Se acerca una las épocas del año en las que más cambia nuestro día a día, por las vacaciones de los niños, las nuestras, el clima, los viajes... lo que puede llegar a afectar a los móviles. Gran parte de los desplazamientos que se realizan en España se llevan a cabo en el período estival, lo que supone llenar playas, hoteles y apartamentos turísticos, pero también implican dejar solas nuestras residencias habituales. A veces son viajes de un fin de semana, pero otras veces son de varias semanas, aunque ya no sea tan común como antes coger un mes entero de vacaciones.
Los robos en viviendas cerradas aumentan en verano por estos motivos, y preocupaciones como las relacionadas con la okupación no ayudan a disminuir los motivos por los que es una buena idea hacer más segura una vivienda. Lo normal, al menos hasta hace poco, era contratar los servicios de empresas de seguridad, que cobran una cuota mensual por sus servicios.
En los últimos meses se han popularizado sistemas de alarmas más económicos, dependientes de la red Wifi y de nuestra atención a las notificaciones del móvil, pero también mucho más económicos. Por eso vamos a seleccionar varios tipos de dispositivos que se pueden poner en nuestro hogar para saber que nadie ha entrado, aunque estemos a cientos de kilómetros.
Cámaras de seguridad
Los dispositivos más comprados para vigilar nuestras casas son sin duda las cámaras de seguridad. Las hay de todos los precios y tecnologías, y permiten ver en tiempo real lo que sucede en nuestra casa, además de avisar con notificaciones si detectan movimiento. Hay que diferenciar entre varios tipos, en función de las necesidades.
Lo primero que hay que decidir es si van a estar en el exterior o en el interior, ya que no todas tienen protección contra el agua y el polvo. Las de exterior normalmente tienen batería, lo que implica que las tendremos que recargar cada varios meses. Algunas tienen paneles solares, permitiendo que su batería siempre esté llena. Las de interior son más económicas, y suelen requerir que estén cerca de un enchufe.
Otra característica a tener en cuenta es el tipo de grabación. La resolución es un aspecto a considerar, pero también la visión nocturna, que permite ver lo que sucede incluso cuando no hay iluminación. Del mismo modo, es útil que la cámara tenga detección de elementos por inteligencia artificial, para que no salte el aviso si en el patio de la casa entra un gato pero sí si entra un ladrón.
Sensores de movimiento
No a todo el mundo le gusta tener cámaras en casa, o al menos no en ciertos lugares. Eso podría hacer que ciertas estancias de nuestra casa estuvieran desprotegidas, pero hay formas de solventarlos, lo sensores de movimiento.
Este tipo de aparatos usan ondas para saber si hay un elemento en movimiento o delante de él. No podrá saber qué es pero sí que se ha producido algún cambio en el interior de la vivienda. Un buen emplazamiento para este tipo de sensores es el baño o el dormitorio, donde no debería haber ningún tipo de movimiento cuando estamos de vacaciones.
Se integran con el móvil, permitiendo recibir una notificación si ha detectado desplazamientos, aunque al contrario que con las cámaras, no podremos saber qué es lo que lo ha ocasionado, sólo cuándo. Eso sí, si tenemos cámaras en otro lugar de la casa podemos revisarlas para comprobar que no haya entrado nadie.
Videoporteros
Otro dispositivo muy interesante para tener instalado en el hogar es el videoportero. Este aparato sirve como cámara de seguridad y también como forma de engañar a posibles ladrones.
[Probamos el timbre inteligente con dos cámaras de Eufy, el Video Doorbell Dual]
En ocasiones, cuando se vigila una casa para robarla, los ladrones llaman al portero con cualquier pretexto sólo para saber si hay alguien en la casa. Con un videoportero podríamos responder incluso aunque no estemos, dando la sensación de que la casa no está desabitada.
Esto es posible porque el videoportero se conecta a nuestra Wifi, y ella es la que realiza una llamada de voz con nuestro móvil, por lo que nosotros podemos estar viendo quién está delante del portero electrónico y, a la vez, hablar como si estuviéramos en casa.
Sensores de apertura
Lo mejor para vigilar las puertas y ventanas son los sensores de apertura, elementos de dos piezas que saben si están o no cerca la una de la otra. Al abrir una puerta o ventana los dos elementos se alejan y se dispara una notificación que indica que se ha producido un cambio en ese acceso.
Lo bueno de estos dispositivos es que son más baratos que las cámaras de vigilancia o los sensores de movimiento, por lo que no es excesivo ponerlos en varias puertas o ventanas. Con todo, lo adecuado es ponerlos en los lugares por los que podrían entrar los ladrones.
Además de estos aparatos podemos usar un viejo móvil como cámara de seguridad mediante aplicaciones. De la misma forma, podemos usar nuestras luces y altavoces inteligentes para simular presencia en casa, programando la activación de los mismos o encendiéndolos nosotros de forma remota.
En cualquier caso, se necesitará conexión a internet en la casa para poder recibir las notificaciones, salvo que hayamos comprado un sistema con conectividad móvil, en cuyo caso simplemente habrá que asegurarse de que haya cobertura. Estas cámaras con tarjetas SIM son ideales para dejarlas en las segundas residencias cuando volvemos a casa, no tanto para nuestras viviendas habituales.