"Leonardo: hora de aligerar". "Mercenarios sobrepagados". "Dirigentes irrespetuosos. Jugadores sin ganas, camisetas sin nuestros colores. El único tripete del PSG este año". Estas fueron algunas de las prostestas que hizo parte de la afición parisina en el Parque de los Príncipes este viernes durante el partido contra el Rennes, el último antes de recibir el próximo martes al Real Madrid en Champions League.
Los seguidores del PSG volvían al estadio tras meses de ausencia por sanción y por las restricciones sanitarias, pero el ambiente era raro. El sector más radical del club galo se encargó durante la primera parte de lanzar ataques contra la directiva y la propia entidad. Tampoco fue clemente con la gran mayoría de los jugadores del equipo que dirige Mauricio Pochettino.
Solo Marquinhos ("Ejemplo a seguir", decía otra pancarta) se salvó de sus críticas. Ni siquiera Mbappé, a quien reprochan su negativa a prolongar el contrato que acaba a finales de temporada, quedó al margen de su ira.
Tampoco Marco Verratti, que sostiene el centro del campo del equipo, convence y mucho menos Lionel Messi, que tras un buen encuentro hace una semana contra el Lille volvió a estar muy lejos de lo que se espera del único jugador que atesora siete Balones de Oro. Su asistencia en el último suspiro a Mbappé salvó, en parte, su pobre actuación.
Neymar, el jugador más caro de la historia, sigue recuperándose de la lesión y a lo más que puede aspirar el PSG es a tenerle en el banquillo y hacerle regresar tras dos meses de ausencia en caso de extrema urgencia.
También hubo reproches al club por su actuación en el polémico caso de la jugadora Hamraoui: "Respeta la sección femenina. Aminata Diallo, te apoyamos firmemente. Hamraoui, ¿quién va ahora?", decía otra de las pancartas que fueron desplegadas este viernes por la noche.
Pochettino pone calma
El ambiente no es el mejor para la recepción del Real Madrid y Pochettino se apresuró a pedir "unidad" en la rueda de prensa posterior al duelo contra el Rennes. "Es el momento de estar unidos para alcanzar nuestro objetivos. Cuando acabe la temporada podremos hacer balance", dijo el entrenador, que tampoco goza del respaldo de los aficionados.
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