De Facebook a Meta: los 20 años en los que Mark Zuckerberg ha creado un coloso de internet
Facebook cumple 20 años desde su fundación, tiempo la que ha cambiado la forma en la que nos relacionamos en internet, no sin pisar varias polémicas.
4 febrero, 2024 03:12Facebook fue fundada el 4 de febrero de 2004. Hoy cumple 20 años. La empresa que comenzó como una red social para universitarios ha crecido hasta convertirse, sin duda, en uno de los gigantes de Internet y en una de las compañías más poderosas, influyentes y valiosas del mundo. Pero no lo ha hecho sin protagonizar varios escándalos, algunos de los cuales la han posicionado una empresa de dudosa reputación. Hasta su propio cofundador ha pedido que se divida la empresa.
En sus dos décadas de historia se han visto acusaciones de todo tipo hacia sus dirigentes, capitaneados en todo momento por Mark Zuckerberg, que es uno de los pocos fundadores de una gran empresa online que aún sigue en el cargo de CEO. Ni Microsoft, ni Google ni Apple ni Amazon tienen en su directiva principal a ninguno de sus fundadores, pero no parece que Zuckerberg vaya a dar un paso al lado a corto o medio plazo.
Actualmente la compañía, llamada Meta, está en un proceso de cambio orientándose a la inteligencia artificial. Este proceso le ha cogido a la compañía con el pie cambiado, porque quería virar de las redes sociales a la realidad virtual, con un movimiento que sorprendió a todos, un cambio de nombre y una inversión de miles de millones de dólares. Pero eso es casi el final de la historia.
De la universidad al mundo
El origen de Facebook se dio en la famosa Universidad de Harvard, donde Mark Zuckerberg, junto con Eduardo Saverin, Andrew McCollum, Dustin Moskovitz y Chris Hughes, crearon la empresa y se lanzaron a conseguir capital de fondos de inversión para ir más allá de las universidades.
El planteamiento inicial fue bastante burdo ya que consistía en poder catalogar a las alumnas de las diferentes universidades, para luego pivotar hacia una suerte de chat asíncrono, lo que dio lugar al servicio que durante años hemos conocido como Facebook, y que fue el que dio nombre a la empresa matriz.
En este primer período de la vida de Facebook, los primeros años, el crecimiento fue increíble, consiguiendo ser la red social más usada en decenas de países del mundo, sobre todo por los más jóvenes, aunque poco a poco conseguía tener tracción incluso entre la gente de mediana edad y, más tarde, entre la gente mayor. Actualmente es una red social ampliamente usada, con más de 2.300 millones de usuarios en todo el mundo, algo notable teniendo en cuenta que no tiene presencia en China. Un buen resumen de esta estapa es la película La Red Social, dirigida por David Fincher.
En Estados Unidos aproximadamente un 68% de los adultos afirma utilizar esta red social, que sólo es superada en número de usuarios por YouTube. Eso sí, se trata de una red social que lleva estancada en su crecimiento desde 2016 aproximadamente, con nuevas propuestas como TikTok creciendo de forma notable, sobre todo entre los más jóvenes.
Instagram y WhatsApp
Una de las señas de identidad de Facebook ha sido la de no querer lidiar con la competencia, y para ello no ha tenido problemas en ejecutar dos acciones. La primera es intentar comprar servicios que podrían ser un peligro para ellos en el futuro. Es lo que hizo con Instagram, por la que pagó en 2012 nada menos que 1.000 millones de dólares, o por WhatsApp, por la que desembolsó en 2014 nada menos que 19.000 millones.
La compañía de Menlo Park no tiene problema en sacar la chequera para quedarse con programas y empresas que podrían perjudicar el crecimiento de la compañía. Además, tiene claro que Facebook tiene un techo de usuarios, y que comprando otras empresas puede diversificar su estrategia, orientando cada plataforma a un uso o a un tipo de usuario diferente.
Pero lo malo de comprar una compañía es que no puedes obligar a sus dueños a que te la vendan. Es lo que sucedió con Snapchat, otra red social que Facebook intentó comprar pero que no pudo, por la negativa de su junta, que no quería formar parte del imperio que se estaba formando. La respuesta de Marck Zuckerberg fue tajante: copiar lo mejor de su aplicación.
De esta forma, las famosas historias de Snapchat pasaron a estar presentes no sólo en la red social Facebook, sino también en Instagram, donde explotaron en popularidad y consiguieron lo que Snapchat no había logrado: un éxito mundial en todas las franjas de edades. Más tarde esas historias llegarían a Facebook Messenger o a WhatsApp, en la cual se han conocido como los Estados. Y no es Snapchat la única empresa a la que ha intentado copiar para sacar del mercado. Poco a poco en Facebook se han integrado funciones de tiendas online, portal de búsqueda de trabajo, etc.
Escándalos de gran nivel
Durante toda esta época de crecimiento, entre 2006 y 2016, Facebook se convirtió en una especie de plaza pública, donde había que estar si estabas conectado a Internet, donde estaban tus amigos y familiares, pero también donde empezaban a estar los medios de comunicación. Esto llevó a la empresa a querer convertirse en el gran aglutinador de noticias, en una búsqueda de una relevancia que, en ese momento, tenía Twitter, que nunca logró alcanzar en usuarios a la empresa de Zuckerberg, pero que tenía mucho más prestigio entre políticos y periodistas y era, de facto, el lugar en el que encontrar las noticias antes de que salieran en radio y televisión. Facebook buscó hacerse un hueco ahí con una capacidad que la distinguía de sus rivales: la segmentación de los usuarios. La compañía tenía decenas o cientos de datos de cada usuario, por lo que podía segmentar las noticias que publicaban los medios o los partidos políticos, haciendo que aparecieran a personas muy concretas.
