Las baterías y su carga son un tema tan espinoso que existe una gran cantidad de mitos en torno suyo que siguen circulando a pesar de ser falsos. Ya me encargué de desmitificar unos cuantos, pero sé que es una tarea bastante complicada: muchos están tan arraigados que llevan arrastrándose desde la generaciones anteriores de baterías (NiCd y NiMh). Aunque hay otros más recientes, como los relacionados con la carga rápida.
La carga rápida de las baterías no es algo nuevo, que dicha forma de recargar ya se utilizaba incluso con las baterías de NiMh. Aunque a los smartphones no llegó hasta hace relativamente poco: la necesidad de usar el smartphone y no disponer de suficiente tiempo para conectarlo a la red hizo que fabricantes y desarrolladores se juntaran para reducir la dependencia del enchufe.
La carga rápida en smartphones es reciente, pero ha evolucionado hasta reducir el tiempo de carga a más de la mitad
¿Es la carga rápida un problema para las baterías? En sí lo es ya que se somete a mayor estrés los componentes elevando también su temperatura; aunque tampoco debemos preocuparnos en exceso: la carga se realiza por fases manteniendo el máximo control sobre el flujo de energía y la captación de la carga. Si un móvil está capacitado para cargarse de manera rápida, podemos utilizarla sin riesgo.
Tabla comparativa con temperatura de carga, duración y capacidad de la batería
Ésta es la tabla que refleja las diferentes temperaturas que adquieren los móviles más potentes de los últimos meses cuando están enchufados a la toma de corriente mediante su cargador de serie. También se incluye el tiempo para una carga completa y la capacidad completa de la batería.
¿Quién gana? Según las pruebas, el LG G5 se mantuvo más frío que la competencia a pesar de utilizar Quick Charge 3 de Qualcomm. Por contra, el Xiaomi Mi5 fue el móvil que más se calentó de todos; aunque la lectura no es de las más recientes y quizá haya solucionado su problema global con el calentamiento.
Prestaciones + uso mientras está enchufado + carga rápida = móvil a la parrilla
Cuando un fabricante saca un móvil puntero al mercado en lo primero que se fijará será en dotarle de potencia. Procurará que el diseño y los materiales disipen el calor, pero sabe que la potencia atrae la mirada de los compradores. También detalles como el de la carga rápida: ya que las baterías no duran 15 días, resulta esencial que se recupere la mayor cantidad de carga en el menor tiempo posible.
La carga rápida está optimizada para que las baterías, que también se optimizan, soporten la menor cantidad de riesgos. Eso sí: dada la naturaleza de los dispositivos, existen factores que aumentan dichos riesgos. Si se usa el móvil mientras se carga y, además, el clima es de por sí caluroso, la temperatura podría elevarse fácilmente más allá de los 40 grados. Tal calor reduce la vida útil de las baterías, más aún si el calor se mantiene por encima del 80 % de carga.
La carga rápida funciona por fases. Los fabricantes hacen hincapié en que el inicio de la carga sea más veloz: se obtienen varias horas de uso tras unos minutos en el enchufe. Como muestra esta gráfica de ejemplo elaborada por Anandtech sobre el OnePlus 3, un cargador rápido funciona de la siguiente manera.
- Empieza inyectando una potencia limitada que eleva tras alcanzar el 10/15 %;
- Mantiene la máxima potencia hasta el 75/80 %;
- Desciende progresivamente para alcanzar el 90/95 %.
- Termina la carga bajando al mínimo la potencia.
Los cargadores rápidos combinan diferentes valores de voltaje y amperaje (intensidad eléctrica) para dar con la potencia de salida correcta en todo momento. El sistema monitoriza la carga, el estado de la batería y su temperatura para así minimizar los riesgos; garantizando de esta manera la mayor vida útil de las baterías. De ahí que, si se busca carga rápida, resulte útil no sólo saber el tiempo completo, también el calor que adquirirá la batería durante el mismo.
El calor, principal problema de las baterías de litio
Por más que cargadores, procesadores y baterías estén desarrollados para soportar una mayor cantidad de energía, eso no significa que dejen de poner en riesgo las células de litio. Como dije, las baterías son muy sensibles al calor; y, por lo general, con la carga rápida aumenta la temperatura.
No todas las tecnologías de carga rápida son iguales. Quick Charge de Qualcomm, Super VOOC de Oppo (y DASH en el OnePlus 3, aunque no es exactamente lo mismo), Pump Express en Mediatek… Cada fabricante implementa los distintos tipos según sus propias especificaciones para lograr un menor tiempo de carga optimizando la vida útil de las baterías. Esto se traduce en distintos tiempos y temperaturas para todos los móviles distribuidos.
¿Es recomendable cargar el móvil siempre con la carga rápida?
Ya hablé sobre este tema en el artículo de los mitos sobre las baterías. ¿Acorta su vida el utilizar siempre la carga rápida? Me temo que sí: además de que sufren un mayor estrés debido a la distinta potencia que reciben en estas cargas, también se calientan a mayor temperatura que durante una carga normal. Aunque tampoco hay por qué ser tan estrictos: si el fabricante certifica que dispositivo y cargador son aptos, no deberían haber problemas.
El principal problema de la carga rápida es que genera mayor calor en las baterías; con su consiguiente degradación
Hay que comprobar que la batería no se caliente en exceso y que dicha temperatura no sobrepase los 40 ºC; o 18 ºC por encima de la temperatura ambiente (si lo hace, al menos durante el menor tiempo posible); es recomendable no usar el móvil mientras se carga (sobre todo si son juegos o aplicaciones que eleven el calor del smartphone); y hay que tener en cuenta la hora del día y el tiempo que haga en la habitación. Para medir la temperatura durante la carga yo recomiendo CPU-Z.
Como ya dije en el artículo de los mitos, hay que usar el móvil bajo los deseos y apetencias del momento. Obsesionarse no es lo adecuado, sobre todo si el fabricante vende una cualidad que está certificada por su garantía. Se debe usar el cargador proporcionado o adquirir uno que sea compatible con la tecnología de carga rápida que use el móvil. Y algo importante: dicho cargador debe ser siempre de calidad.