La crisis de los núcleos. La búsqueda de la potencia máxima. Innovar, invertir y trabajar para conseguir la máxima eficiencia energética con arquitecturas cada vez más alejadas de ARM. Todos los fabricantes han puesto en marcha sus naves industriales para ponerse manos a la obra en la construcción de un hardware propio con el que poder optimizar sus aplicaciones.
Más allá de Samsung o Apple pocos eran los que tenía recursos suficientes para afrontar esta tarea, pero estamos en 2014, un año en que la tecnología móvil está más que asentada y en el que o presentas unos dispositivos muy interesantes o caes en el anonimato. Qualcomm, uno de los que más provecho y partido ha sacado de esta situación va a ver amenazada su privilegiada posición en el momento en que los demás fabricantes prefieren utilizar sus propios procesadores.
Los grandes fabricantes ya tienen sus propios chips
Samsung con sus Exynos logró grandes resultados, pero unos fallos en la producción y la no inclusión de LTE en sus chips hizo que prefirieran la seguridad del Snapdragon para sus S4 y Note 3. Este año parece que volverán a la carga con un nuevo Exynos de 64 bits que debería volver a ponerles en el top de potencia y fiabilidad. Con su pretensión de dominar toda la experiencia, el lanzamiento de dispositivos Tizen y con toda la enorme cantidad de dispositivos que tienen en el mercado es normal que el trozo del pastel correspondiente a los chips quieran quedárselos ellos.
Otro fabricante que quiere renovar su estrategia es LG. Después del impulso que han conseguido con los buenos resultados del Nexus 4 y del Nexus 5 quieren centrarse en sus dispositivos originales. El LG G2 era un terminal exquisito a pesar de sus pobres ventas y con la tercera versión quieren introducir su procesador basado en Odin, su propia micro arquitectura basada en ARM Cortex A15 y que contará con 4 núcleos a 2,2GHz y 4 más a 1,7GHz en disposición big.LITTLE.
No cabe duda de que LG va a por todas con su nuevo procesador y quiere posicionarse bien alto entre los actuales fabricantes. Si se cumple con lo previsto será sin duda un buen competidor de las ya nombradas Qualcomm o Samsung.
El siguiente gran fabricante es Huawei, que con su K3V3 ya tiene la ración de octa-core suficiente para empezar a incorporarlo a todos sus procesadores. Allwinner fabrica el A80, mientras que Rockchip también tiene su procesador de ocho núcleos en 64 bits para este año.
Y como no, está MediaTek, que con una estrategia opuesta a la de Qualcomm ha conseguido incorporar sus procesadores en millones de dispositivos. Esta guerra por el procesador más potente no parece que tenga fin. El fabricante taiwanés se enorgullecía de tener el primer procesador de ocho núcleos reales del mercado, capaz de rivalizar con los otros procesadores de gama alta y quitarse de una vez por toda esa etiqueta de que sus chips no están a la altura.
Si la solución de MediaTek no os convence, a las empresas siempre les quedará optar por los procesadores Intel o por los procesadores NVIDIA como el Tegra K1 que promete obtener unos resultados que casi ningún fabricante puede conseguir con un chip fabricado por ellos. El alcance que tienen las empresas especializadas en procesadores es mayor que el que la mayoría de empresas pueden conseguir por ellos mismos, aun así parece que están empeñadas en intentarlo.
ZTE y Lenovo, los próximos en fabricar el suyo
Por si la lista de nombrados no parece poco, dos grandes empresas de smartphones pretenden adentrarse también en este mundo de fabricantes de chips. ZTE quiere su chip octa-core hecho mediante la técnica de Heterogeneous Multi Processing (HMP) que permite aprovechar el potencial de varios núcleos cuando se necesita y apagarlos cuando no. El nombre en clave de su procesador sería WiseFone 7550s y se darían a conocer al público durante el próximo MWC.
Lenovo, el mayor fabricante de PCs del mundo, también estaría planeando fabricar sus propios chips. Hasta ahora han integrado CPUs Intel en la mayoría de smartphones, pero un cambio de rumbo le daría un toque personal propia además de unos beneficios mayores a la larga.
Como vemos, estos procesadores propios vendrán con múltiples núcleos, un rendimiento excepcional y en principio mejoras en la autonomía de los dispositivos. Veremos si el software está a la altura. De momento Android 4.4 KitKat no tiene soporte total a 64 bits, aunque algunos fabricantes como Intel sí que hayan sacado sus propios SDKs para aprovechar las novedades que todos los fabricantes llevan desarrollando ya meses.
¿Está Android optimizado para tantos procesadores distintos? ¿Se han dejado llevar los fabricantes por la potencia bruta? Lo que tememos es que muchas de estas empresas a pesar de gastar millones en lanzar sus propios chips no han creado verdadera innovación. La arquitectura Swyft, Krait o big.LITTLE son verdaderos avances en el mundo de los procesadores, pero a esa combinación de núcleos ARM no le podemos llamar procesador de manufactura propia.
¿Hasta que punto el mercado tiembla de que Google decidiera fabricar sus propios procesadores? Mientras tanto la tendencia es que casi todas las empresas de smartphones y tablets se están cubriendo las espaldas.