Siempre nos quejamos de la autonomía de los móviles. Que si ya no duran como antes, que si los Nokia de hace años aguantaban semanas con una sola carga… Es un hecho: con la llegada de los smartphones no nos quedó más remedio que acostumbrarnos a sólo una jornada de autonomía, y lo hicimos sin rechistar. Bueno, casi, que las quejas siempre están ahí. Pero… ¿qué pasaría si un móvil aguantase encendido durante -por poner un ejemplo redondo- 15 días?
Menudo sueño, más húmedo que pensar en los amores de verano. Pero haré esa reflexión, que ya va siendo hora de valorar los puntos positivos y negativos de una duración tan larga como un domingo en casa de los suegros. ¿Estás seguro de que un móvil con 15 días de autonomía sólo aportaría ventajas? A ver qué piensas una vez leas todo el artículo…
El móvil sería demasiado grueso y pesado
Todo es muy bonito imaginándolo, pero en la práctica la realidad cambia. Queremos más autonomía, pero tampoco renunciamos a lo que nos aporta un smartphone. Juegos, gran pantalla, horas cazando Pokémon, viendo series mientras acudimos al trabajo en tren… Usar un móvil de la manera que se utiliza hoy requiere grandes dosis de mAh; y eso sólo se consigue con:
- Mayores baterías de litio.
- Cambio en el sistema de almacenamiento de la energía (baterías experimentales de grafeno, biocombustible…).
Llevamos años leyendo sobre mejoras en las baterías a base de la utilización de nuevos materiales, pero lo cierto es que eso no se ha materializado todavía (ni parece que vaya a hacerlo en un futuro próximo). ¿Resultado? Lo único factible para que un móvil aguante con una sola carga durante 15 días es dejarlo apagado y en modo avión o metiéndole una batería de tropecientos mil mAh.
No hay otra manera: si quieres autonomía necesitas un móvil grueso y pesado
¿Quién quiere un móvil con el tamaño literal de un ladrillo? ¿Alguien desearía que su smartphone fuese tan pesado como dos cenas seguidas de Navidad? Pues aquí tenemos la mayor desventaja de la hipótesis: si un móvil aguantase durante 15 días sería casi inmanejable. Es la realidad, mal que nos pese.
¿Cuál es el móvil comercial con mayor batería que se puede adquirir? El Oukitel K1000 con sus 10.000 mAh de batería (tiene un récord Guiness y todo). Eso sí, estar varios días alejado de un enchufe tiene su precio (no en coste, que vale menos de 150 euros): 300 gramos de peso para menos de la mitad de los 15 días que buscamos. Casi nada.
Adiós a las aplicaciones para optimizar la batería, task killers…
Si el punto de antes era un inconveniente, ahora voy con una clara ventaja: se acabarían las «dudosas» aplicaciones para mejorar la autonomía. Que si gestores que prometen más horas a fuerza de desconectar funciones del teléfono, administradores de tareas que matan procesos a pesar de que gastarán más batería cuando vuelvan a abrirse… Bye, bye.
Adiós a las dudas. Si ya sabíamos que este tipo de aplicaciones no servía para mucho, con 15 días de batería podemos decirles adiós definitivamente. También a uno de los focos más importantes de malware: bajo muchos gestores de batería se esconde software capaz de hacer mucho daño a los usuarios. No es la norma, pero sí supone un riesgo.
Cargar el móvil supondría medio día
Ya sé que hay tecnologías experimentales que han conseguido cargas en minutos o que, por ejemplo, existen baterías por bioetanol que se recargan en segundos con sólo rellenar su depósito, pero reflexionaré sólo sobre lo factible en la actualidad: para que una batería durase 15 días tendría que cargarse durante horas. Incluso con carga super rápida: no esperes menos de 7 horas.
Por más carga rápida que tuviese, el móvil de 15 días tardaría media jornada en cargarse
Tengo un OnePlus 3 con carga super rápida DASH. El móvil posee una batería de 3.000 mAh que carga de 0 a 100 en unos 50 minutos. Si seguimos las reglas actuales en términos de capacidad y duración, para que la batería durase 15 días tendría que tener 25.000 mAh como mínimo; lo que daría casi 7 horas de carga en modo super rápido. Extrapolando, unas 14 horas conectado al enchufe para un móvil corriente. Demasiado tiempo.
