"Nos llaman alcaldes de toda España para que abramos oficinas en sus pueblos"
Víctor Manuel Martín llegó a la dirección general de Caja Rural Castilla-La Mancha en 2011 y, desde entonces, su gran logro ha sido completar un ambicioso plan de expansión que ha colocado a la entidad entre las más solventes de España. El número de clientes no deja de crecer (más de 412.000 en la actualidad) y tampoco el de oficinas en Castilla-La Mancha, Madid, Ávila y la Comunidad Valenciana, un territorio en el que han desembarcado con fuerza y que seguirán explorando con intensidad durante los próximos ejercicios. Este doctor en Ciencas Económicas tan prudente como ambicioso, convencido de que la humanización es tan importante o más que la digitalización, se presenta con la satisfacción del deber cumplido ante los socios que están citados este viernes 20 de abril en la sede de la Caja en Toledo para la Asamblea General Ordinaria en la que la cooperativa de crédito lucirá unos resultados de 2017 al alcance de muy pocos en el sector. Resultados y valores como garantía de éxito.
El próximo viernes 20 de abril se celebra la Asamblea Anual de Caja Rural Castilla-La Mancha. ¿Con qué credenciales se va a presentar ante los socios?
Con credenciales económicas pero también emocionales. Somos líderes en confianza, en humanidad y en cercanía porque hacemos nuestro trabajo correctamente, porque seguimos respetado los valores de Caja Rural CLM y porque tenemos claro que el cliente sigue siendo el centro de nuestra actividad. Hemos cubierto un año histórico con unos números espectaculares para nuestra entidad, pero siempre respetando nuestros principios, que es algo muy difícil de conseguir en un mundo neocapitalista como el actual, donde parece que el fin siempre justifica los medios. Para nosotros eso no vale y, pese a ello, hemos mejorado en todas las magnitudes: en crecimiento de balance, en inversión crediticia, en recursos de clientes gestionados, en número de profesionales y de oficinas, hemos bajado la tasa de morosidad, han subido las coberturas y estamos posicionados como una de las entidades más solventes a nivel nacional.
¿Qué importancia tiene la solvencia para una entidad como Caja Rural CLM?
La solvencia mide la salud financiera y son los recursos con que cuenta la entidad para hacer frente a los riesgos propios de su actividad. Caja Rural CLM tiene a día de hoy un 18 % de ratio de solvencia, cuando la media nacional está en torno al 12 ó 13 %. Eso nos pone entre las entidades más solventes de España.
Caja Rural CLM obtuvo un beneficio de 26,5 millones de euros en 2017. Sin embargo, pese a ser un gran dato, usted hace hincapié en otros epígrafes del balance. ¿Cuáles son los más relevantes a su juicio?
El beneficio de 2017 ha sido histórico, de récord, pero siempre digo que no es lo más importante. Por ejemplo, tenemos un ratio de morosidad del 2,8 % frente a una media del 7,8 % en el sector y tenemos, también, una cobertura de dudosos del 109,5 % cuando la media del sector está en el 50 %. Eso significa que Caja Rural CLM es una entidad tremendamente confiable y cuyos clientes duermen tremendamente a gusto porque saben que sus ahorros están seguros y porque saben que les vamos a apoyar en sus proyectos cuando necesitan financiación.
La firma de hipotecas aumentó casi un 10 % durante 2017 en Castilla-La Mancha. ¿Significa que la economía familiar se está recuperando o que se está empezando a inflar de nuevo la burbuja inmobiliaria?
Creo que en los años anteriores había una demanda embalsada que no estaba pudiendo llevar a cabo sus deseos de adquirir una vivienda. La gente ha estado muy retraída a nivel de consumo interno y a nivel de endeudamiento. La realidad actual es que la economía está creciendo de una forma sostenida y sin grandes picos, lo que me parece positivo. Parece que la gente es más optimista, que hay más renta disponible porque el empleo está mejorando paulatinamente... Todo eso ha permitido a Caja Rural CLM batir durante 2017 su récord histórico de operaciones hipotecarias, con un incremento interanual del 16 %, por encima incluso de los años del boom hipotecario. Pero cuidado no vayamos a repetir los errores del pasado, financiando el 100 % en las operaciones, no nos lancemos a financiar compra de suelo, no entremos en megaproyectos faraónicos... Eso no va con nosotros.
Con el euríbor en negativo, le voy a hacer la pregunta del millón. ¿Hipoteca fija o variable?
