El Real Madrid viaja al pasado: el Sheriff Tiraspol, Transnistria y el último vestigio de la URSS
La clasificación para los octavos de final de la Champions League pasa por Moldavia. Los de Carlo Ancelotti juegan en un protectorado de Rusia.
24 noviembre, 2021 06:00Noticias relacionadas
Transnistria no existe para la comunidad internacional, aunque el mundo entero lo pondrá en el mapa durante el Sheriff Tiraspol - Real Madrid de este miércoles. La capital de esta unidad territorial autónoma con un estatus jurídico especial, así se conoce a esta nación, será el lugar donde los merengues busquen la clasificación para los octavos de final de la Champions League. Están a una victoria de hacerlo y a las orillas del río Dniéster se dictará su suerte.
Precisamente esta es la frontera natural de Transnistria con Moldavia. Por el otro lado colindan con Ucrania. Esta franja de territorio sin salida al mar y una superficie de poco más de 4.000 kilómetros cuadrados, que viene a ser la mitad que la Comunidad de Madrid, no está reconocida por la ONU, pero sí por Rusia. De hecho, es este país el que sustenta esta nación cargada de tintes soviéticos a cada paso que das por las calles de Tiraspol, la segunda ciudad más grande del país reconocido y que cree en una 'Gran Rumanía'.
El equipo de la ciudad, aupado por la financiación que recibe gracias a Rusia con armamento como principal moneda de cambio, ya avisó al Real Madrid que no se puede relajar. Asaltó el Santiago Bernabéu en una de las derrotas que más han escocido recientemente en la entidad merengue. El 1-2 que encajaron los blancos en un partido que dominaron, pero en el que fueron suficientes dos tiros a portería para marcar la diferencia. Esta fue su presentación oficial.
El frío, los 13.000 espectadores que entran en el Sheriff Stadium, el respeto del resultado de la ida... son varias las complicaciones que encontrará el conjunto de Carlo Ancelotti este miércoles. El favoritismo de los merengues es innegable y tienen la responsabilidad de cerrar la clasificación para la siguiente ronda y, quién sabe, clasificarse también como primeros de grupo en esa posición de privilegio. Eso sí, el viaje tampoco ha sido sencillo.
La frontera
Han sido cuatro horas de viaje para el Real Madrid. Parece una situación normal cuando viajas al Este de Europa, pero el viaje hasta Transnistria es bastante especial. Los jugadores blancos cogieron un avión en la capital de España y se trasladaron hacia Chisináu, la capital de Moldavia. Desde ahí se subieron al habitual autobús del equipo para hacer 50 kilómetros que parecen interminables en los que el paisaje son gasolineras y campo.
Para Moldavia lo que hay cuando finalizan esos 50 kilómetros es un peaje más. Para Transnistria es su gran frontera. En ella hay que pagar una cantidad de dinero en euros, algo que se alegran de recibir los militares que la controlan. En este caso no hay problemas para entrar si dices las palabras mágicas: Real Madrid y Champions League. Después de que te pidan entradas para el choque, te dan una especie de tíquet con el que puedes estar en el territorio durante cinco días.
Una vez llegas a Tiraspol, la realidad que te llega es muy rusa. Escuchas ruso, te hacen saber por los carteles o las bases militares que se ven que quieren ser rusos y, si se investiga un poco, entiendes aún más la existencia de este paraje por las 20.000 toneladas de armamento que hay al norte del país. Además de un subsidio anual, que algunos estiman en varios cientos de millones de dólares, el Kremlin también suministra gas a Transnistria de manera gratuita. Aún así, hay bastante sensación de pobreza.
La URSS
Lo que no es ruso es soviético. La hoz y el martillo figuran tanto en la bandera como en el escudo de la república. La única moneda con la que comprar cualquier cosa es de plástico, el rublo transnistrio. No existen las tarjetas de crédito ni el euro más allá de la frontera. El mejor hotel de la ciudad, el Russia, cuesta unos 50 euros por noche y es mejor opción que quedarse en Chisináu, ya que habría que hacer hasta cuatro desplazamientos para el encuentro.
Los monumentos son prácticamente todos soviéticos. Hay un monumento situado en el corazón de Tiráspol en memoria a los caídos en la guerra contra los nazis y en el conflicto más reciente con Moldavia. Además de la llama al soldado desconocido, un tanque preside la plaza. La estatua de Lenin se impone por su altura y su majestuosidad. En las casas hay fotos de las personalidades asociadas al régimen político.
Sheriff
Si se comentaba que todo estaba plagado de gasolineras, la mayoría son de la empresa mayoritaria de esta región. Tiraspol está gobernado por el sheriff Victor Gushan, presidente de la corporación con ese nombre que también sale en la denominación del club. Desde comprar pan a ir al supermercado, cargar el teléfono móvil, conectarse a internet, consumir tabaco o alcohol, comprar un coche o ir a la gasolinera; todo depende de la empresa Sheriff.
En este paraje el Real Madrid será el foco principal e iluminará una zona de Europa que se oscurece a partir de las 16:00 horas. Ancelotti espera que los suyos no sufran ningún apagón y gestionen con mayor tranquilidad la última jornada de la fase de grupos de la máxima competición continental.
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