Una nueva exhibición de Walter Tavares permitió al Real Madrid hacerse este domingo con su trigésimo sexto título de Liga al imponerse, en el cuarto partido de la final, a un Barça que lo intentó todo, se mantuvo en la lucha gracias a sus triples y llegó con opciones al momento decisivo, pero fue incapaz de contrarrestar el abrumador dominio del pívot caboverdiano bajo aros.
Con 25 puntos, 9/11 en tiros de dos, 7/7 en tiros libres, trece rebotes -siete de ellos ofensivos- y 41 créditos de valoración, el interior blanco fue fundamental para evitar un quinto partido en el Palau Blaugrana, al igual que su compañero Fabien Causeur, autor de 17 puntos.