Las pantallas de los coches están en el centro de la polémica. Mientras que muchos conductores prefieren los botones físicos y su seguridad está en duda, la mayoría de los fabricantes cree que son algo más que una moda y que en el futuro cercano serán la única interfaz que necesitemos en nuestro coche.
Y es que lo que hemos visto hasta ahora en cuestión de pantallas para coches ha sido sólo un pequeño adelanto. Salvo casos extremos, la mayoría de los paneles usados son del tamaño de una tablet Android normal y corriente, e incluso más pequeños. Algunas marcas apuestan por incluir dos o incluso tres de estos paneles, para el centro de infoentretenimiento en el salpicadero, el cuadro de instrumentos y en la zona del acompañante.
Los habitáculos del futuro serán más simplificados, con una única pantalla que cubrirá todo el salpicadero para acceder y ya hemos visto un adelanto con la pantalla de 45 pulgadas presentada por BOE para coches chinos; ahora llega la respuesta estadounidense, que no sólo es más grande, alcanzando las 48 pulgadas sino que también ofrece más posibilidades al estar basada en Android. Y con eso, no queremos decir que esta pantalla es compatible con Android Auto (aunque lo es, además de con Apple Carplay); lo que queremos decir es que esta pantalla ejecuta Android de manera nativa, por lo que es básicamente un móvil de 48 pulgadas con todo lo que eso conlleva.
Por ejemplo, que cuenta con las apps más usadas como Google Maps y Google Assistant, pero no se ejecutan en nuestro smartphone sino directamente en el coche; de esta manera, se evitan los problemas de desconexión que algunos fabricantes apuntan como un motivo para abandonar Android Auto. El rendimiento también debería ser superior, ya que no depende de una conexión y las apps se ejecutan directamente en la pantalla, donde se verán muy bien gracias a la resolución 4K que tiene.
Ejecutar Android de manera nativa también ha permitido a Ford desarrollar nuevas funciones y crear un sistema más modular. Por ejemplo, podrá tener varios perfiles para diferentes conductores, ajustando la configuración para cada uno de manera independiente (por ejemplo, el climatizador o el volumen).
La pantalla también se podrá configurar para que sea lo más completa o minimalista que queramos. En la zona más alejada del conductor, Ford ofrecerá varios ‘widgets’ que podremos cambiar para mostrar información como un reloj o la previsión meteorológica, e incluso un reproductor multimedia para que el acompañante controle la música; mientras que la zona central es la zona de “soporte”, y donde puede aparecer Google Maps y otras apps. Será posible eliminar todas esas distracciones y quedarnos sólo con la llamada “zona de información crítica”, en otras palabras, el cuadro de instrumentos tras el volante.
Hay que aclarar que esta gigantesca pantalla no es táctil; la idea es que sea instalada lejos de nuestras manos. Por lo tanto, viene acompañada de una segunda pantalla, que puede tener botones físicos y que es la que realmente permitirá cambiar nuestras preferencias y acceder a las apps para mostrarlas en la pantalla principal. Ese puede ser el mejor equilibrio entre seguridad y funcionalidad, al permitir el uso de botones físicos y una pantalla 'normal', con las ventajas del enorme panel.
El primer coche en contar con esta pantalla será el nuevo Lincoln Nautilus, un SUV que no se espera para España; pero la compañía ya ha adelantado que en el futuro sólo ofrecerá este sistema basado en Android en sus vehículos, después de abandonar Ford Sync, su sistema basado en QNX de Blackberry. Por lo tanto, muchas de las ventajas como las apps nativas de Android llegarán a toda la gama de Ford, aunque sea en pantallas más pequeñas.
Te puede interesar
- El 'gadget' para tener Android Auto en tu coche por menos de 70 euros, el chollo del Black Friday que se agotará
- Los conductores, hartos de las pantallas táctiles: estos son los primeros coches que vuelven a los botones físicos
- Revolución en Android Auto: se adapta a coches eléctricos y ahora podemos usar Google Chrome en el salpicadero