Las baterías externas dejarían de tener sentido
¿Cuántas baterías externas recuerdas de la época en la que el Nokia 3310 dominaba la Tierra? Ninguna: los móviles aguantaban tanto tiempo lejos del enchufe como un camello alejado del abrevadero. Como es lógico, resultaban innecesarias porque nadie se preocupaba por quedarse sin batería. Pero ahora…
Está claro que con una batería de 15 soles nadie volvería a comprar una batería externa. Vale, siempre existirá el despistado que sale de casa con lo mínimo sin darse cuenta de ello hasta enviar el primer WhatsApp, pero se convertirían en un accesorio prescindible que termina arrinconado en un cajón. Y eso que ahora seguro que son pocos quienes no tienen al menos una de estas baterías externas.
¿Quién quiere una batería externa teniendo un móvil que ya dura 15 días? Nadie
Los móviles serían mucho más gruesos, eso ya lo he dicho, pero acarrearíamos menos trastos. La batería externa, los cables de carga, también el cargador cuando salimos de viaje… Seguro que no pensaste en esta ventaja: menos objetos de los que acordarse.
Los móviles con batería reemplazable ya no existirían
Si bien en la actualidad ya vemos este alzamiento de los smartphones unibody, aún hay irreductibles galos que defienden los móviles con tapa y batería precisamente porque así se puede salir de casa sin preocupaciones. Yo también soy de los que opinan de esta manera por más que no lleve baterías de reemplazo, pero coincidirás conmigo en que se perdería el argumento si el smartphone durase cargado 15 días.
Los móviles con tapa y batería reemplazable dejarían de tener sentido
Por lo general, los dispositivos unibody son más compactos, están mejor diseñados, son más delgados y poseen mayor solidez (siempre hay excepciones). ¿Puede estarse en contra de ellos si no existiera la necesidad de intercambiar la batería porque ésta ya dura de sobra? Los fabricantes lo tendrían claro: no. Aunque siempre habrá quienes prefieran poner la/s SIM/s y SD debajo de una tapa, algo que ya pasa.
Lo mejor: horas y horas de uso continuo sin preocuparse por agotar la batería
Esto es lo más obvio y lo que mayores ventajas reporta: podemos despedirnos de medir el uso de nuestras apps preferidas sólo porque sabemos que gastan demasiado. Esto puede traducirse en un día entero cazando Pokémon, viendo vídeos de gatitos en YouTube o en perder la vida durante semanas en los interminables grupos de WhatsApp (adiós a la excusa de no contestar porque se terminó la batería).
Uso de aplicaciones durante horas sin preocuparse del gasto en batería, sin duda lo mejor
Se me ocurren multitud de aplicaciones que sacarían jugo a medio mes de autonomía, pero seguro que los juegos serían sus principales beneficiados. No tener que preocuparse por el principal hándicap de un smartphone supone un tremendo alivio además de una tremenda extensión de uso.
Imagina por un momento algunas de las ventajas de esta mega batería:
- Viajes de más de 1.000 km en coche manteniendo el GPS asistido por voz y sin cargar.
- Dos días enteros viendo series. Esto equivale a 6 temporadas de Friends continuas.
- 30 horas seguidas jugando a Pokémon GO.
- 40 horas seguidas navegando en internet mediante 4G.
- Unos 5 días seguidos respondiendo a los grupos de WhatsApp.
- Más de una semana entera alumbrando con la linterna.
Resumiendo: por fin conseguiríamos la duración del «teléfono tonto» o dumbphone en el «teléfono inteligente» o smartphone; lo que supondría todo un avance en esta industria, algo que hoy por hoy es inviable. Ni siquiera aunque se implementasen baterías de más de 20.000 mAh: nadie está dispuesto a sacrificar el tamaño y la comodidad por tener una duración de 15 días. ¿O sí?
Hagamos la prueba en forma de encuesta. ¿Te gustaría tener un móvil que aguantase encendido y sin cargar durante 15 días seguidos? Puedes argumentar tu respuesta en los comentarios.