Pues depende del importe, del plazo, de la situación económica de cada uno... Si diese una respuesta contundente seguramente me equivocaría. En estos momentos las hipotecas a tipo fijo ofrecen unos tipos muy buenos a largo plazo y con una cuota constante. Aunque el cliente va a pagar más durante los primeros años respecto a una hipoteca variable, la tendencia que se les supone a los tipos de interés es de subida... Se habla de que lo tipos pueden empezar a subir desde mediados de 2019 pero, a día de hoy, el mundo está tan interconectado que la economía se hace mucho más volátil y más impredecible.
El Tribunal Supremo ha dictado que es el cliente el que debe asumir el gasto de constituir la hipoteca. ¿Fue un alivio para Caja Rural CLM?
Caja Rural CLM siempre va a respetar las decisiones judiciales, cuando sean favorables al sector y también cuando sean desfavorables, como hicimos con las cláusulas suelo. Creo que el sector en general siempre ha tratado de respetar las normas que había en cada momento y, en nuestro caso concreto, estas circunstancias no han supuesto problema de ningún tipo porque no afectan a una cantidad significativa de nuestros clientes.
Según el CIS, las pensiones ya están entre las cinco grandes preocupaciones de los españoles. ¿Los clientes de Caja Rural CLM han mostrado más interés por este tipo de productos en los últimos meses?
Sí. Se nota que la gente tiene inquietud y, cada vez más, se están constituyendo planes de pensiones privados. El sistema público de pensiones es difícil de aguantar porque la esperanza de vida cada vez es mayor, se prevé que en 2050 haya más de 200.000 españoles con más de 100 años y muchos mayores van ser pensionistas durante 35 ó 40 años.
El PSOE ha propuesto costear las pensiones con dos nuevos impuestos a la banca y las transacciones financieras. ¿Le parece una medida adecuada?
Subir impuestos siempre es lo fácil para los políticos. Este tipo de soluciones que plantean algunas corrientes políticas, con perdón, son chapuzas. Con impuestos a la banca jamás podría cubrirse el déficit actual del sistema de pensiones. Este problema es estructural y no coyuntural. Los políticos tienen que sentarse y coger el toro por los cuernos; tomar medidas de calado y dejar de ser cortoplacistas. Mi opinión es que hay que premiar la natalidad y fomentar las ayudas a las familias numerosas. Las deducciones por natalidad hoy en día son ridículas en España. Si queremos que la gente tenga hijos hay que ponérselo más fácil. Solo los niños de hoy pueden generar cotizaciones mañana.
¿Qué diagnóstico hace de la economía castellano-manchega?
Está evolucionando positivamente, pero en Castilla-La Mancha nos toca remar más rápido porque venimos de una situación peor que la de otras regiones. Creo que hay que seguir insistiendo en la generación de empleo, hay que revisar la fiscalidad de las empresas porque son las que de verdad crean puestos de trabajo y hay que mejorar la renta disponible de las familias.
Caja Rural CLM acabó el año 2017 abriendo nuevas oficinas en la Comunidad Valenciana. ¿Por dónde pasa el plan de expansión de la entidad en el futuro más cercano?
Nuestro objetivo es fortalecer nuestra posición en Castilla-La Mancha y en Madrid, pero expandirnos mucho más durante este ejercicio y el que viene en el Levante. En Alicante vamos a abrir oficina a finales del mes de abril y seguimos estudiando muchísimas posibilidades más. Nos están llamando alcaldes de toda España para que abramos oficinas porque en su pueblo se han quedado sin entidades financieras. Lo que pasa es que en Caja Rural CLM vamos a seguir siendo tremendamente prudentes y nos comemos solo lo que nos podemos tragar.
Insisten ustedes en seguir abriendo oficinas yendo a la contra del sector...
Cuando el enemigo se equivoca es mejor no distraerle, como decía Napoleón. Yo todavía no he visto a ningún cliente alegrarse de que le cierren su sucursal. La cercanía con nuestros clientes es una ventaja competitiva de Caja Rural CLM respecto a nuestra competencia. Nosotros estamos donde se nos necesita, y donde no estamos sabemos que se nos espera. El anterior plan de expansión, que iniciamos en 2011, ha sido todo un éxito: hemos doblado nuestro balance, hemos doblado el número de oficinas, hemos creado 400 empleos... Cuando los demás vieron dificultad, nosotros vimos oportunidad.
Lo dice plenamente convencido pese a que la relación de los clientes con sus bancos se está trasladando a Internet...
Se habla mucho de digitalización pero yo también pido humanización. La onmicanalidad es una farsa, porque al final lo que hace la competencia es llevar al cliente donde a ella le interesa, a lo digital, para reducir costes y ampliar beneficios. Dicho esto, Caja Rural CLM está a la vanguardia de la digitalización: la mitad de nuestros clientes ya operan mediante la vía digital, con un incremento de 46.000 clientes digitales en 2017. Pero, ojo, que los árboles no nos impidan ver el bosque. Lo digital nunca va a ser una obligación para los clientes de Caja Rural CLM sino una opción más.