Esto mejoraba mucho la calidad de la publicidad tradicional, pero se convirtió en una pesadilla cuando empezó a ser utilizada por organizaciones con fines políticos para manipular el resultado de las elecciones. A lo largo de los últimos años hemos visto muchos casos en los que se ha usado Facebook para manipular elecciones, pero seguramente el más popular fue el de Cambridge Analytica, que permitió a la campaña de Donald Trump de 2016 obtener datos de 50 millones de personas centrándose en la información obtenida de 270.000 perfiles de Facebook.
Pero los escándalos políticos no han sido los únicos a los que han tenido que hacer frente en la compañía. Han sido múltiples las ocasiones en las que Facebook permitió el acceso no autorizado a datos de usuarios por parte de aplicaciones de terceros y de la propia app para Android. Estos incidentes han llevado a una mayor preocupación sobre la gestión de la privacidad por parte de la plataforma, pero siempre bajo presión de la sociedad y de los reguladores estatales.
El último grupo de escándalos no es menos importante. La empresa se ha enfrentado a acusaciones del todo válidas sobre la laxa política de moderación de contenido que la firma realizaba, sobre todo en lo que se refería a menores y adolescentes dentro de la red social. Su gestión de contenido inapropiado, difusión de discursos de odio, desinformación y contenido violento ha sido extremadamente vaga y dañina. En varios países agrupaciones de padres acusan a la compañía de no hacer lo suficiente frente a los mensajes de odio e incitación al suicidio que muchos jóvenes ven en sus perfiles online.
De Facebook a Meta
En parte por haber alcanzado el techo de usuarios y en parte por intentar lavar su imagen, en 2021 Mark Zuckerberg anunciaba uno de los cambios de nombre más importantes del sector tecnológico. Facebook pasaba a ser Meta, y su estrategia viraría de las redes sociales hacia la realidad virtual.
Este cambio llevaba cocinándose un tiempo, sobre todo tras la compra de Oculus por parte de Facebook en 2014, y la seguridad del CEO de la empresa en que el Metaverso sería el siguiente gran salto tecnológico, como lo fueron los smartphones en la primera década de este siglo o los ordenadores en las últimas del siglo XX. Zuckerberg fue con todo, invirtiendo ingentes cantidades de dinero en crear su propio Metaverso, el lugar donde creía que todos estaríamos, y que sería el verdadero sustituto de Facebook como red social.
Pero en 2023 ni el todopoderoso CEO podía hacer frente a una realidad que le decía, por activa y por pasiva, que lo que la gente quería no era una realidad virtual con gráficos de baja calidad, una suerte de Hotel Habbo con esteroides. Así que en 2023 empezó a recular, convirtiendo su apuesta multimillonaria en un servicio para Android. Y la fecha no es casual, 2023 ha sido, sin duda, el año de la inteligencia artificial y Facebook, extrañamente, no lo estaba haciendo mal.
Elon Musk y Threads
El único gran enfrentamiento en el que no se ha visto un intento de compra, al menos que haya trascendido a la opinión pública, es el de Twitter, ahora X. Mark Zuckerberg sabía que, pese a que su red social tenía muchos más usuarios que su principal rival, aún no había logrado posicionarse como una red donde las noticias fueran la prioridad, y el intercambio de información constante entre los usuarios.
Fue por eso que Meta creó Threads, un clon de Twitter incrustrado en Instagram que buscaba ser una alternativa a esta red social en un momento, el de la compra de la misma por Elon Musk, en el que no pocas personas decidieron dejar de usar la red de microbloging. De hecho, este lanzamiento no sentó muy bien al CEO de empresas como Tesla o Space X, que incluso llegó a retar a Mark Zuckerberg a una pelea. No obstante, en los úlitmos meses se ha visto cómo la adopción de Threads no es tan potente como se esperaba y, fuera de Estados Unidos, no parece estar cogiendo mucha tracción.
La IA es el futuro
De la mano con volver a apostar por Facebook como red social, en Meta se han dado cuenta de que la estrategia de futuro pasaba por la IA. 2023 fue el año en el que explotó el concepto de inteligencia artificial y cuando se empezó a usar tanto en forma de chatbots como ChatGPT como en generadores de imágenes, como Dall-E o Midjourney, entre otros.
Facebook ha virado su enfoque hacia esta nueva tecnología mediante propuestas muy avanzadas, como una IA que permite clonar la voz de cualquier persona o un generador de imágenes que compite con los principales del mercado. Eso sí, por ahora Meta no ha abierto el uso de todas estas herramientas a nivel global, y sólo están disponibles en algunos mercados.
Lo que distingue a Facebook de otras empresas que han apostado claramente por la IA, como Google o Microsoft, es que tiene una base de usuarios que se cuenta por miles de millones. Esto puede darles una ventaja competitiva enorme a la hora de desplegar diferentes soluciones de IA, crear propuestas de pago o probar nuevas aplicaciones y servicios.
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