Fabien Causeur volvió a ser la pesadilla del Barcelona. El escolta del Real Madrid sentenció el cuarto partido de la final en el último parcial con unos minutos mágicos en los que anotó ocho puntos seguidos sin fallo. Los de Chus Mateo se despegaron de forma definitiva en el marcador gracias al festival anotador del francés, que acabó con 17, y el '1' blanco lo sabía. Su gesto, llevándose el pulgar al cuello simbolizando la muerte del rival, siguió con un beso al escudo que hizo estallar al WiZink Center.
No podía faltar el toque del jugador nacido en Brest para darle el título al Real Madrid. Ya fue el mejor hombre sobre la cancha en la semifinal de la Final Four de la Euroliga. Le tiene cogida la medida al cuadro de Sarunas Jasikevicius y se ha convertido en un líder para el equipo de Pablo Laso, aunque en estas finales ha estado al servicio de Mateo. Ante los problemas físicos de los bases, Causeur se ha combinado con Hanga para ser el cerebro del equipo campeón.
Fabien, a sus 35 años, vive su mejor momento en la entidad merengue y lo demuestra con sus gestos. La forma de poner el broche a esta final será inolvidable para los madridistas que llenaron las gradas del WiZink Center para celebrar un título de Liga dos años después. El francés, con dos entradas a canasta y un triple inverosímil, se convirtió en héroe de la afición rematando un encuentro en el que Edy Tavares se exhibió para llevar al Real Madrid a la Liga Endesa número 36.
Los blancos estaban seis arriba en el marcador a falta de cuatro minutos para el final. Todos los intentos por romper el partido que había hecho antes el Real Madrid habían sido atajados por el Barça. El francés comenzaba su exhibición con una bandeja para subir la diferencia a los ocho. Tras el dos más uno de Tavares, el caboverdiano cogía otro rebote ofensivo para dejar el balón en manos de Causeur, quien se lanzaba contra Nikola Mirotic con todo y conseguía anotar con falta personal para el culé.
El minuto mágico terminaría cuando en la siguiente jugada afrontaba con decisión un triple inverosímil. El francés se cuadró después de que Tavares colocó un bloqueo sobre Kyle Kuric, provocando también que Brandon Davies llegase tarde al punteo. Desde la parte superior de la zona, Causeur lanzaba el desde más allá de la línea de tres para sentenciar el choque con una diferencia de nueve puntos. La secuencia terminaba con el gesto que demostraba que había pasado al Barça por la guillotina.
Fabien asestaba el golpe definitivo en la batalla a cara de perro en la que estaba inmersa el partido. El puñetazo final lo dio el francés, que tenía la cara marcada de otras batallas. Su veteranía le permite fajarse como nadie en estos momentos del encuentro. Causeur puso el broche a una final en la que el Real Madrid se ha mostrado con una superioridad inabarcable para ls culés. El Barça sucumbía ante la guillotina del Robespierre merengue.