¿Cómo van a evolucionar las oficinas de Caja Rural CLM para que sigan siendo rentables?
Tienen que ofrecer un servicio rápido y eficiente, tienen que tratar al cliente con humanidad y deben ser un punto de captación de información para que la entidad conozca lo que demandan sus clientes. Solo así se puede rentabilizar una oficina en un pueblo de 800 habitantes, pero es que nosotros hacemos un menú con las migas que se deja un gran banco en el mantel. Además, volvemos al inicio de todo, a la génesis de Caja Rural CLM, que es dar soporte financiero al mundo rural. Eso lo vamos a seguir haciendo siempre porque es el mandato de nuestros socios.
¿La sombra de la fusión sigue planeando en el ambiente?
No, no. Hace ya muchos años que no estamos en esto. Hoy por hoy no hay ninguna posible fusión encima de la mesa. Nunca hemos pretendido ser los más grandes sino los mejores para nuestros clientes. Eso sí, nunca nos hemos quedado un metro por detrás de nuestras posibilidades y si mañana se presenta una buena oportunidad... Aquí viene gente de Portugal, de Europa y de Estados Unidos para hacer negocios. Nosotros hablamos con todo el mundo y cerraremos acuerdos siempre que sean positivos para nuestros socios, para nuestros empleados y para nuestros clientes. Tenemos proyectos apasionantes.
Hace un año y medio que Andrés Gómez Mora cedió el testigo en la presidencia de Caja Rural CLM a Javier López. ¿Qué ha aportado este cambio a la entidad?
Andrés Gómez Mora, el anterior presidente, dejó una marca imborrable en Caja Rural CLM, pero Javier López es el presidente soñado por la entidad. Ojalá esté muchísimos años con nosotros porque está haciendo un trabajo impecable en el área institucional. Pero es que, además, es un profesional del área ejecutiva, un hombre con experiencia en la gestión de una gran empresa por su anterior trabajo al frente de Solimat. Está al día de todo lo que acontece en la entidad porque su misión también es de control. Es un presidente muy exigente, y a mí como director general me machaca, pero trabajar junto a él en el día a día es muy sencillo porque es una persona muy cercana y que se hace querer rápidamente. Está liderando de manera excepcional un Consejo Rector con unos consejeros tremendamente preparados, con unos currículums impresionantes. Durante los últimos años el perfil del consejero de Caja Rural CLM ha mejorado muchísimo, no porque los de antes fueran malos, sino porque las exigencias para estar a la vanguardia cada vez son mayores.
El pasado verano también se produjo un cambio en la dirección de la Fundación Caja Rural CLM. Ana López-Casero asumió un nuevo reto profesional y tomó el relevo Vicente Muñoz Almagro. ¿Cómo valora su trabajo?
La transición ha sido modélica, impecable. Ana era una persona muy importante para nosotros pero sabíamos que, por sus capacidades, no nos iba a durar eternamente. Ahora, por suerte, sigue en el Patronato de la Fundación y la queremos mucho. Ha tomado su testigo Vicente Muñoz Almagro, que lo está haciendo mejor si cabe. Estamos encantados con su labor como gerente de la Fundación, cuya actividad se está multiplicando y está teniendo un impacto brutal en la sociedad castellano-manchega. Nosotros no somos una ONG, pero tenemos un espíritu social que hoy por hoy ya no se ve en el mundo financiero. Yo, personalmente, estoy muy orgulloso de Vicente y de la Fundación. Confiaba mucho en el nuevo gerente pero sus resultados han superado todas mis expectativas.
¿Qué objetivos se marca Caja Rural Castilla-La Mancha para este 2018?
Consolidar nuestro plan de expansión, generar nuevos puestos de trabajo, atraer a más clientes, seguir evolucionando para simplificar los procesos y acabar con el papel y mejorar nuestra imagen para seguir siendo una de las entidades más queridas por la sociedad tanto en Castilla-La Mancha como en las comunidades en las que nos estamos asentando. Hemos tenido unos resultados excepcionales en 2017 pero no podemos caer en la autocomplacencia. El 2018 va a ser difícil porque los tipos van a seguir abajo, porque tenemos una competencia mejor armada y porque nos enfrentamos a nuevos jugadores. Por eso tenemos que crecer en volúmenes de negocio y de clientes, siendo fieles a nuestros principios. Somos una entidad sólida, sin fisuras y que da confianza a sus clientes a base de cercanía, humildad, compromiso, coraje, trabajo y valores.