximados que persiguen. Collado, que es una persona de talante pacífico y conciliador se convierte en un hombre de hierro y se viene arriba ante el fragor de estos conflictos. Parafraseando a la famosa televisiva, es como si proclamara “¡Por mi Universidad mato!”. En solo un par de días han puesto en pie de guerra a todos los estamentos universitarios y, ante el escaso margen de tiempo que les queda para negociar, pocas horas después de saltar la polémica a los medios de comunicación ya hay una rueda de prensa convocada por parte de los vicerrectorados y los alumnos para informar de las medidas de fuerza que van a llevar a cabo para que el gobierno rectifique y amplíe el presupuesto destinado a la Universidad.
Este miércoles han salido en tromba los portavoces de ambas partes y han puesto el ambiente a una temperatura poco usual, sobre todo por las acusaciones, veladas o no, que se están lanzando y que a la larga terminarán afectando al normal funcionamiento de la Universidad. Es necesario que se moderen las declaraciones y se sienten a negociar para poder llegar a un acuerdo cuanto antes. Eso redundará en beneficio de todos. Y el rector, Miguel Ángel Collado, volverá a ser la persona discreta, colaborativa y eficaz que ha sido siempre.